POLICIALES

Se negó a declarar el acusado de matar a su ex mujer y arrojarla a una alcantarilla con su hija, que sobrevivió

El hombre acusado de asesinar a puñaladas a su ex pareja y luego arrojarla a una alcantarilla de una boca de tormenta junto a su pequeña hija, que sobrevivió, se negó a declarar hoy en la primera audiencia del juicio por jurados que se le sigue por el femicidio cometido hace un año en la ciudad de Córdoba.

El debate comenzó esta mañana en los tribunales cordobeses y tiene como único acusado a Gonzalo Lizarralde (36), quien enfrenta cargos por el femicidio de su ex pareja y madre de su hija, Paola Acosta (30).
Tras leerse la acusación fiscal, el acusado se negó a declarar ante los jueces, quienes dieron entonces inicio a la etapa testimonial y escucharon a la hermana de la víctima, Marina Acosta, entre otros.
La fiscal de Instrucción Eve Flores, imputó a Lizarralde por el delito de "homicidio calificado por la relación de ex pareja de la víctima mediando violencia de género y alevosía", y por "tentativa de homicidio calificado por el vínculo contra una niña mediando violencia de género y alevosía" por el ataque y abandono de la pequeña, de entonces un año y nueve meses.
Acosta desapareció la noche del 17 de setiembre de 2014 cuando junto a su hija bajó de su departamento del barrio San Martín para recibir la cuota alimentaria que a raíz de un fallo judicial debía pagarle su ex pareja.
Días después, el 21 de septiembre pasado, cu cuerpo apuñalado fue encontrado en una alcantarilla de barrio Alto Alberdi y a su lado estaba aferrada su hija, aún con vida.
La niña permaneció hospitalizada varias semanas por las lesiones y el trauma sufridos y luego fue dada de alta.
De acuerdo al expediente, la noche que Acosta desapareció Lizarralde iba a conocer a su hija y a pagar la cuota alimentaria de 1.400 pesos fijada por orden judicial, ya que al negar su paternidad se inició una causa que terminó en un análisis de ADN que la confirmó.
Familiares y amigos de Acosta, encabezados por su hermana Marina, "Maru", mantuvieron desde anoche una vigilia frente a Tribunales II para reforzar su reclamo de una condena ejemplar para Lizarralde.
En ese sentido, el fiscal de la Cámara a cargo del juicio, Diego Albornoz, reiteró esta mañana antes de iniciarse la audiencia que prisión perpetua o absolución son las dos únicas posibilidades ante un fallo de la Cámara al momento de decidir su lo declara culpable o inocente.
El fiscal aseguró que "hay una secuencia importante de indicios" que inculpan a Lizarralde.
Por su parte, Marina Acosta, hermana de la víctima, dijo a la prensa que este proceso judicial será "la oportunidad que tiene la Justicia de reivindicarse por todo lo que no hicieron por Paola y Martina en su momento, porque no salieron a buscarlas (cuando se denunció su desaparición)".
"Estamos esperando justicia, que para nosotros se traduce en que se dicte cadena perpetua para Gonzalo Lizarralde", recalcó la hermana de la víctima.
Y agregó: "Esto que pedimos no es un capricho, sino que creemos que esto nos daría la posibilidad de equilibrar la balanza. Porque Paola nos va a faltar toda la vida, en especial a sus hijos (mayores Agustín y Tomás de una relación anterior), y a Martina, que llevará las cicatrices toda su vida en su cuerpo, en su cuello, en su espalda".
El tribunal con jurados populares que lleva a cabo el debate está integrado por Susana Frascaroli, Daniel Ferrer Vieyra y Graciela Bordoy de Pizzicari; el Ministerio Público está representado por los fiscales Albornoz y Eve Flores; mientras que como querellante actúa el abogado Juan Carlos Sarmiento, en representación de Hernán Faerher, el ex esposo y padre de los otros dos hijos de Paola.
En tanto, la defensa del acusado está a cargo de Walter Ferrero.

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