Los diputados del Frente Renovador Rubén Eslaiman y Ricardo Lissalde reclamaron a la gobernadora María Eugenia Vial que informe por qué decidió disolver la Unidad Ejecutora Provincial, organismo que desde 1996 estaba a cargo de las obras de mantenimiento y construcción de escuelas y jardines en toda la provincia.
"Nos llama poderosamente la atención que se disuelva algo que vendría funcionando en forma correcta y eficiente y que ello traiga aparejado el despido de personal, en momentos en los que no se están generando nuevos empleos privados en nuestro país", expresaron los diputados Eslaiman y Lissalde.
En ese sentido, los legisladores del Frente Renovador resaltaron que "en los fundamentos de la Resolución que deja sin efecto la UEP, la Dirección de Cultura y Educación explica que 'se ha detectado que las misiones y funciones' para las cuales la Unidad Ejecutora había sido creada en 1996 'se superponen con la existentes en esta Dirección', por eso es lógico que preguntemos qué perjuicios concretos ocasionó en el accionar y por qué no se decidió suprimir funciones de otras áreas con las que existía superposición".
La decisión fue tomada a través de una resolución de la Dirección General de Cultura y Educación, el último día hábil del año le enviaron las notificaciones a los empleados por e-mail a sus casillas de correos electrónicos personales en las que se les informaba sobre esta situación que dejó a más de 200 trabajadores cesanteados y el resto reubicados en otras dependencias de la cartera educativa.
Una pieza clave
"La Unidad Ejecutora Provincial se creó 1994 con el objetivo de implementar programas y proyectos para el mejoramiento de la educación y a partir de 1996 comenzó a construir y reparar escuelas. En sus 23 años de existencia se habrían llevado adelante más de 4.500 obras en territorio bonaerense, llegando a tener 800 por año. Por ello queremos un detalle año por año de las obras realizadas, puesto que a priori no pareciera que dicha Unidad hubiese sido ineficiente o que hubiese caído en los vicios de la buropatología, como en la ciencia política moderna se denomina a la enfermedad de la burocracia, que no es un mal en sí mismo", reclamaron desde el massismo.
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