Rodolfo Álvarez nació en Junín. Aquí hizo la primara en la Escuela N° 24 y la secundaria en el Marianista. Además, estudió inglés desde los 7 años y antes de terminar su escolaridad ya era maestro en ese idioma.
También practicó natación, tocó la batería, la guitarra, aunque su pasión siempre fue la Literatura. “Escribo desde muy jovencito porque en mi casa la lectura era una práctica cotidiana”, recuerda.
Según dice, leía “lo que había, desde Gustavo Adolfo Bécquer hasta el Romancero Español, los clásicos, el Martín Fierro, Don Quijote”.
Luego, los escritores Arthur Rimbaud y Antonin Artaud serían determinantes en su futuro como escritor.
Cuando terminó el secundario, se fue a estudiar psicología a Buenos Aires, “en una época complicada, porque me fui un mes antes del golpe del 76”.
Mientras estudiaba, trabajó en un banco, pero al año regresó a Junín.
“Acá trabajé en varios lados –cuenta– hasta que en el año 81 entré en la parte administrativa del hospital. En esa área pasé por todos los puestos y hoy soy Director Administrativo”.
Escritor
En todo ese tiempo, nunca dejó de escribir.
Asegura que para hacerlo no tiene métodos ni rutinas, y destaca a la poesía porque tiene “la absoluta libertad, así como la complejidad de desarrollar y terminar un tema en pocas líneas”.
Su primer libro, “Silueta por los Bordes”, fue publicado en 1982. “Allí están prefigurados casi todos los temas sobre los que escribí siempre”, afirma.
Luego, siguió editando con bastante regularidad. De hecho, tiene publicados 26 libros en 32 años.
Toda su obra está escrita en formato de poesía.
Álvarez sostiene que al momento de escribir “los disparadores son infinitos”, y explica: “Yo reivindico el aspecto lúdico de la poesía, uno puede estar escribiendo sobre una tragedia pero, al mismo tiempo, también está jugando con las palabras”.
En su análisis, Rodolfo sostiene que cambió su forma de trabajar: “La escritura del primer libro es muy diferente a la que hago ahora, pero también lo es respecto del segundo, voy cambiando y trabajando distintos registros. Tengo cuatro o cinco trabajos que son muy experimentales, y otros que son más paisajistas, con menos nivel de complejidad del lenguaje”.
Trayectoria
Si bien hace algunos años que no lo hace, Álvarez publicó en numerosas revistas de Argentina, Bélgica, España, Colombia, México, Inglaterra y Holanda, entre otros países.
En tanto, nunca participó en concursos, en una decisión absolutamente personal que se basa en una cuestión de principios: “No me gusta ganar ni perder. No se puede competir en cuanto a la creatividad, para competir están los deportes. Además, en el caso de la escritura, ¿quién puede decir esto está bien o mal, esto es mejor o peor? Por eso no participo”.
Asimismo, asevera que con algunos de sus libros pudo obtener alguna ganancia, aunque la mayoría no le reportan beneficios económicos.
En ese marco, en el 2009 fundó Ediciones del Colectivo Volador, una editorial independiente que, “a pulmón”, lleva publicados nueve libros de diferentes autores. Y hoy se encuentra “equilibrada entre los gastos e ingresos”.
La última de esas ediciones es “Así sucede”, el reciente libro de Álvarez que será presentado el 28 de agosto.
Además, la editorial va a tener un stand en la Feria del Libro de Junín, y otro en la de Rosario, que se realizará a fin de septiembre.
Literatura en Junín
Álvarez señala que Junín aparece en su Literatura “desde un lugar paisajista, tal vez como alguna referencia geográfica, no más que eso”, y añade: “De todas maneras, no hay forma de que no me influya el lugar donde yo vivo; eso, en algún lugar, se trasluce”.
Respecto del ámbito literario local, se reconoce admirador de sus amigos, los poetas Enrique Scarpatti y Claudio Portiglia, aunque considera que “el máximo poeta que tuvo Junín fue Juan Noel Mazzadi, que era pianista del Sexteto Mayor de tango e hizo giras por todo el mundo, pero los libros que hizo fueron publicados sólo en nuestra ciudad”.
El año pasado la editorial de Álvarez publicó un libro de poemas y cartas inéditas de Mazzadi.
Asimismo, al referirse a los nuevos autores de nuestro medio, dice: “De lo que yo pude leer, la primera cosa que observo es que leen poco, es una percepción mía. Creo que un escritor debe leer mucho y de todo”.
Balance
“Al momento de hacer un repaso por su trayectoria, Rodolfo Álvarez considera que “el camino recorrido ha sido bárbaro”, y amplía: “Aparte de los 26 libros, tengo tres hijos y un nieto. También planté varios árboles, así que, hasta ahí, está bien”.
En tanto, se reconoce como “un escritor absolutamente sincero, que odia la mentira por sobre todas las cosas, al que le encanta disentir pero con honestidad, y eso mismo se aplica al arte, en general. No me gusta el artificio, creo que el perfil debe ser bajo porque somos algo muy chiquito en el planeta”.
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