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OSCARS

Las estrellas de Hollywood viven su gran noche dorada

La academia entregará esta noche sus preciadas estatuillas a lo mejor del cine de 2014. En la edición más latina de los últimos ocho años, que tiene a “Birdman” y “Boyhood” entre sus grandes candidatos, “Relatos salvajes”, de Damián Szifrón, buscará dar el batacazo en el rubro al mejor filme de habla no inglesa, intentando repetir la hazaña de “La historia oficial” y “El secreto de sus ojos”.

Desde el 15 de enero, fecha en que se conocieron los nominados a los Oscar, el tiempo pasó lento para el equipo de “Relatos salvajes”, en espera de lo que será una de las grandes noches de su vida. “Llegar hasta acá ya es un privilegio”, señaló repetidamente Damián Szifrón, director de la cinta argentina que esta noche, desde las 21.30 (TV por TNT), en la 87° entrega de Premios Oscar, optará por la estatuilla a mejor película de habla no inglesa: la mesura ha caracterizado al cineasta en el camino previo, donde embolsó el Goya a mejor filme iberoamericano. Pero claro, ¿qué director no sueña con llevarse a casa un Oscar?
Con las mismas sensaciones, realizando similares caminatas por las paredes, andará Alejandro González Iñárritu. El director mexicano está entre los favoritos en varios rubros, incluido mejor película, pero ya sabe lo que es ingresar al Teatro Dolby de Los Angeles con el cartel del preferido y quedar con las manos vacías: en 2006 era el ganador en la previa gracias a “Babel”, pero “Los Infiltrados” de Scorsese le quitó la estatuilla.
Iñárritu había llegado a Hollywood tras el éxito de “Amores Perros” y deslumbrado con “21 gramos”: “Babel” era su película más ambiciosa y lo dejaba en el umbral del éxito. Luego vendría “Biutiful”, defenestrada por la crítica, y la sensación de que el tren había pasado para el cineasta.
“Birdman” es, entonces, su gran revancha: algunos, incluso, especulan que la figura protagónica, Riggan Thompson, no está inspirada en la carrera del actor que lo encarna, Michael Keaton, quien de la fama de Batman pasó casi al olvido, sino en su propio periplo por la ciudad angelina y su deseo de recuperar el lugar que se había ganado.
Protagonizada por Keaton, Naomi Watts, Edward Norton y Emma Stone, el filme fue escrito por Iñárritu en la compañía del neoyorkino Alexander Dinelaris y los argentinos Armando Bo nieto y Nicolás Giacobone principalmente a través de llamadas en conjunto a través de Skype: las mejores ideas, expresó Dinelaris, llegaron en esas llamadas, cuando a las dos de la mañana Giacobone y él se gastaban bromas pesadas, un espíritu lúdico que se traduce en la película que optará, esta noche, por nueve premios, incluyendo mejor película, mejor director y mejor guión.

El duelo
En las quinielas, la principal competencia de “Birdman” para llevarse el premio mayor es “Boyhood”: la temporada estival de alfombra roja las enfrentó varias veces y si bien la cinta de Linklater capturó los primeros premios, en las entregas realizadas por los diversos gremios (actores, directores, productores), muchos de los cuales son votantes de la Academia, “Birdman” resurgió como favorita.
“Boyhood” fue filmada a lo largo de doce años para mostrar el crecimiento real de su protagonista, Ellar Coltrane, de infante a joven adulto. El sólo experimento le valió a su director, Richard Linklater, reconocimiento mundial, mientras la crítica resaltaba que más allá de esa afición naturalista, el autor de “Antes del amanecer” mostraba en su nueva cinta una ternura desbordante en la mirada minimalista de la familia retratada.
Y también, un clasicismo que lo colocó de inmediato entre las favoritas de la Academia: para Linklater, la cinta, nominada a seis premios incluidos dirección, guión y película, “Boyhood” significó la posibilidad de quitarse la etiqueta de gran guionista obtenida gracias a su trilogía conversacional “Antes del amanecer”, “Antes del atardecer” y “Antes del anochecer” y convertirse para los críticos en un gran autor.

¿Tercera en discordia?
Para el tejano de 54 años será su primera nominación al Oscar como director, aunque ya conoce el Dolby por sus nominaciones en el rubro guión original: una categoría en la cual ninguna de las dos preferidas para mejor película parte como favorita. “El Gran Hotel Budapest” viene de ganar el premio del gremio de los escritores por su película estructurada como cajas chinas (o como una casa de muñecas), una historia contando otra historia contando otra historia, un juego formal que no pierde el espíritu narrativo clásico.
Toda película de Wes Anderson suele ser un artificio consumado, deliciosamente construido pero sin perder por eso de vista el océano de la melancolía humana: “El Gran Hotel Budapest” también descolla en los rubros técnicos y por ello opta a nueve premios de la Academia.
La más ambiciosa cinta del director neoyorkino, un canto a la nostalgia de una era imposible y a la ficción como vehículo de liberación (aunque sea temporal) y herencia milenaria, es la candidata en las quinielas al improbable batacazo, particularmente después de que en los Globo de Oro venció a “Birdman” en la categoría “mejor comedia o musical”.
Algunos especulan, sin embargo, con un reparto de galardones: premiar el guión de Anderson, la dirección de Linklater, por su experimento vanguardista (a pesar de que tanto Anderson como Iñárritu muestran en sus candidatas un manejo personalísimo y jugado de la cámara), y la cinta de Iñárritu.

Los otros contendientes
La otra cinta señalada para ganar alguna de las grandes categorías es “El código Enigma”: nominada a ocho premios, la biopic de la vida de Alan Turing, el hombre que descifró el código de comunicaciones alemán durante la Segunda Guerra Mundial, es firme candidata al mejor guión adaptado, donde la principal competencia será “Francotirador”.
La cinta de Eastwood, protagonista de una fuerte polémica acerca de si se trata de una apología de la guerra, está ternada en seis categorías, aunque Clint, esta vez, no recibió el guiño de la Academia en la dirección, por lo cual algunos la tachan para el gran premio.
Lo mismo ocurre con las otras tres contendientes a mejor película: “Whiplash” (cinco nominaciones), la pesadillesca fábula moral sobre la fama y la mediocridad que muestra el ascenso y descenso de un joven con ambiciones musicales; “Selma”, filme sobre Martin Luther King, una de las grandes olvidadas por la Academia con sólo dos nominaciones (ver aparte); y “La teoría del todo” (cinco nominaciones), cinta biográfica sobre el avance de los descubrimientos y la enfermedad de Stephen Hawking.

La velada
La verdad se conocerá a partir de las 21.30 de esta noche. A esa hora, Neil Patrick Harris, el presentador de la velada (hombre de múltiples talentos entre los que se cuenta la comedia, el canto, la magia y el baile) dará comienzo a uno de los eventos más esperados del año.
Harris, elegido por su perfil de artista clásico que recuerda a Gene Kelly, su activismo por los derechos de la comunidad gay y su llegada en la franja etárea de los 18 a los 49 (el grupo demográfico más relevante en cuanto a venta de publicidad), mostrará sus dotes para la canción durante la inauguración, mientras que a medida que pase la noche presentará la actuación tributo de Lady Gaga y las diversas canciones ternadas en la categoría de mejor tema musical: “Glory”, de “Selma”, interpretada por John Legend Common; “Lost Stars”, de “Begin Again”, con Maroon 5 sobre el escenario; “I’m not gonna miss you”, del filme “Glen Campbell”, interpretada por Tim McGraw; “Grateful”, de “Beyond the lights”, con Rita Ora en el escenario, y la favorita de la audiencia, “Everything is awesome”, de “The Lego Movie” (gran olvidada entre los filmes de animación), canción de Tegan and Sara y The Lonely Island.
La hora de las previsiones va llegando a su fin: esta noche, cuando, desde el hollywoodense Teatro Dolby, culmine el desfile de trajeadas celebridades y comience el plato principal, se terminará el suplicio de no saber para Iñárritu, para Szifrón, para Linklater. Se terminarán las especulaciones y dará comienzo la gala de los 87° Premios de la Academia.

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