Las altas temperaturas ya comenzaron a afectar el servicio de agua corriente en Junín. Es que el calor incentiva a los vecinos a utilizar en mayor medida este recurso, que, como cada año, resulta insuficiente para cubrir las necesidades de los más de cien mil habitantes de la ciudad.
La mañana bien temprano y la tardecita son dos momentos críticos del día, en cuyas horas algunos vecinos se ven imposibilitados de bañarse, regar las plantas y hasta de lavarse las manos.
En algunos casos, el problema es mitigado por la implementación de tanques domiciliarios, aunque en otros, este artefacto no alcanza a suplir la falta del servicio de agua corriente.
En diálogo con DEMOCRACIA, el presidente de la Sociedad de Fomento del barrio Pueblo Nuevo, Miguel Lemus, aseguró que la problemática se repite “año tras año” y afirmó: “A mi entender, esto surge por un problema de infraestructura. Las casas nuevas y los edificios en construcción inciden en la distribución del agua. Nosotros venimos advirtiendo desde hace mucho que el barrio no está preparado, no sólo en el caso del agua, sino también de las cloacas. Evidentemente, cuando se ocupen los departamentos que están en construcción, el problema va a ser peor”.
El fomentista agregó que la falta de presión de agua recrudece en verano, “porque hay mayor demanda y comienzan a funcionar las piletas de las casas”.
En la misma línea, Fidel Toledo, de Capilla de Loreto, señaló: “La presión es menor sobre todo desde que se construyeron las casas del Plan Federal, porque aumentó la demanda. Hace más de seis o siete años que tenemos el problema y cada vez se acrecienta más”.
Toledo se mostró expectante por la prometida colocación de una nueva bomba en el barrio, aunque aclaró que sólo podrán instalarla una vez eliminado el arsénico en el agua del sector.
Los inconvenientes suelen repetirse en los barrios José Hernández, Bicentenario, Ferroviario y Municipal 144 viviendas –entre otros- aunque, por el momento, sólo se trata de casos aislados.
Uso irracional
Según afirmó el secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad, Agustín Pinedo, la poca presión de agua no está relacionada con la falta de infraestructura, sino con el mal uso que los vecinos hacen del recurso natural.
En este sentido, el funcionario dijo que el crecimiento de la ciudad es “normal” y que, en lo que va de la gestión, se colocaron más de 25 bombas de agua en toda la ciudad.
“El problema tiene que ver con el uso irracional que se hace”, dijo Pinedo y agregó: “En Junín, cada vecino gasta en promedio 440 litros de agua por día”.
Esta cifra –indicó- se obtiene a partir de una ecuación a través de la cual se divide la potencia de las bombas por la cantidad de habitantes y las horas de cada día.
Para solucionar este inconveniente, el funcionario estimó que debería bajarse la cantidad de litros de agua incluidos en la tarifa mínima que pagan los usuarios del servicio y colocarse más medidores domiciliarios. Para ello, dijo, “el tema debería ingresar en el Concejo Deliberante”.
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