Kicillof fue enfático y reiteró sus reclamos en la reunión que se hizo en la Casa Rosada.
Kicillof fue enfático y reiteró sus reclamos en la reunión que se hizo en la Casa Rosada.
LA PROVINCIA

Apretado por el recorte de fondos, Axel Kicillof se sentó con la Nación

Para el Gobernador, este primer encuentro no estaba convocado sólo para “la foto” sino para conversar de números.

Aquel discurso casi rupturista de Axel Kicillof con Javier Milei en la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura, el lunes pasado, viró a una postura si se quiere más dialoguista del Gobernador bonaerense con su decisión de asistir a la reunión organizada por la Casa Rosada el último viernes. Tal vez el objetivo fue integrarse al grupo que busca impregnarle algo de sensatez a una relación, la de la Nación con las provincias, que está prácticamente rota desde la caída de la llamada Ley Bases en el Congreso.

Es evidente que para Kicillof al menos este primer encuentro no estaba convocado sólo para “la foto” sino para conversar de números. Esa fue la condición que había impuesto para aportar su presencia. Cuando se dice “números” hay que leer “fondos”, dinero que las provincias vieron guadañados con el crudo plan de ajuste inicial de Milei.

Sin el flujo constante de fondos nacionales por afuera de la coparticipación de impuestos, lo que se conoce como fondos discrecionales o envíos no automáticos, la provincia de Buenos Aires está en reales problemas para afrontar sus gastos básicos. Cálculos que circulan en el oficialismo señalan que con los recursos exclusivamente propios (recaudación de impuestos y contribuciones) el Estado provincial puede cubrir entre el 42% y 45% de lo que gasta.

Dentro de un contexto de recesión económica general, que los bonaerenses enfrentan con un considerable aumento de impuestos provinciales (patentes, inmobiliario, etc.), en el Gobierno provincial ven venir que deberán afrontar un 2024 con una caída de la recaudación. Es sencillo: cuando la gente no tiene plata, deja de pagar impuestos.

Los números bonaerenses fueron especialmente esmerilados por la caída que decidió la Rosada del Fondo de Fortalecimiento Fiscal (FFF), aquella caja que teóricamente se destina a pagar parte de los sueldos policiales creada a partir de la quita de coparticipación a la CABA, de la partida para el universo docente y del Fondo Compensador del Transporte del Interior. Estos dos últimos fondos van a todas las provincias.

El argumento refutado y el planteo judicial

Kicillof refuta el argumento ahorrativo de Milei diciendo que no deben considerarse fondos discrecionales porque tienen destino específico y ya son una suerte de derecho adquirido. De hecho, el Gobernador viene de presentar un planteo judicial en la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el Fondo de Fortalecimiento Fiscal (FFF), por un monto global de casi 900.000 millones de pesos. Lo que, por supuesto, aumentó la de por sí elevada tensión con el gobierno libertario.

Con esta soga al cuello llegó Axel a la reunión en la Rosada juntos a sus colegas de todas las provincias y con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, del otro lado de la mesa.

Nunca fue un secreto que la Casa Rosada buscó, con el cónclave del viernes, reflotar el tratamiento legislativo de la Ley Bases, sobre todo lo referido al capítulo de delegación de facultades en el Ejecutivo y autorización para privatizar empresas estatales. Pretende conseguir esto como prólogo del llamado Pacto de Mayo, hoy una quimera.

Dicen que uno de los mayores disidentes con la idea fue precisamente Kicillof, tal vez la voz más puramente kirchnerista del elenco de los mandatarios del PJ, quien ya había dejado en claro con su discurso en La Plata que está en las antípodas de lo que plantea la ley reformista del Presidente. Además, antes de ir a la Rosada existió un encuentro privado para acordar posturas con sus colegas partidarios.

Los reclamos

Según fuentes oficiales, cuando le llegó el turno de los reclamos de su distrito -todos lo hicieron, claro- Axel básicamente repitió el decálogo de puntos que recitó, a modo de exigencia, en la Legislatura provincial. A saber: la inmediata reactivación de las obras públicas frenadas, la reposición de las mencionadas partidas recortadas; la devolución de los fondos de incentivo docente y para las universidades y el transporte; distribución de los recursos destinados a los comedores y los medicamentos cuyos envíos se interrumpieron; derogación del famoso DNU de Milei, que para el PJ es ilegal y anticonstitucional; dragado del canal de Magdalena y rechazo a la idea de la dolarización. Para inquietud de ciertos impacientes, Kicillof fue quien más tiempo se tomó para decir lo suyo.

Por supuesto que no hubo un gran acuerdo en la reunión y eso incluye lo que pedía la Provincia. Pero desde todos lados, incluso de fuentes bonaerenses, se rescató el buen trato que imperó y se habló de que fue un primer capítulo de una negociación que seguirá. Se espera que la próxima vez que se reúnan los mandatarios concurra el presidente Milei. Final abierto.

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