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Miles de personas protestaron por la decisión judicial que hace peligrar la candidatura presidencial de Lula.
DEBÍA VIAJAR A ETIOPÍA

Crece la tensión política y social: prohibieron a Lula salir de Brasil

Un juez que lleva seis causas por corrupción contra el ex presidente, argumentó que podría pedir asilo, alentado por sectores partidarios que quieren politizar su condena.

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no puede abandonar el país y espera por las decisiones judiciales que puedan impedir su encarcelamiento, tras ser condenado a doce años de reclusión por corrupción.
A través de sus abogados, Lula entregó en un tribunal de San Pablo su pasaporte, en cumplimiento de una orden dictada por un juez de Brasilia que alertó sobre la posibilidad de que el ex presidente no volviera al país tras un viaje que tenía planeado hacer desde el viernes a Etiopía.
Lula iba a participar en un evento sobre el combate al hambre en el mundo convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Adis Abeba, en el marco de una Cumbre de la Unión Africana.
Sin embargo, después de que el pasado miércoles un tribunal de segunda instancia ratificó y amplió de nueve a doce años la pena dictada contra Lula por un juez inferior, una corte de Brasilia prohibió que el ex presidente abandone el país.

Ratificación de la candidatura
A pesar de su cada vez más complicada situación jurídica, y en un paso más de la defensa “política” de su fundador y máximo líder, el Partido de los Trabajadores (PT) ratificó el jueves a Lula como su candidato a presidente para las elecciones de octubre próximo.
El futuro de esa proclamación, sin embargo, está en manos de los tribunales, debido a una que una ley sancionada en 2010 por el propio Lula prohíbe expresamente que una persona que ha sido condenada en segunda instancia se postule a un cargo electivo.
La posible impugnación de la candidatura de Lula, no obstante, solo puede ocurrir a partir del 15 de agosto, cuando vence el plazo para la inscripción de candidatos en el Tribunal Superior Electoral, que tendrá la última palabra sobre ese asunto.
El PT, al proclamarlo candidato presidencial, volvió a rechazar el proceso, insistió en que Lula es víctima de un “juicio político” en el que “no hay pruebas” e instó a su militancia a “salir a las calles” para defender a su líder, que encabeza hasta ahora todas las encuestas de opinión de cara a las elecciones de octubre.

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