SOSPECHAN DE UNA MUJER Y DE SU HIJO

Otros dos detenidos por el crimen del sindicalista

Una mujer y su hijo adolescente quedaron demorados ayer por la tarde en el marco de la investigación por el crimen del sindicalista Abel Beroiz, asesinado a balazos y cuchilladas en noviembre pasado, en Rosario.

La mujer y su hijo fueron demorados tras un allanamiento realizado en una vivienda ubicada en Corrientes al 1800, del centro rosarino, y se cree que el adolescente pudo haber sido el cómplice del detenido Raúl Flores, quien ya admitió ante la Justicia haber participado en el hecho.
Un jefe policial explicó a Télam que los detectives de la Brigada de Homicidios de la Unidad Regional II de Rosario allanaron esa casa por orden del juez de la causa Osvaldo Barbero.
Tras el operativo, la mujer quedó a disposición de Barbero, en tanto que su hijo, de 15 años, se encuentra bajo la órbita del Juzgado de Menores 4 de Rosario, dijeron los informantes. "Se investiga la presunta participación del menor como cómplice de Flores", precisó el investigador consultado.
Por su parte, Néstor Pujato, el abogado de la familia de Beroiz, adelantó que pedirá al juez Barbero que pida al detenido Flores que identifique al autor ideológico del crimen en las filmaciones del sepelio de la víctima. Es que al declarar ante la Justicia el viernes pasado, el detenido dio a entender que entre los asistentes al cementerio estaba una de las personas que lo contactó para cometer el crimen.
"Se refirió a una persona con determinadas características físicas que estaría vinculada con la autoría intelectual", dijo otra fuente de la investigación.
Pujato dijo que ni él ni la familia se sorprendieron al enterarse por los medios de los dichos del detenido, quien declaró que cometió el asesinato junto a un cómplice porque le iban a pagar 80 mil pesos, de los cuales sólo recibió 20 mil.
Además, en su declaración Flores identificó a un abogado rosarino como la persona que lo contrató a él y a otro sicario para matar a Beroiz.
"Desde el primer momento creímos que era un crimen por encargo, por las características del hecho no teníamos duda de que era así", dijo el abogado.
El letrado explicó que el día del asesinato de Beroiz se halló en la escena una agenda con una foto del sindicalista, lo que daba muestras de que el sicario la llevaba para poder identificarlo.

COMENTARIOS