La Legislatura bonaerense sería el escenario del debate sobre el desdoblamiento de las elecciones.
La Legislatura bonaerense sería el escenario del debate sobre el desdoblamiento de las elecciones.
LA PROVINCIA

La oposición no descarta las elecciones desdobladas

En la oposición bonaerense no cree que la versión que con una buena dosis de carga explosiva comenzó a circular en los últimos días en la política bonaerense, se ajuste a los términos de un arrebato veraniego. Sospechan que la idea de separar las elecciones bonaerenses de las nacionales no parece tener la levedad de una hoja al viento. Por el contrario, ven detrás de esa movida empujada por usinas no muy bien determinadas del Frente de Todos un proyecto con cierta dosis de certidumbre.
Encumbrados dirigentes de Juntos por el Cambio se ven venir la posibilidad de que el oficialismo los termine colocando frente a un dilema: cómo negarse ante un eventual planteo de que los candidatos bonaerenses a gobernador, legisladores, intendentes y concejales se elijan en 2023 en una fecha distinta que el Presidente. “Va a haber que aguzar la imaginación si es que decidimos rechazar el desdoblamiento”, razonan. Después de todo, la política provincial siempre clamó por poner en discusión los asuntos bonaerenses que en la mayoría de las elecciones quedan solapados por la pelea presidencial que se lleva todas las miradas. 
La cuestión parece exceder el afinado olfato de dirigentes de la oposición. Algunos de ellos juran que, como al pasar pero con formato de sondeo informal, fueron interesados en qué futuro podría tener un debate parlamentario de esas características. Para hacer viable el desdoblamiento, la Legislatura tendría que modificar la ley de Primarias para “desengancharlas” de las nacionales y el oficialismo debe negociar con la oposición porque carece de mayoría propia en la Legislatura.
Un capítulo de la versión del desdoblamiento está reservado al kirchnerismo. El principal, podría decirse. Máximo Kirchner estaría dibujando en su imaginación un horizonte muy complejo para que el actual oficialismo retenga el Gobierno nacional en las elecciones del año que viene.
Ese primer dato alumbra otro trascendido: el que da cuenta de una supuesta decisión kirchnerista de al menos retener el control político de la principal provincia del país. Ahí encajaría la idea del desdoblamiento: hacer que los bonaerenses elijan sus propios representantes con la menor contaminación posible de la cuestión nacional.
Ese eventual repliegue abre un abanico de posibilidades. Axel Kicillof imagina su futuro político en la Gobernación. De hecho, viene hablando de un plan a seis años que lanzó hacia finales del año pasado que incluye un ambicioso programa de obras. Ese es el destino que anhela, al menos, hasta 2027.
Pero hay usinas que dejan trascender el nombre de otra figura del kirchnerismo que parece haber sido lanzada al ruedo de los candidatos: Eduardo “Wado” De Pedro. El ministro del Interior también suena como posible candidato presidencial.
En ese terreno resbaladizo y muy provisional aparece la figura de Cristina Kirchner, quien podría, según las mismas versiones, encabezar la lista de senadores nacionales por la Provincia acompañada de Kicillof.
En medio de sus disputas internas, la oposición comenzó a analizar, si bien no en forma institucional, este eventual cambio de reglas de juego. Cerca de Patricia Bullrich no verían de mala gana esa posibilidad. Lógico: su rival en el PRO, Horacio Rodríguez Larreta, podría privarse del empuje de los intendentes (la mayoría en ese espacio reporta a su candidatura) que para la cita presidencial ya habrían jugado su suerte.
El radicalismo sospecha que podría haber más que una versión sobre el desdoblamiento. Una situación que le amplía la obligación de poner un candidato competitivo en la cancha para dar pelea en las PASO de Juntos en la Provincia. Ese nombre, todavía, no está. Acaso como para calmar ansiedades, los radicales recuerdan que la candidatura de María Eugenia Vidal apareció cuatro meses antes de las elecciones y lo propio ocurrió con Kicillof y Alberto Fernández. 
Mientras tanto, Juntos armará una mesa provincial y definirá una agenda legislativa para los próximo seis meses. Habrá proyectos sobre inseguridad y educación. También sobre la lucha contra el narcotráfico, un asunto que volvió a alcanzar el tope de la atención pública tras las muertes por el consumo de cocaína envenenada en el violento Conurbano.

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