Se le acabó la paciencia

A pesar de que el último domingo se había mostrado firme en su decisión de seguir al frente del equipo, a Néstor Gorosito parece que se le acabó la paciencia. Perdido el respaldo de los dirigentes y el público, con el único apoyo de algunos jugadores, el entrenador considera que su futuro en River es más breve que diciembre, cuando se desarrollarán los comicios para elegir autoridades en Núñez. Tras una reunión con su círculo íntimo, se ventiló que mañana frente a San Lorenzo sería su último partido a cargo del equipo, sea cual fuera el resultado.
Pipo tenía previsto dar  una conferencia de prensa tras la práctica de ayer en Ezeiza, pero decidió suspenderla al conocer que sus intenciones de irse mañana ya circulaban en versiones por los medios.
Otras versiones hablan de  un duro cuestionamiento de parte de los referentes del plantel, quienes hasta ahora venían respaldando a Gorosito en su cargo. En particular, según confiaron a la agencia Télam desde el corazón mismo del equipo, los caciques le reclamaron por los cambios que hizo durante los partidos frente a Arsenal y Gimnasia La Plata, en los que River perdió y empató, respectivamente. En Sarandí, con el marcador abajo por 1 a 0, Gorosito hizo entrar a dos delanteros en reemplazo de los puntas que tenía en cancha, lo cual fue evaluado como demasiado conservador.
En el torneo Apertura, River sumó 5 puntos sobre 18 posibles, y fue eliminado en la primera rueda de la Copa Sudamericana. "Nos sorprendería que las versiones sean reales. Sería una bomba. A nosotros no nos dijo nada", dijo Matías Almeyda, tras la práctica.
En caso de concretarse la salida de Gorosito, en Núñez ya se escucharon los nombres de Leonardo Astrada y Omar Labruna como posibles sucesores, además de Nery Pumpido y hasta un interinato de Gustavo Zapata.