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RECORRIENDO LOS BARRIOS

En Noroeste piden medidas contra la inseguridad porque “es un desastre”

Si bien los vecinos se manifiestan satisfechos por contar con todos los servicios, aseveran que los delitos son moneda corriente, por lo que se está perdiendo “la tranquilidad” tradicional del sector. Además, reclaman que mejore el tránsito y la recolección de residuos.

Una constante en la definición del barrio Noroeste, por parte de sus residentes, es la de calificarlo como un lugar que “siempre fue muy tranquilo”.
Aun cuando uno de sus límites es la avenida Rivadavia, en la frontera opuesta se encuentra el Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Piñeyro”, y la avenida Intendente de la Sota lo divide a la mitad, ninguna de estas circunstancias lograron quebrar la serenidad que sienten los lugareños en este sector, aunque una nueva situación pone en jaque esta paz: la inseguridad.
Los vecinos coinciden en que es común, que sucedan delitos en esta zona, “como en toda la ciudad”, aclaran. Pero temen que esto se vuelva más peligroso aún.
No obstante, la gente del lugar sale a tomar fresco y mates a la vereda, aunque toma sus precauciones: “Yo estoy con las llaves en la mano, si veo algún movimiento extraño me meto para adentro”, dice mientras exhibe un llavero Juan Carlos, un residente que vive hace más de 30 años en Belgrano, entre de la Sota y Batilana.
En tanto, también hay lugar para el reclamo por los inconvenientes con el tránsito y en la recolección de residuos.

Infraestructura


Delimitado por la avenida Rivadavia y las calles Bozzetti, Lavalle y Sargento Cabral, el barrio Noroeste está conformado por 16 manzanas en las que se respira, según definen sus pobladores, un aire de tranquilidad.
Una recorrida por sus calles confirma la descripción de los vecinos, dado que se advierte claramente la serenidad del lugar, pese a estar “cercado” por los espacios antes mencionados, que generan un movimiento considerable.
Allí cuentan con la totalidad de las prestaciones básicas: las redes de agua corriente, cloacas y gas natural llegan al 100% de las cuadras y el pavimento está presente en el 95% de las calles.
“Todo esto se hizo gracias a nuestro trabajo”, cuenta Raúl Agesta, el presidente de la sociedad de fomento, para luego agregar: “Nosotros trajimos el asfalto, compramos las columnas y las luminarias, y esta fue la primera comisión que hizo la obra de gas natural”.
Analizando la composición geográfica de la zona, se advierte que este barrio sería el último que cuenta con la totalidad de los servicios más elementales, dado que desde Lavalle hacia el sudeste y de Bozzetti para el noroeste, el pavimento se transforma en mejorado y cordón cuneta, y las columnas de iluminación, en luminarias colgantes.
Dentro del barrio, la única calle que no cuenta con asfalto es la que está en su límite noroeste: Bozzetti. Para Agesta, sería necesario que se haga mantenimiento sobre el pavimento y, principalmente, en los cordones.
Con todo, resulta claro por qué muchos residentes se muestran conformes con tener todos los servicios, si se tiene en cuenta que en los vecindarios linderos, los beneficios no son los mismos.

Inseguridad

En esencia, esta zona no ha sufrido grandes cambios en los últimos años, inclusive, los lugareños subrayan que es un vecindario donde todos se conocen, en el que no ha habido mucho recambio.
Sin embargo, lo que está modificando la fisonomía del sector, es la precaución que diariamente toman los vecinos para no ser víctimas de la inseguridad, algo que, dicen, es cada vez más común.
“A mí me robaron tres veces, dos fueron de noche y una a las 3 de la tarde”, remarca Juan Carlos.
Ana María, una vecina que vive “del otro lado” de Intendente de la Sota, asevera que “ya no estamos como antes, hay muchos robos, en esta cuadra le robaron a la mayoría, y sobre Rivadavia, lo mismo”.
Para el titular de la sociedad de fomento, la acumulación de delitos es el problema más grave: “El país es uno solo y la seguridad es un desastre, acá también. Hay muchos robos y no hay nada de prevención: los patrullajes no se ven”.

Tránsito

Más allá de la inseguridad, los residentes de esta zona también reclaman enérgicamente para que se solucione un tema que los preocupa sobremanera: el tránsito.
En este sentido, la congestión en avenida Rivadavia hace que la circulación sea “caótica”, así como en Intendente de la Sota se advierte que es muy común que los vehículos vayan a alta velocidad.
“En Intendente de la Sota es terrible, no se puede cruzar porque no solo andan muchos vehículos, sino que pasan muy rápido”, se queja una comerciante que tiene su local sobre esa arteria.
En la intersección con Belgrano se pidió un semáforo, de la misma manera que en la esquina de Rivadavia y Payán, pero estos pedidos aún no han sido satisfechos.
Asimismo, Belgrano también se convirtió en otra calle muy peligrosa, porque las ambulancias que salen del Hospital y muchos vehículos que quieren ir para el centro y evitar la congestión de Rivadavia, toman esta paralela.
De esta manera, son varias las calles que resultan riesgosas para los lugareños.

Más reclamos

Otras preocupaciones de los vecinos están relacionadas con cuestiones de higiene y salubridad.
Por un lado, hay varios terrenos descuidados y con los pastos muy altos, principalmente en el límite, sobre calle Bozzetti.
Pero además, el tema de la recolección de residuos resulta problemática desde que se cambió el sistema, según denuncia el presidente de la comisión de fomento, Raúl Agesta: “La recolección de residuos ya fracasó, falta coordinación entre Ashira y el Municipio porque se ‘pasan la pelota entre ellos’ y algunos no los juntan ni uno ni otro”.

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