Jorge Moutous repasó su trayectoria con Democracia.
Jorge Moutous repasó su trayectoria con Democracia.
INGENIERO AGRÓNOMO

Jorge Eduardo Moutous: “En el campo aprendés lo que es la vida misma”

Nacido en la ciudad de Buenos Aires, se formó académicamente en la provincia de Santa Fe y, a través de una beca de estudio, emigró a Estados Unidos para perfeccionar sus conocimientos en el rubro. Precisamente, producto de una oportunidad laboral, desembarcó en nuestra ciudad para escribir su propia historia y conformar su familia. Actualmente disfruta del tiempo con sus nietos.

Integra la lista de numerosas personas que llegaron a nuestra ciudad para desarrollarse y formar su propia familia. Se puede afirmar que es un juninense por adopción, ya que, es donde vivió, prácticamente, toda su vida. Hoy es una “palabra autorizada” en el mundo de la agronomía: tal en la síntesis de la trayectoria de Jorge Moutous.

En diálogo con Democracia, recordó su paso por Santa Fe; resaltó el lugar del campo como espacio de formación en su vida; valoró su paso por el club Los Miuras; y realizó un balance de su trayectoria profesional.

Agronomía

“Nací en el barrio porteño de Flores. Ahora me enteré que era cerca de donde estaba el Papa. Me crié en San Antonio de Padua en zona oeste. En lo que hace a mis estudios fui al colegio parroquial y luego al Instituto San José en Morón”, introdujo Moutous sobre sus primeros años de vida lejos de nuestra ciudad.

En lo que hace a su devenir, el cual continuó lejos de Junín, compartió: “Años después mis padres se fueron a vivir a Santa Fe porque falleció un abuelo y nos mudamos al norte de la provincia”. Además, contextualizó: “Mi madre, nacida y criada en el campo de la provincia de Buenos Aires, fue maestra y mi padre visitador médico. Fueron haciendo su carrera para bancar las cosas de la casa”. 

Aquel fue el momento en el cual, puede reconocerse, comenzó la relación de Moutous con lo que sería su rubro. “En Santa Fe nos hicimos cargo del campo y mi papá siguió trabajando como vendedor. Terminé el colegio allá y de ahí para adelante me siento más santefesino que otra cosa: amigos, anécdotas y vivencias”, expuso.

De tal manera, Moutous finalizó el secundario y comenzó la carrera de ingeniero agrónomo en la localidad de Esperanza, ubicada a poco más de 40 kilómetros de la capital de la provincia santafesina. Además del punto geográfico, otro detalle no menor fue el momento: el inicio de lo que terminó siendo el último golpe de Estado.

“Terminé la carrera en el 76 y no pude dar el último examen porque se produjo el golpe. Me tendría que haber recibido en marzo y tuve que esperar a mayo para poder hacerlo”, recordó. 

Pudiendo haber elegido otra opción, y al momento de fundamentar los motivos que lo llevaron a su elección para desarrollarse, consideró: “Por el campo de la familia. Así como nos fuimos a Santa Fe, yo estaba muy involucrado con el rubro, ya que era peón colaborando con lo que había que hacer; aprendí a trabajar con caballos, a castrar, descornar o marcar. En síntesis, todo lo que es manejo de animales”. 

Y continuó: “No elegí veterinaria porque la veía más como curar animales que era algo que había hecho de chico con vacunas y demás cosas afín y desde otro lugar. No me llamó tanto la atención y me incliné por el tema de los cultivos, producción y ser algo más amplio para mi”.

Trayectoria

Como parte de su interesante desarrollo profesional, fue una oportunidad laboral la que trajo a Moutous a Junín y, a su vez, a conocer a su esposa para, finalmente, formar su propia familia y hacerse de un nombre de referencia en nuestra comunidad. 

En torno a su crecimiento en el rubro indicó: “Durante la Facultad fui ayudante de cátedra y me fui bancando la carrera. Mi primer trabajo fue en la estancia ´La Pelada´ y recién en el 77 me salió una oportunidad en una empresa de semillas en Junín. Vengo a trabajar y ahí conozco a mi señora, Susana, y ya me quedé a vivir”.

Siete años después, es decir en el 84, tuvo la posibilidad de seguir creciendo y vivenciar un cambio laboral. “Pasé a SPS y armamos un campo experimental en Roca sobre la ruta.

Después hubo un desprendimiento en esa empresa y se inició VanderHave: una empresa holandesa que había comprado SPS y que tenía la planta en Venado Tuerto”, narró. 

Más allá de los pormenores relaciones a su bagaje laboral, y yendo a lo más importante en su vida, sobre su familia señaló: “Mi señora era de Junín como así también su familia. Seguí trabajando en el mundo de las semillas y tuvimos a nuestros hijos”. 

Al momento de mirar en retrospectiva y todo el camino recorrido analizó: “He vivido buenos momentos. Me siento sin raíces también por el desarraigo que es algo normal. Si bien, y es una realidad, la mayor parte de mi vida la he vivido en Junín, donde llevo más de cuarenta años”. 

“Entre Santa Fe y Junín podría estar lo mío. La vida te lleva y uno hace lo que puede. De todo lo que te pasa aprendés cosas y algo te queda”, reflexionó Moutous a partir del capital de vivencias acumuladas a lo largo de las décadas. 

Precisamente, en torno a ellas, opinó: “El campo te obliga a ser auto sustentable porque muchas veces no tenés las cosas cerca, tenés una necesidad y tenés que planificarlo.

Generalmente los caminos de tierra, llueve y se ponen feos los accesos; la escuela queda lejos; la comunicación no está acompañada de infraestructura y, antes, la electrificación también era un tema. Hoy ha cambiado pero antes no era común”. 

“Siempre hay carencias porque era todo un tema. En el campo aprendés lo que es la vida misma: desde que nace un ternero; ver crecer las plantas; ver cómo se siembra; cómo se cura un animal; cómo se produce; lo que vale la alimentación de los animales; atenderlos porque tienen sus necesidades”, profundizó. 

En el mismo sentido afirmó: “Aprendés lo que es la responsabilidad como así también que hay seres que dependen de nosotros. Igual que sucede en la familia. El campo termina siendo la síntesis de lo que es la vida de una persona en forma natural y en vivo y directo”.

Estados Unidos

Moutous no solo se ocupó de vivenciar numerosas experiencias en distintas provincias de nuestro país, sino también que lo hizo en el extranjero. Mediante una beca de estudio, emigró al norte del continente donde capitalizó importantes aprendizajes técnicos y culturales.

“Tuve un año viviendo en Estados Unidos cuando terminé el secundario. Fui por una beca de intercambio en el seno de una familia norteamericana encabezada por un médico. Si bien había terminado el secundario acá, volví a hacer el último del secundario allá y hoy tengos los dos títulos”, contó. 

En lo que significó tal estadía en el extranjero valoró: “Me sirvió mucho para afianzar el inglés y manejarlo bien como así también para abrirme otras oportunidades. De hecho, eso es algo que conversé mucho con Rubén Dicún quien también tuvo experiencias similares y compartimos trabajo luego”. 

Sobre tales aprendizajes, Moutous, explicó: “Entender otras cosas como el hecho de que los horarios están para cumplirse; de que no se miente; las cosas hay que hacerlas bien y una vez; disfrutar de hacerlas. Cosas sencillas y claras”. 

“Ser más flexible para conocer otras culturas y formas como puede ser el hecho de cenar a las seis de la tarde o comer huevo frito y panceta en el desayuno”, ejemplificó y recalcó:

“Una forma de vida totalmente distinta donde está todo mucho más desarrollado. Son diferencias que te abren la cabeza y te permiten diferenciar y comparar. Cuando volvés te encontrás con un mundo que parece que quedó en el pasado y uno evoluciona”. 

Como parte de esos cambios expuso que “en ese momento viajar en avión no era común; hablaba por radio aficionado con mis padres y eso se basaba en una organización. No había tantos teléfonos y menos para llamada internacional. Hablábamos un día y ya fijábamos el día y la hora para la próxima”. 

Junín

El trabajo, la familia y el deporte son los ejes que estructuraron la vida de Moutous a lo largo de las décadas en nuestra ciudad. Como parte de ello, Los Miuras ocupó un lugar de preponderancia en su biografía. “Me siento parte del club. Jugué desde el año 79 hasta el 92 y, al dejar de jugar, entrené a muchas inferiores y jóvenes como así también a la primera”.

“Lo quiero mucho al club y cuando vine no tenía ni la sede. Precisamente jugábamos en canchas prestadas en el Golf y el Marianista, en el complejo de la Circunvalación. Después se compró el predio donde están hoy Los Miuras. Creo que es un ejemplo de lo que se puede hacer con las virtudes, errores , dificultades y gente que se aboca a hacer posible tal desarrollo”, enfatizó sobre la institución.

Y siguió: “Distintas generaciones que han contribuido. Se juntaron muchos padres e hijos como mi caso, los Sálice, los Sarobe, los Zinani, entre otros. También quiero hacer mención a quienes compartí equipo como Raviol, Márchese, Chiche Aguilar, el Chelo Monti, los Tessone, Benítez, Tapita. Tuvimos la suerte de volver a salir campeones en San Pedro en el 89”.

Volviendo al lugar que ocupa Junín como ciudad, tras resaltar la importancia del desarrollo en infraestructura, pavimento e iluminación, Moutous dijo: “Me gustaría ver la radicación de nuevas empresas. Por el ferrocarril, Tribunales y la Municipalidad, Junín ha sido una fuente importante de empleados públicos y tiene mucho para seguir creciendo y ser importante. De hecho, geográficamente, está bien ubicada porque tenés rutas para todos lados: norte, sur y este”. 

En el presente, Moutous, disfruta de los viajes al norte de Santa Fe para pasar tiempo en el campo como así también del crecimiento de sus nietos que se convirtieron en el bien más preciado de su vida.

COMENTARIOS