Tileret: “Esta intervención no es curativa, es paliativa”

Veinticinco días después de haber estado 16 horas en un quirófano con el cerebro abierto, Oscar Tileret, médico, 62 años, enfermo del Mal de Parkinson, volvió a trabajar. El dato puede dar una idea de lo que significa ese 80 por ciento de recuperación que, afirma, logró en su cuerpo tras la cirugía mediante la que instalaron dos neuroestimuladores en su cerebro.
Tileret comenzó a percibir los síntomas del Parkinson hace 22 años. De ahí hasta diciembre del año pasado todo fue empeorando: la movilidad, el físico, la gran depresión que acompaña a los síntomas de un enfermo de Parkinson.
Ahora se dedica al sanitarismo y escribe un libro sobre su experiencia con el Mal de Parkinson y la neuromodulación. En su cabeza dos electrodos mandan señales eléctricas que inhiben la parte del sistema nervioso central que genera la enfermedad. “Esta intervención no es curativa, es paliativa, pero mejoró mi vida un 80 por ciento, los temblores y la rigidez cedieron mucho”, afirma Oscar que sigue en tratamiento y con medicación. 

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