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El 5 de octubre el Tribunal dará a concer el veredicto.
HOMICIDIO DEL JUBILADO DE LINCOLN

El fiscal pidió prisión perpetua y la defensa la absolución de la imputada Santa Duré

Florencio Bearzotti, de 73 años falleció tras sufrir 15 puñaladas en su pecho, al ser atacado en la casa donde vivía solo, según afirmaron testigos y familiares en el juicio que se llevó a cabo en dos jornadas en el Tribunal Oral 1 de Junín. El 5 de octubre se conocerá la sentencia.

En la víspera, en una segunda jornada, continuó el juicio oral y público a Santa Duré (48), por la muerte de Florencio Bearzotti (73) quien fue hallado sin vida el mediodía del domingo 1 de mayo de 2016, en la vivienda que ocupaba ubicada en Almirante Brown 21, de la ciudad de Lincoln. Cabe destacar que ayer declararon dos testigos más y se leyeron los alegatos. El viernes 5 de octubre se conocerá la sentencia.
El Tribunal Oral 1, integrado por los jueces Miguel Ángel Vilaseca, Marcos Cornaglia (subrogante) y Claudia Dana (subrogante) presidió la audiencia. La defensa de la imputada estuvo representada por el doctor Leopoldo Singla (defensor oficial) en tanto que la fiscalía, por el doctor Sergio Terrón quien tomó las riendas en este juicio, ya que la causa fue instruida desde un principio por el fiscal Ángel Quidiello.
En la presentación del caso, Terrón consideró que estaba probado que entre el 30 de abril y 1 de mayo de 2016, entre las 23 y las 4, una o más personas, entre ellas la cónyuge de la víctima, causaron la muerte a Bearzotti, aplicándole 15 puñaladas en el torso, en la zona del hemitorax izquierdo, graves heridas en la zona del corazón, que le causaron un shock hipovolémico y paro cardiorespiratorio.
Imputada por “homicidio agravado por el vínculo y criminis causa”, el fiscal pidió una pena de prisión perpetua para Duré, mientras que la defensa pidió la absolución de su defendida y declaró que “la fiscalía ocultó datos de la investigación”. Cabe destacar que Duré y Bearzotti si bien tenían una relación, incluso estarían casados legalmente, pero no convivían en la misma casa.
El o los que perpetraron el ilícito forzaron uno de los cajones de un mueble, que estaba cerrado con llave, llevándose un revolver calibre 32 corto, 7.370 pesos, cuchillo tipo tramontina de 29 cm de largo por 15 de ancho y un anillo de la víctima.
En el primer día de audiencias, la querella señaló que la acusada, al momento de ser detenida tenía en su poder las llaves de la casa de Bearzotti cuya puerta no tenía signos de ser violentada.

La última audiencia
De los dos testigos que declararon ayer, el taxista Santiago Ibarra indicó que la noche del 30 de abril, cerca de las 23, “llevé a cinco personas, entre esas a un hombre, una mujer y tres niños al domicilio de Montes de Oca 541”, lugar donde vivía la imputada. Y continuó: “Salió una mujer petisa de piel oscura”. Este hombre es Sergio Duré, hijo de Santa Duré quien había viajado desde Rosario hacia la localidad de Lincoln, quien ahora también es investigado en otra causa.
Por último fue el turno de Osvaldo Cantagallo, dueño de la vivienda de Montes de Oca quien le daba alojamiento a Santa Duré cuando se iba a trabajar al campo. “El 1 de mayo yo estaba en La Pampa y cuando llegué a casa veo todo allanado y que me estaban buscando. La policía encontró el cuchillo que aparentemente es el mismo que yo tengo”, declaró.
En contradicción a lo que dijo este hombre, cabe destacar que ese cuchillo (que habría sido utilizado para perpetuar el homicidio), según testigos, pertenecía al jubilado asesinado que lo utilizaba para cortar quesos. Si bien la navaja fue hallada en la casa donde vivía la principal sospechosa, en la casa de Bearzotti (Brown 21) se encontró la vaina.

Testimonio importante
El linqueño Pascual Alberto López, conocido de Santa Duré, afirmó que había salido algunas veces con ella, y que concurría a su casa (en calle Montes de Oca) y que el día del crimen la llevó a la casa de Bearzotti e inmediatamente descubrieron lo que había pasado. 
Según lo relatado por López, él no sabía que estaba casada. Aseguró que la frecuentaba en su casa y le pagaba por tener relaciones con ella. Los días previos al crimen, él dijo haber estado con ella en varias oportunidades, el jueves, viernes, sábado e incluso el domingo mismo del hecho. Dijo que el sábado (30 de abril de 2016) ella fue a verlo al galpón donde trabajaba y que horas después le dijo que venía su sobrina y se fue alrededor de las 23.15. Él dijo haber ido a un club y que luego la volvió a ver a la madrugada, que ella dijo estar descompuesta y se quiso ir a su casa con su sobrina.
Según el testigo, la mujer le solicitó entonces que llevara en moto a un muchacho que presuntamente era el novio de la sobrina de ella y a la sobrina también, a la Terminal de Ómnibus, para regresar a su pueblo porque estaría también descompuesta. Así que, de acuerdo a los dichos, alrededor de las 5.45 de aquel 1° de Mayo, hizo dos viajes en moto, primero llevó al hombre y luego a la chica y a su bebé. Que también fueron a la terminal dos menores, pero ellos fueron llevados en otra moto por Santa Duré.
López declaró que luego de llevar a los visitantes, se quedaron en la casa de Santa a dormir, y que cuando se despertaron, alrededor de las 11.30, ella le pidió que la acompañara a la casa de “el negro”, es decir a la casa de Florencio Bearzotti, porque él le iba a dar mercadería. Que al dirigirse a ese domicilio, ella hizo como un rodeo, que no fue directamente a esa casa. Que cuando llegaron ahí, ella tomó algo del piso, presuntamente una llave y abrió la puerta y le dijo que la ayudara, porque el hombre estaba descompuesto. “Vi la sangre y no quise entrar”, afirmó el testigo.
Apuntó que cuando fueron a la comisaría, ella le pidió que dijera que estuvo con él desde las 23.30 del sábado pero que él no aceptó porque no era cierto.
Afirmó que no sabía que Santa estuviera casada con Bearzotti, que se enteró de esto cuando la policía le preguntó a ella quién era y la misma respondió “su mujer”. Dijo que a partir de este crimen nunca más la había vuelto a ver, porque creía que ella le habría dicho a la policía que él estaba con ella esa noche cuando no había sido así. Recordó que un policía, en la comisaría, lo amenazó diciendo: “Decí la verdad porque si no te voy a matar a palos”.
López declaró ante el Tribunal, que le habría dicho a Santa que si ella se había mandado una macana no lo metiera en problemas.

Declaración policial
El policía Luis Guzmán mencionó que la mujer que había avisado del hecho dijo que Bearzotti estaba descompuesto o fallecido, y que ella (Santa Duré) tenía “señas de estar preocupada”. Luego dijo haber hablado con los vecinos quienes manifestaron que la víctima no era muy frecuentada, que la única que lo visitaba era esa mujer (refiriéndose a Santa Duré) y que él era “un buen vecino”.

Pericia
El perito Alejandro Doro dijo que en el lugar del hecho no había signos de lucha entre el occiso y el victimario, quien portaba un reloj y tenía dinero en su bolsillo.
Que las lesiones, a simple vista, estaban en el hemitorax izquierdo. Que vio un mueble con señas de haber sido violentado en la habitación de Bearzotti pero nada más, que en la habitación había un placard con los topes puestos. Afirmó que no había en el lugar otros indicios de que haya habido un robo, por parte de desconocidos.
Respecto a la posición de la víctima cuando fue atacado, el perito dijo que estaba sentado ante una mesa en la cocina, donde había rastros de queso, y que el atacante habría estado a su derecha cuando lo apuñaló. Que suponen le asentó la primera puñalada y que el resto fueron infringidas mientras Bearzotti estaba caído en el suelo. Unas 15 puñaladas fueron en total, dos de ellas profundas que afectaron al corazón.
Según lo expuesto, aparentemente la víctima no se defendió, ya que los peritos no encontraron rastros de eso. Tampoco hubo señales de que haya sido atado. Doro recordó que había una vaina de cuchillo en la mesada de la cocina, y que más arriba estaba el queso, el mismo que había sobre la mesa donde estaba sentada la víctima.
Dijo que sabía que se había secuestrado un cuchillo en la casa de Santa Duré, en calle Montes de Oca, pero no se habían encontrado ADN. Dedujo que la vaina encontrada en la casa de Florencio puede ser la que portaba el cuchillo encontrado en la casa de Santa, pero aclaró que no se encontró ningún rastro genético en el mismo.

Alegatos
En la instancia de alegatos, el fiscal Sergio Terrón declaró que “entre el 30 de abril y 1 de mayo, Santa Duré y su hijo Sergio fueron a la vivienda y lo mataron”. Además agregó que “las lesiones de 3 centímetros de ancho y 18 centímetros de largo son las medidas del cuchillo incautado. El mueble violentado es donde estaba el dinero en efectivo y los elementos de valor y la policía encontraron la puerta abierta cuando llegaron a la escena del crimen”.
“Pascual López se vio con Santa Duré el jueves y el viernes tuvo relaciones en la casa de Montes de Oca. El sábado, Santa Duré le dijo a López que iba a llegar su sobrina, que luego se supo que era la concubina de su hijo”, dijo.
“En la noche, López recibió un llamado de Duré para que vaya a Montes de Oca donde no estaba. Luego cuando se iba, se la cruzó y discutieron. Ya en la madrugada recibió otro llamado por parte de la imputada para ir a tomar algo a un bar donde estuvieron hasta las 5. A las 6 lo llamó de nuevo para llevar a su supuesta sobrina y la familia a la Terminal”, afirmó Terrón.
“Al otro día, López la llevó a la casa de Bearzotti donde la vio levantar la llave cuando abrió la puerta y le avisó que estaba tirado en el suelo descompuesto. Ya en la comisaría, Duré le suplica que si le preguntan, ellos estuvieron toda la noche juntos”, remarcó.
“En la mesa de la vivienda de Brown se encontraron la vaina de la cuchilla compatible con el cuchillo en una muestra que se hizo en el Tribunal por el perito. No hubo defensa de la víctima, ya que el ataque fue sorpresivo, como dijo el perito”, aclaró
Además, por último el fiscal destacó que la Policía de Santa Fe había indicado que Sergio Duré (hermano de la imputada) estaba imputado por una causa de robo y que estaba en concubinato con María Luján Cáceres. 
De esta manera solicitó la pena de prisión perpetua por “homicidio agravado por el vínculo criminis causa”.
La defensa aseguró que la base probatoria es crítica y que está lejos de sostener la hipótesis. “La veracidad de los testimonios de López en la comisaría no es objetiva, ya que hay diferencias entre sus declaraciones”, dijo.
“Hay dudas de que ese cuchillo haya estado en Montes de Oca y que haya sido puesto en los allanamiento. El testigo de ese procedimiento no pudo dar señales de cómo era el cuchillo. No se puede descartar la colocación del cuchillo, ya que Cantagallo destacó que un cuchillo le faltó de su casa luego del allanamiento”, remarcó la defensa.
“Además, en la pericia genética no aparecen los rastros de ADN de Santa Duré ni de Bearzotti. Si no aparecieron los elementos robados, por qué no se llevaron el cuchillo. La hipótesis del fiscal tiene liviandad probatoria”, subrayó.
La defensa pidió la absolución de Santa Duré quien luego declaró: “Quiero afirmar que soy inocente, que no lo maté a Bearzotti y que se resuelva lo antes posible”.

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