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La explosiva carta de Aníbal Fernández contra Cristina Kirchner

El exjefe de gabinete le recriminó su falta de apoyo a los exfuncionarios presos.

El exjefe de Gabinete kirchnerista, Anibal Fernández, escribió una carta llena de críticas para la expresidenta Cristina Kichner, quien fue su jefa política durante ocho años.

Lo primero que le reprochó fue el haberse separado del Partido Justicialista en las elecciones legislativas y competir con un nuevo frente, Unidad Ciudadana, al que definió como "una construcción berreta que lejos de parecerse a un frente compuesto por fuerzas de distintos palos se asemeja más a quienes, desde la impotencia, intentan hacer desaparecer al peronismo”.

En su escrito, Fernández hizo énfasis en la "lealtad". Señaló que posiblemente ese concepto "ya no garpa electoralmente" y defendió a los exfuncionarios investigados por corrupción que están detenidos. "Hoy hay leales que están presos por leales y traidores que no sólo gozan de las mieles de su entrega, sino que cada tanto son convocados por el 'nuevo espacio' para ver si vuelven al redil, o si negocian, o si dialogan o si articulan", manifestó.

El fin de semana el exjefe de Gabinete fue a visitar al exministro de Planificación, Julio De Vido, al penal de Marcos Paz. Aunque no pudo entrar porque le faltaban papeles reglamentarios, aseguró que volverá y explicó que fue una visita "exlusivamente como amigo".

La carta completa

"Con el Peronismo no alcanza, sin el Peronismo no se puede". Néstor Kirchner (un grande de verdad)

Como un hermoso jarrón chino -ese objeto valioso y preciado por toda la familia, al que nadie le encuentra el lugar adecuado-, nuestra conducción atraviesa al peronismo… que no la atraviesa.

Nuevas construcciones (el mismo perro con diferente collar); uniones de similares características que partiduchos liberales acotados desde Juan Perón al rol de herramientas electorales, alianzas policromáticas; armados horizontales que, sin embargo, tienden a orbitar en torno a la estrella de un sistema político-planetario que se obsesiona en juntar asteroides, cometas que pierden su brillo, cuerpos celestes varios, pero ninguno con la densidad adecuada, casi todos fugaces, absolutamente pasajeros.

Estos "espacios políticos/partiduchos" no tienen la densidad ni la carnadura y textura del Movimiento Nacional. ¿Será que el Peronismo no ha sido invitado a esta cita? ¿Qué digo invitado? Ha sido, más bien, des-invitado y aunque el "nuevo espacio" (creado o por crear) contenga algunos nombres respetables y muchos militantes que vibran con las mismas consignas que voceaba el pueblo peronista en el ´45 o la gloriosa JP en los cercano/lejanos ´70s… no es el Peronismo. No respeta ni sostiene el valor constitutivo de la Lealtad. No contiene el rigor del Luche y Vuelve. Nadie, ahí dentro, daría "la vida por Perón", ni por los peronistas. Y si bien es cierto, como decía Néstor, que "Con el Peronismo no alcanza", es más cierto como cerraba él aquella frase: "Sin el Peronismo no se puede".

Y no. No se puede. Aunque decidan una campaña light y amateur para evitar que se recuerde a la "Vieja Cristina", hacedora de tanto, mientras la "Nueva Cristina" habla de los logros de sus dos gobiernos; y aunque se limpie el horizonte de "dirigentes estigmatizados", dirigentes que se han roto el alma en nombre del Proyecto (por favor no me incluyan en esta calificación), aunque te pidan que no vayan a los actos, no integres las listas, no juegues… No se puede.

No se puede hacer campaña con el culo en la mano. No se puede ser socio de un club que no te quiere como un socio más, aunque pagues rigurosamente la cuota que, además no es barata. No se puede "parecerse" al enemigo utilizando hasta su terminología, sin pagar consecuencias. No se puede "ignorar" el fuego amigo y disfrazarlo de vehemencia. No se puede "aceptar o perdonar" las peores agachadas de mierda en nombre de la Unidad y la Concordia.

Y no importa si te soplan en la oreja algunas consignas pensadas por especialistas ecuatorianos, portugueses o de la Conchinchina. El peronismo tiene lógicas que la teoría de la comunicación política mundial no entiende. Es imposible recuperar con las redes lo que se ha perdido en la calle. Qué se le va a hacer. Todos hemos cometido errores. El tema es no defenderlos como si fuesen una herencia.

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