De hobby a trabajo en redes: los casos de tres  influencers que acumulan miles de seguidores
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De hobby a trabajo en redes: los casos de tres influencers que acumulan miles de seguidores

Cuentan con una amplia comunidad que trascienden las fronteras y producen contenidos diarios. Ángela De Camillis (Junín), Florencia Ventimiglia (Chacabuco) y Marisol Gutiérrez (Lincoln) dialogaron con Democracia acerca del trabajo que desarrollan en las plataformas digitales.

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”, sostiene un refrán popular que tiende a alentar la selección consciente de determinada carrera o profesión para que una persona se desarrolle laboralmente.

En una época de antaño hubiera sido impensado la posibilidad de trabajar desde casa o monetizar prácticas que ocupan el tiempo de ocio de gran parte de las personas.

En tal sentido, las redes sociales se han constituido como una de las novedades más salientes del mundo digital y hasta se han vuelto una fuente de empleo para mucha gente. 

Democracia dialogó con tres destacadas exponentes del mundo de las redes sociales de Junín y la zona. Ángela De Camillis, de 42 años y vecina de Junín, cuenta con 26.000 seguidores en su cuenta @angeladecamillis, en la que adentra a las personas en el mundo de la pastelería y el arte.

Florencia Ventimiglia, de 35 años y radicada en Chacabuco, tiene 142 mil seguidores en @florenciaventimiglia_ok e invita a la comunidad a poner en ejercicio el rehacer y la creatividad en lo que refiere al reciclado de muebles, instrumentos y espacios.

Por su parte, la cuenta @lagurudelmicroondas, de 222 mil seguidores, es llevada a adelante por Marisol Gutiérrez, quien es oriunda de Lincoln y tiene 47 años. En su cuenta enseña y explica acerca de los usos del microondas en la cocina y como método de cocción. “Sin importar modelo y años de antigüedad”, resalta en su biografía de Instagram. 

Ellas trabajan con sus redes sociales, se conectan con miles de seguidores y generan contenido específico sobre temáticas, lo que se convierte en su forma de vida y una gran ocupación.

Surgimiento

Por tiempo de ocio, por gusto por la temática, por compartir información con la comunidad, entre otros, suelen ser los motivos que llevaron a cada persona a abordar las redes sociales como plataforma.

Es interesante ver la metamorfosis que desarrollaron tres cuentas de Instagram que mutaron de una administración de uso social a una mayor seriedad y una manera de institucionalizarse.

Precisamente, en lo que hace al perfil de la referente en pastelería, Ángela De Camillis compartió que, en su caso, “surgió como cuenta personal en un momento en el que no me dedicaba a la pastelería. Hoy en día no es enteramente profesional, sino que es una cuenta bastante informal porque mecha la vida cotidiana con la temática de la pastelería”. 

Ello se da tras su formación académica en abogacía y ser madre, lo que demandó nuevas tareas y experiencias como adentrarse y explorar en el mundo de la cocina.

En la misma sintonía puede ubicarse el caso de @lagurudelmicroondas, que según contó “se dio sin buscarlo”. Sin embargo, para entender el gran desarrollo que ha tenido hay que remontarse a su regreso a Lincoln, tras vivir en Buenos Aires y formarse como terapista ocupacional.

“Era muy joven y con muchas ganas. Me agarró angustia y ocupé mi tiempo en hacer cursos: capacitación docente para profesionales y el curso de cocina. Como no había cupos para el curso de cocina tradicional, me sugieren el curso para cocinar en microondas. Lo hice y aprendí a usarlo como método de cocción”.

De la cocina pasamos al mundo del reciclado y la decoración para abordar la génesis de @florenciaventimiglia_ok, quien manifestó: “Siempre me gustó la decoración. Desde chica me encantaba ver el canal ´Utilísima´ y, sobre todo, los programas que tenían que ver con hacer cosas de ese estilo. Siempre hice cosas en el rubro de las artesanías y decoración”.

Crecimiento 

De un puñado de seguidores, representado a través de amigos y conocidos, a trascender las ciudades vecinas y hasta llegar a ser internacionales. Así fue el proceso vivenciado por las entrevistadas.

Marisol Gutiérrez, hoy la representante N°1 del microondas, en pandemia tenía otro tipo de perfil y, a partir de ese momento, cambió: “Antes era ´Linqueña´ y me llamaban personas conocidas para preguntarme cómo hacía el arroz en el microondas. Entonces decidí subirlo a Instagram para que quede guardado y me empezaron a llover solicitudes de amistad”.

En su caso, fueron las recetas la que la condujeron a cobrar un valor distinto en el mundo digital. “Después subí la de la salsa boloñesa y me dijeron que se estaba viralizando y que haga una cuenta. Me sugirieron ´la gurú del microondas´”.

De tal forma, su perfil llamado @Linqueña pasó a ser @lagurudelmicroondas y, en tan solo seis meses, los seguidores subieron y llegaron a ser 10 mil. “Fue ahí cuando me hice un logo, una chica que me armó la estética, investigué cómo hacer los videos, ya que una receta que te lleva una hora había que convertirla en un reel de 59 segundos. Y luego me contactó la marca de microondas BGH para trabajar”.

De la misma forma la cuenta de Ventimiglia vivenció un gran desarrollo exponencial. Al respecto, indicó que “fue algo inesperado. Cada día iba sumándose más gente a la que le gustaba lo que hacía. Hasta que creció mucho, fui víctima de un hackeo y tuve que empezar una cuenta de 0 nuevamente”.

Mismo escenario para De Camillis que se remontó al 2016 como el año en que comenzó en redes. “No estaba demasiado en boga Instagram, es decir, no se usaba como ahora.

Siempre me sentí más cómoda ahí que con Facebook que, para la edad que tengo (42), soy para esta última”, opinó.

En los distintos casos, el hecho de visibilizar sus producciones con una persistencia en el tiempo comenzó a ganarse un lugar en las pantallas de las personas que conectaban por el gusto, la información y afinidad.

Comunidad

Además de la información señalada, otra cuestión fundamental y transversal a todas las redes y perfiles que existan es el ida y vuelta con la comunidad digital que, muchas veces, suele ser cruel en el contacto.

En @angeladecamillis, según su creadora, la comunidad que la sigue es “gente a la que le gusta cocinar. Me piden recetas por privado o cómo hacer tal cosa. De hecho, el argentino pasa mucho por la gastronomía”.

Y acerca de lo que se conocen popularmente como “haters”, que es la palabra con la que se reconoce a los “odiadores” o personas con comentarios netamente negativos, dijo: “Dos o tres veces han puesto un comentario de esa índole, pero no lo borro: le contesto 'gracias' y sigo”.

“Trato de responder cada comentario que me hacen sea por mensaje privado o en alguna publicación. Siempre lo hice, desde el primer día, aunque me tome un tiempo largo”, enfatizó De Camillis.

Como reconoció @lagurudelmicroondas, en su cuenta hay una predominancia de mujeres. Al respecto, detalló: “Me siguen algunos varones, pero el 90% son mujeres que tienen entre 45 a 80 años”. 

En torno a la interacción, consideró: “Intento responder siempre porque, si no hay un ida y vuelta, no se alimenta. Es como hablarle a una pared”. 

Fruto de ello, resaltó que “es impresionante la cantidad de gente que descubrió que el microondas se usa para cocinar. En mi comunidad son más quienes le dan ese uso que los que no”.

Y respecto a los comentarios con mala fe, dijo: “Está el que te boicotea. No le doy bolilla porque, si lo hacés, no avanzás. Son los menos”.

Asimismo, Ventimiglia tiene en claro el tipo de persona que la sigue, pese a la gran heterogeneidad que reconoce. “Son muchos tipos de personas, pero, sobre todo, aquellas a las que les encanta hacer, reciclar y renovar muebles u objetos”, definió.

Y, en torno al intercambio, compartió: “Antes me afectaba el hater, hasta que aprendí que siempre hay gente a la que no le gusta lo que hacemos y se siente libre de decir lo que quiera, como y cuando quiera. Ya no me engancho. Prefiero quedarme con todo lo bueno y lindo que es mucho más que un odiador”.  

Proyectos

De una cuenta en redes sociales para compartir contenido a institucionalizarlo como una cuenta profesional y/o referencia en determinada temática: así fue el bagaje que experimentaron las entrevistadas en sus respectivos rubros. Sin embargo, los desafíos se renuevan y van por más.

En el caso de De Camillis, además de continuar con capacitaciones y cursos, su deseo está focalizado, según indicó, en el “tallado de rostros”. “El 2 de julio me voy a España y quizás coordine con una chica que hace esculturas en torta. Quiero agregar un plus y hacer algo distinto”, comentó y, sin agotar el tema, proyectó: “Me gusta enseñar y dar clases de pastelería; es una cuenta pendiente”.

También fue autocrítica y consideró que “debería dedicar más tiempo a hacer reels como para llegar a más seguidores. No lo terciarizo porque perdería el sentido: la cuenta es algo que me hace feliz a mí”.

@lagurudelmicroondas comparte la misma proactividad orientada a distintos planes que se desprenden de su área. “Me generé una tienda digital y vendo los productos que uso para el microondas. Empecé a generar contenido digital con recetarios y, este año, me tiré a la pileta y lancé una membresía, que es como si fuera una plataforma digital donde pagás una subscripción mensual y tenés contenido”, explicó. 

Asimismo, logró relacionar lo que fue su ocupación inicial como terapista ocupacional con esta materia. En tal sentido, manifestó: “Hace dos años coordino un taller de cocina para chicos con discapacidad. Junté mi profesión con esto de la gurú en un proyecto muy lindo”. 

De tal forma, se puede ver un escenario similar para Ventimiglia quien, además de compartir del deseo de continuar reinventándose, compartió: “A futuro quisiera seguir creciendo, poder conseguir más equipamiento para los contenidos y disfrutar de poder hacer esto que tanto me gusta”. 

Balance

En todos los casos, las influencers resaltaron la importancia del acompañamiento de su comunidad y del correspondiente ida y vuelta con los seguidores en lo que se genera una destacada retroalimentación. 

En torno a lo positivo y lo negativo de este estilo de vida y todo lo generado dieron su mirada.

@angeladecamillis resaltó el hecho de “sentirse acompañada constantemente; mientras que, en cuanto a lo negativo, es que a veces te demanda mucho tiempo y, teniendo una familia atrás, te saca tiempo de tu vida personal”. 

Por su lado, @lagurudelmicroondas analizó: “Lo positivo es poder modificar la cuenta y el rendimiento económico generado a través de todas las horas que le dedico. Además, poder invertir para formarme en esto: marketing digital, editar videos, posicionar una marca”.

“Lo negativo es generar una dependencia de la que no te podés escapar de la red social. Trato de organizarme; si no, estás todo el día con el celular en la mano”, añadió.

Finalmente, @florenciaventimiglia_ok valoró como un hecho positivo “la gente que conocí, las marcas y relaciones, tanto humanas como laborales. Y lo negativo es estar tanto tiempo con un dispositivo”. 

“Trato de no pasar horas, aunque a veces es muy complicado porque este trabajo lleva muchas horas: filmar, editar y publicar. La gente eso no lo sabe, piensa que es hacer un canje y listo”, concluyó. 

Distintas historias en función a distintas temáticas que, en todos los casos, comparten un denominador en común: la trascendencia en las plataformas digitales y consolidarse como referentes en sus rubros.

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