DENUNCIADO EN LA JUSTICIA

Un impuesto al tabaco y la sospecha sobre un “rey ”

Una de las diferencias que separan al oficialismo y la oposición en el debate por la nueva Ley Bases, involucra a las tabacaleras. Tiene que ver con la decisión del Gobierno de eliminar del proyecto el capítulo para que todas las empresas del sector paguen los mismos impuestos, algo resistido por firmas del rubro como Tabacalera Sarandí, una pyme nacional productora de los cigarrillos más baratos del mercado y cuyo dueño es Pablo Otero. 

Hay quienes dicen que fue el propio Otero quien logró posponer el debate legislativo sobre las condiciones de mercado que a lo largo de los años lo convirtieron en el “rey del tabaco”, permitiéndole absorber prácticamente un 33% del mercado de los cigarrillos. Se sospecha que para interrumpir esta discusión en el Congreso habría incurrido en sobornos. 

Luis Eugenio Guinle, presidente de la Cámara Argentina Nacional de Empresas Tabacaleras, lo denunció días atrás por cohecho agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público, evasión y lavado de activos. Tanto a él como al diputado Carlos Castagneto (extitular de la AFIP, entre otros). La denuncia se basa en un mail anónimo, en el que se detallaba que Castagneto habría recibido US$4 millones por parte de Otero para “repartir entre miembros de su bloque y dos legisladores de PRO” para acordar en contra del capítulo tabacalero de la Ley Ómnibus. El texto asegura que hubo dos pagos, uno al principio de la “gestión” y otra “contra el resultado de la misma”. Quedó en manos de la Justicia. 

El empresario argumenta que su compañía no debe pagar el impuesto interno mínimo a los cigarrillos porque sería “injusto” frente a la capacidad económica de los grandes aglomerados globales presentes en la Argentina. “Quieren destruir la industria nacional”, se queja Otero, cuya compañía no compró un gramo de tabaco argentino a los productores locales en todo 2023, según registros de las cámaras de Salta, Jujuy y Misiones. 

Pese al cierre total de importaciones que imperó con la gestión anterior, Otero se las habría ingeniado para traer del exterior la materia prima necesaria para fabricar los cigarrillos que se venden con las marcas Red Point, West, Master y Kiel. Según datos de las plataformas de importación oficiales, en 2023 Tabacalera Sarandí adquirió 7,9 millones de kilos de tabaco picado o en hebras por un total de US$44 millones. Un precio promedio de US$5,55 por kilo. En la Argentina, un kilo se vende a entre US$2 y US$4, según distintas fuentes del mercado. 

Incluso Otero admitió que su empresa abarca cerca del 33% del mercado de los cigarrillos. También el empresario dijo públicamente que factura unos US$800 millones por año, un valor promedio de venta de $1.324 si proviniera solo de la venta de cigarrillos.

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