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Villa Belgrano venció a Jorge Newbery y se consagró campeón de la Finalísima

Con gol de Isaías Rivas en el complemento, el equipo de la V azulada, que había logrado una ventaja mínima en el duelo de ida, superó al Aviador en un resultado global de 2 a 0 y se quedó con el título organizado por la Liga Deportiva del Oeste, ayer, en el estadio Armando Mazzutti.

Villa Belgrano venció 1 a 0 a Jorge Newbery y se consagró campeón de la Finalísima, ayer, en el estadio Armando Mazzutti, en el duelo de vuelta del certamen organizado por la Liga del Oeste. Con un resultado global de 2 a 0, el equipo conducido por Elio Núñer, que se quedó con el Torneo Apertura, salió campeón del año al superar al Aviador, que se alzó, en noviembre, con el Clausura ante Academia Mascherano.

 

Durante los primeros minutos de juego, ninguno de los dos equipos pudo imponer condiciones. El local salió en busca de la igualdad con pelotazos a la espalda del lateral izquierdo de Villa, que buscó acercarse al arco defendido por Óscar Di Giulio con envíos largos para aprovechar la velocidad de Leandro Milla.

A los 15 minutos del primer tiempo, el local, mediante un tiro libre peligroso, estuvo cerca de igualar la serie, aunque Alejo Lazarte, en dos tiempos, evitó la caída de su arco. Con el correr de los minutos, el Aviador se hizo dueño del balón, manejó los hilos del encuentro, pero no tuvo la claridad necesaria para romper la defensa del equipo de la V azulada, que se mostró sólida y compacta.

Cuando el reloj marcaba 20 minutos, Isaías Rivas capturó un rebote en la medialuna del área, controló el balón, enganchó hacia dentro y sacó el derechazo que fue controlado por Di Giulio a puro reflejo. En la recta final del primer tiempo, el equipo conducido por Fabio Nigro continuó manejando el partido, al ritmo de Joaquín Daglio, el más claro en el local, y Martín Balestrasse, que se movió por todo el frente de ataque.

A los 31, Giuiliano Giecco, primero, y Martín González, después, tuvieron el grito de gol, pero Lazarte, en dos oportunidades, les ahogó el grito a ambos y comenzaba a convertirse en la figura del encuentro. En un cotejo con las pulsaciones a mil, la efervescencia de la tribuna comenzaba a bajar a la cancha, donde la pierna fuerte comenzó a ser protagonista en ambos conjuntos, que no pudieron encontrar los caminos al gol en el primer tiempo.

En la primera llegada clara del complemento, Villa Belgrano abrió el marcador en el Armando Mazzutti. El capitán Milla condujo y habilitó a Rivas, quien se fue mano a mano con el portero del Aviador y marcó el gol que comenzaba a acercar al equipo de la V azulada al título.

Luego de la conquista del elenco de Núñer, Nigro movió el banco de suplentes para buscar una reacción en sus jugadores. Newbery siguió siendo protagonista, aunque no pudo romper con la recia defensa de su rival.

Los minutos pasaban y el local no encontraba los caminos para llegar al gol. Producto de esto, la desesperación y las imprecisiones comenzaron a jugar en contra del Aviador, que no pudo romper con el cero en el arco defendido por Lazarte. De esta manera, Villa Belgrano, que se había alzado con el Apertura, se quedó con la Finalísima y se consagró campeón del año.

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