El Directorio del Banco Central de la República Argentina (Bcra) resolvió ayer que los gastos del resumen de las tarjetas de crédito de agosto, que se pagan en septiembre, podrán financiarse en hasta 12 cuotas y a una tasa del 40% más IVA, además de contar con tres meses de gracia y nueve cuotas fijas.
El plan de financiamiento tendrá carácter automático por lo que, en el caso de que se ejecute algún pago, por ejemplo, por débito automático, el cliente del banco tendrá un plazo de 30 días para pedirle a la institución la reversión de la operación, si así lo desea.
“Las cuotas solamente pueden devengar el interés compensatorio del 40% anual (más IVA) y ningún otro recargo”, aseguró el Bcra en un comunicado.
Por otra parte, las personas podrán cancelar anticipadamente total o parcialmente, en cualquier momento y sin costo, excepto el interés compensatorio devengado hasta el momento del pago.
La medida fue adoptada luego de que la semana pasada el Central anunciara el inicio de una investigación de oficio para determinar si las entidades bancarias aplicaron correctamente el plan de financiamiento de los saldos de tarjetas de crédito establecido en abril último, que estipulaba el refinanciamiento automático de los saldos impagos en 9 cuotas mensuales, iguales y consecutivas y una tasa nominal anual del 43%.
La precisión del Banco Central se conoció luego de que un informe elaborado por la consultora Cerx, dirigido por la economista Victoria Giarrizo, advirtiera que los nuevos resúmenes de cuenta de las tarjetas que llegaron en agosto, sobre deuda de abril, registraban una deuda superior a la prevista inicialmente por los consumidores al momento de diferir el pago.
Exportación
El ministerio de Desarrollo Productivo presentó ayer, junto con la Cancillería y la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, una serie de herramientas para ampliar el desarrollo de las pymes exportadoras.
El secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y de los Emprendedores, Guillermo Merediz, sostuvo que “una agenda exportadora debe ser necesariamente una agenda estratégica de desarrollo productivo con enfoque federal, en articulación con las distintas áreas del Gobierno nacional, de las provincias y municipios y los actores en territorio, que supere la falsa dicotomía entre mercado interno y externo”.
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