La sucesora de Merkel no se postulará a la cancillería

La sucesora designada por la canciller de Alemania, Angela Merkel, para competir por su cargo cuando se cumpla su mandato, Annegret Kramp-Karrenbauer, decidió ayer renunciar a su candidatura y va a abandonar también la presidencia de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), indicaron fuentes cercanas al partido a diferentes agencias internacionales.
Kramp-Karrenbauer, también conocida como AKK, comunicó a la dirección del partido reunida ayer que “no tiene el objetivo de ser candidata a la cancillería alemana”, afirmó la fuente, en medio de especulaciones de que la decisión podría haberse tomado en el marco de la grave crisis política desatada en Alemania luego de que el gobernador regional de Thuringia fuera elegido con el apoyo de los votos conservadores y de extrema derecha.
Tal cooperación de la CDU con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) significó el quiebre de un tabú en el país y el terremoto político resultante llevó a la renuncia del gobernador apenas un días después de su ascenso.
Al respecto, justificó su decisión hablando de una relación “poco clara” entre parte de la CDU y AfD, y que aún otra porción del partido conservador, el más importante de Alemania en cantidad de parlamentarios y votos, mantiene con el partido de izquierda Die Linke. AKK se opone a ambas alianzas.
AKK, de 57 años, llegó a la presidencia de la CDU en 2018, cuando se convirtió también en la sucesora natural de Merkel de cara a las elecciones próximas del 2021, cuando la actual canciller finalmente deje el cargo que asumió en 2005.
En aquel momento Merkel se vio forzada a entregar la presidencia de su propio partido tras una serie de derrotas electorales y ante el ascenso de AfD, situación que también la llevó a desistir de buscar la reelección en 2021, cediendo espacios a AKK.
Sin embargo, su delfín nunca logró imponer su autoridad y la sorpresiva alianza entre la CDU y AfD en Thuringia pareció sellar su destino, dado que ya se le recriminaba su incapacidad de imponer una línea en el partido, dividido entre adversarios y partidarios de una cooperación con la AfD, sobre todo en los estados del este que pertenecían a Alemania comunista, y donde la extrema derecha es muy potente y complica la formación de mayorías regionales.
Tras anunciar sus intenciones de renunciar a ser la sucesora de Merkel y a dirigir el CDU, AKK subrayó que la presidencia del partido y la candidatura en la carrera hacia la Cancillería deben estar en manos de la misma persona, precisa el Bild.
Actualmente ocupa también el cargo de ministra de Defensa, el cual tiene la intención de mantener siempre y cuando cuente con el apoyo de su formación y del grupo parlamentario.