Interrogantes políticos  en la cuenta regresiva
LA PROVINCIA

Interrogantes políticos en la cuenta regresiva

Axel Kicillof y Cristina Kirchner habrían hablado horas antes de que la Vicepresidenta viajara a Santa Cruz donde está recluida en el fin de semana largo para terminar de delinear las principales candidaturas de Unidos por la Patria, la renovada denominación con la que el oficialismo irá esta vez a las urnas. De esa charla no habría surgido ninguna confirmación.

El Gobernador sigue sin tener certezas respecto de su futuro político. Desea competir por la reelección pero no aparece el humo blanco que aguarda para llevarle tranquilidad. La incertidumbre oficial recorre el espinel bonaerense y acaso el operativo clamor que ensayaron ayer varios intendentes del PJ del interior tendiente a que Kicillof no salga de la Provincia esté reflejando, más allá de los deseos genuinos, aquellos interrogantes.

La discusión sigue abierta a seis días del cierre de listas. Máximo Kirchner es acaso el abanderado de la cruzada para que Kicillof sea candidato presidencial. En ese escenario, Eduardo “Wado” De Pedro tomaría su lugar como aspirante en la Provincia. El debate reconoce lecturas contrapuestas respecto de qué resultaría más beneficioso para el kirchnerismo: si jugar su mejor carta en la punta de la boleta sábana o dejarla en el tramo central.

El líder de La Cámpora se inclinaría por la primera de las teorías. El Gobernador sigue siendo el dirigente que mejor retiene el voto de Cristina Kirchner, y esa cualidad podría tener un peso decisivo a la hora de la definición. ¿Se tomará en cuenta además que esta vez los bonaerenses se encontrarán en el cuarto oscuro con una papeleta troquelada en ocho tramos y de casi un metro de largo? No pocos dirigentes sostienen que el candidato a presidente es quien genera el efecto arrastre sobre el resto de las categorías y que con una boleta tan larga, el nombre del aspirante a la Gobernación tendrá menos incidencia.

Ese debate no está saldado. En la Gobernación se inclinan por la teoría contraria: que desde la Provincia, y con un candidato fuerte, se puede empujar decididamente a que el oficialismo pueda entrar al ballotage. Por eso insisten en que Kicillof debe ir por la reelección.

Hay otros asuntos que se cruzan y que son leídos como una señal positiva en la Gobernación. Remiten al reglamento interno que el oficialismo diseñó para las PASO con la mira puesta en alambrar la Provincia contra el desafío que plantean Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz. En ese texto se incluyó que ningún intendente puede ir con más de una boleta.

“Eso está escrito para ayudar a la candidatura presidencial de Wado”, interpretan. “Para que ninguno juegue a dos puntas”, acotan.

Juntos por el Cambio también es un hervidero. Existe una guerra de nervios que tiene a la Provincia como centro de operaciones en esta etapa de definiciones para el cierre de listas. Para Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, todo sirve. Los radicales bonaerenses negocian con ambos precandidatos. El presidente del Comité Provincia, Maximiliano Abad, parece estar cerca de un cierre con la ex ministra de Seguridad. Otros sectores de la UCR alineados con Gerardo Morales, van camino al cierre con el larretismo.

Del lado de Rodríguez Larreta asoman otros movimientos. Empezaría a prender la idea de que José Luis Espert aparezca en la boleta, en un intento por restarle voto duro a Bullrich. La ruleta de los vicegobernadores, mientras tanto, sigue girando. Santilli analiza la alternativa de llevar a un hombre de la UCR. Néstor Grindetti, el postulante de Bullrich, podría también optar por ese camino. 

En el teatro de operaciones bonaerense todo cuenta.

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