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La Corte se preserva ante las reformas

Tras la denuncia pública de Elisa Carrió, quien lo acusó de haber pactado con el Gobierno para no bloquear la reforma judicial, Ricardo Lorenzetti partió hacia Brasil, de donde regresará mañana lunes con un premio bajo el brazo, por su prédica sobre el medioambiente.

El presidente de la Corte Suprema sabe que quedó en medio de la tormenta, pese a que recibió el apoyo de una parte de la oposición y de los magistrados por su “férrea defensa de la independencia judicial y su inquebrantable compromiso con las instituciones de la República”.
Así lo destacó una carta de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia difundida ayer por el máximo tribunal, horas después de que trascendieran unas declaraciones de Eugenio Zaffaroni, el otro juez supremo con fuerte predicamento entre sus pares.

Una propuesta

Zaffaroni, a quien se vincula al kirchnerismo por su visión general del país pero que también es un pensador independiente, propuso ampliar la Corte de los siete miembros actuales a un total de 19, para acelerar los procesos. “Sé que esto no es políticamente correcto”, admitió.
El presidente de la Corte Suprema sabe que quedó en medio de la tormenta, pese a que recibió el apoyo de una parte de la oposición
De hecho, la propuesta realizada por Zaffaroni en una charla en la facultad de Derecho de la UBA no va en la línea oficialista de restar poder al tribunal, tal como acontecería con la creación de los tribunales de Casación, sino que por el contrario aumentaría su capacidad de resolución.
“No podemos estudiar y leer 15 mil causas. De cada diez expedientes que recibimos, tratamos de que entre uno. Tenemos el artículo 280 -mecanismo de la Corte para rechazar casos-, pero nos requiere casi el mismo esfuerzo que dictar una sentencia”, explicó el juez supremo.
Un día antes de la charla en la Universidad de Buenos Aires, Zaffaroni visitó el miércoles el partido bonaerense de Lanús. Allí, según pudo saberse, defendió la cercanía entre la Justicia y la política, en este caso en sintonía con la reforma al Consejo de la Magistratura.
“Parece que el Poder Judicial no tuviera nada que ver con la política. Eso no es cierto, porque se trata de uno de los poderes del Estado y como tal es político. No será partidario, pero es indudablemente político”, dijo en la charla junto al intendente local, Darío Díaz Pérez.
Pero esta última postura de Zaffaroni no es compartida por la mayoría de los miembros de la Corte que siguen los pasos de Lorenzetti, entre ellos Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Enrique Petracchi. A mitad de camino quedan Carmen Argibay y Carlos Fayt.
Más allá de las divisiones internas, deslizadas por fuentes judiciales, los jueces de la Corte acordaron extremar los cuidados para no anticipar ningún tipo de opinión sobre la polémica reforma judicial. Es que, en última instancia, tendrán que analizar su constitucionalidad.

Justificación

También justificaron el contacto privado entre Lorenzetti y el secretario presidencial Carlos Za-nnini para hacerle llegar la preocupación de la Corte sobre el manejo de los fondos y otras facultades administrativas. Esa charla se transformó en un “paper” enviado a Cristina Kirchner.
A partir de esa negociación se produjo la denuncia de Carrió, que dejó expuesto a Lorenzetti. Y después se filtró la información de que los jueces de la Corte llegaron a analizar una renuncia en bloque para sentar una posición contundente frente al controvertido paquete oficialista.
Pero eso respondió más al enojo de alguno de los jueces supremos que a la verdadera intención colectiva del máximo tribunal. A esta altura de las circunstancias, Lorenzetti y compañía buscan preservarse, bajar los decibeles y esperar a que la tormenta amaine.

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