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COPA LIBERTADORES

Arranque a puro gol

El equipo de Ricardo Gareca se impuso por 3-0 en Uruguay con tantos de David Ramírez, Mauro Obolo y Sebastián Domínguez en su debut en el Grupo 7. Arrancó complicado para el Fortín, pero con solidez, eficacia y paciencia construyó una victoria amplia.

De menor a mayor, Vélez edificó ayer un debut inmejorable en la Copa Libertadores. Goleó por 3-0 en Uruguay a Defensor Sporting y arrancó con todo su participación en el Grupo 7.
El Fortín empezó algo errático ante un rival muy batallador y, aunque siempre fue más claro en los metros finales, sufrió en el primer tiempo para llegar a abrir el marcador y en el comienzo del segundo debió esperar con paciencia y cediendo el balón al momento de definir el pleito. Esa estrategia de noventa minutos mostró de todas formas la solidez colectiva de un equipo que se destapó en el último tramo, cuando su rival ya no tenía piernas ni reacción.
En un encuentro muy trabado, al conjunto de Ricardo Gareca le costó mucho romper con el mediocampo local, que en los primeros minutos fue clave en la recuperación y la aceleración para coquetear con las redes defendidas por Marcelo Barovero. Con las apariciones de Diego Rolán para sorprender por el costado de Emiliano Papa y con Federico Pintos en buen nivel, sumado a la tibieza y las imprecisiones de Francisco Cerro y Víctor Zapata, los de Gustavo Díaz lograron amenazar en los momentos iniciales, en los que Rolán tuvo la más clara al no poder vencer al arquero cara a cara por la derecha.
Sin embargo, y pese a que el dominio fue patrimonio uruguayo, las siguientes chances claras fueron creadas por el conjunto de Liniers. Mauro Obolo desperdició un tiro cruzado y Diego Rodríguez le tuvo que sacar en la línea un cabezazo a Sebastián Domínguez. Hasta que, a los 41 minutos, tras un tiro libre indirecto, Papa mandó un centro desde la izquierda, Juan Manuel Martínez no pudo conectarlo, Rodríguez tampoco en un error clave y David Ramírez, con un disparo rasante al primer palo, desniveló en favor de la visita. El Mago, que no había gravitado, volvía a aparecer cuando más hacía falta.
El complemento empezó difícil para Vélez, que vio cómo Defensor gastaba todas sus energías en apostar a una igualdad. Rolán y Braian Alemán siguieron complicando, y del lado argentino aún no aparecían Augusto Fernández ni el Burrito para torcer la historia. Pintos hizo lucir a Barovero con un cabezazo, aunque con el correr del tiempo el resto local se fue terminando. De a poco, el Fortín recuperó el control del medio y el ingreso de Federico Insúa le dio algo más de sorpresa en la zona de creación.
Así fue que, a los 35, tras un córner desde la izquierda, Fernando Ortiz peinó una pelota y Obolo la empujó con un tiro alto para gritar el segundo. Y el tanto abrió el monólogo visitante, con la mejoría de Augusto y el buen ingreso de Alejandro Cabral. Por último, a los 40, Domínguez sorprendió a propios y extraños clavando en una pelota parada desde la izquierda un disparo en el ángulo derecho de Jonathan Irrazábal. Y cerrando la persiana del encuentro.
En pocos minutos, Vélez había dado dos golpes demoledores, que alejaron las dudas y levantaron los ánimos de todo el equipo. Gran inyección anímica para empezar, y buena carta de presentación para lo que seguirá en este agitado semestre. 

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