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ORACION POR LOS ENFERMOS

El padre Barchietto realizará hoy una Jornada de Evangelización y Sanación en el Club Rivadavia

“La idea es pasar un día diferente, con alegría y no tener miedo a cantar, bailar y alabar a Dios”, aseguró el cura a diario DEMOCRACIA.

Hoy, el presbítero Roberto Barchietto presidirá una Jornada de Evangelización y Sanación, en el Club Rivadavia, ubicado en Padre Ghío 126 de nuestra ciudad, que se extenderá desde las 9  hasta las 17, aproximadamente.

Durante la mañana habrá cantos, alabanzas e imposición de manos, mientras que a las 15 será la Santa Misa por los enfermos y afligidos, y la Oración de Sanación.

Como está previsto que la asistencia será masiva, los organizadores aconsejan a los participantes que lleven sus propias sillas para tener mayor comodidad.


“Jornada  de Evangelización”


En diálogo con diario DEMOCRACIA, el Padre Barchietto se mostró muy dispuesto a pasar todo un día en Junín para abrir un camino hacia Dios.

“Es la tercera vez que voy a compartir con la comunidad de Junín y con la gente de alrededores, la gracia, la alegría de sentirnos bendecidos, tocados, amados, ungidos por el Señor”, dijo

“Es toda una jornada, todo el día, desde las 9 hasta las 17. A cada una de las personas que concurran impondremos las manos, también oraremos por los enfermos, bendeciremos las fotos que traigan, cantaremos, interactuaremos con la gente. A la mañana habrá oraciones, cantos, alabanzas, y a tarde, a las 15 habrá una misa de sanación”, anticipó.

En este punto, cabe aclarar que Barchietto vino a Junín tres veces realizó misas de sanación: la primera vez fue el 19 de abril de 2009, en el Complejo Municipal General San Martín; la segunda, el 16 de agosto de 2009 , en el Club Rivadavia; y la tercera el 25 de abril de 2010, en ese mismo club.

El presbítero nunca está solo en sus presentaciones carismáticas, tiene todo un grupo de gente que lo ayuda, algunos lo hacen en forma permanente, y otros se van sumando en las distintas ciudades que visita. “Tengo un equipo de trabajo, un ministerio de música y de servidores que me acompañan. Hay mucha gente de Junín que ya está trabajando. Allí hay personas muy generosas”, acotó.

“Voy con alegría”


Al interrogarlo sobre qué expectativas tiene al venir a Junín, el presbítero exclamó: “¡Bendito sea Dios! Yo no voy con expectativas, voy con la alegría y el gozo de encontrarme, de juntar mis manos y celebrar la Fiesta de Jesús el domingo. Si somos 20 es una fiesta, si somos 4.000 o 7.000 como en el Complejo General San Martín, también. Esa es la idea, festejar junto a Jesús, disfrutar un día diferente, presentarle a nuestros familiares y amigos enfermos física o espiritualmente. Vamos a tratar de encarar el día de otra manera, muchas veces somos negativos, entonces pensaremos en positivo para ver cómo resolvería Jesús nuestros problemas. Y queremos que sea un día diferente, con todos los matices. No tengas miedo de cantar, de bailar, de danzar, de traer la foto de tu ser querido. Vení, esa es la idea”.


La Misa de Sanación


Al preguntarle sobre  qué es una Misa de Sanación, Barchietto respondió: “Es una misa de enfermos y afligidos, pero toda misa es misa de sanación, todas las que celebramos todos los sacerdotes del mundo. Sucede que hay que estar predispuesto, con el corazón abierto para que Dios actúe en su vida, porque lo importante es que también nosotros permitamos eso”.

“Si dejamos que Dios actúe en nuestras vidas, veremos que todo lo que recibimos de él son bendiciones, nunca Dios nos va a dar nada, nada, nada que nos haga daño, que nos lastime, que nos ponga triste”, aseguró.

-Pero bueno, hay intermediarios e intermediarios…y usted es uno de los preferidos por la gente, le tienen confianza- señaló DEMOCRACIA, ante lo cual él, humildemente, dijo: “En todos los rubros, tenemos de todo. La Iglesia es santa, su cabeza es Jesucristo pero está en manos de hombres, que son pecadores. Yo me puedo equivocar, como muchos hombres, no te equivoques. Que yo esté predispuesto a disfrutar con la gente y por eso que cante, baile, charle, toque, suba, baje, no quiere decir que nunca “bajé con el pie izquierdo”, y es más puedo bajar “con dos pies izquierdos”.

“Uno trata, en lo posible, en el ministerio que esté viviendo, de mostrar el rostro alegre de Jesucristo. Con todos los problemas que uno tiene, trata de estar alegre. Punto. Nada más. Después, uno lo hará de una manera, otros de otra, unos tendrán un carisma, otros tendrán otro. Yo tengo el carisma de orar con los enfermos, que la gente se reúna, cante, ore. Otros tendrán el carisma de la prédica, otros de estar con los chicos y bendecidos sean. El asunto es que el Señor nos ha regalado el carisma, tanto a curas como a laicos, entonces pongámonos al servicio de El”, apuntó.

 “Hay muchos mejores curas que yo, ustedes, en Junín tienen a alguien que yo quiero mucho, incluso hemos sido compañeros, que es el Padre Víctor Roncatti, asesor de la Renovación Carismática, en la Diócesis de Mercedes – Luján, como así también el Padre Raúl, que está en Junín, a quien tuve el gusto de conocer el último año, porque ya se ordenaba. Tienen buenos sacerdotes. Yo llegué a conocer a Monseñor Cancelleri”, recordó.


“Faltan vocaciones  sacerdotales”


Sobre la accesibilidad a los curas que tiene la gente y su esperanza hacia los llamados “sanadores”, el padre Barchietto opinó: “La gente necesita dos cosas de nosotros: que la atendamos y que la escuchemos, que seamos como un lugar donde apoyar la cabeza y poder llorar. Pero a veces ocurren cosas que dificultan este acceso: primero, hay una realidad concreta, cuando alguien quiere hablar con un sacerdote, hay que ver si ese sacerdote tiene tiempo para atenderle inmediatamente, o no, porque también hay escasez de curas. Seamos honestos, faltan vocaciones. En nuestra Diócesis, somos doce curas para 50 parroquias, contando el Obispo y los curas viejos. Entonces, vos podes querer hablar conmigo hoy, pero yo te digo que vengas más tarde o mañana porque tengo que irme a dos pueblos. La gente tiene que entender que no estamos como antes, donde cada cura tenía una parroquia. Hay curas que tenemos tres parroquias y hasta cuatro. Segundo, a veces nos levantamos con los “dos pies izquierdos”. Y tercero, a veces ustedes insisten y… -asumo lo que estoy diciendo- nosotros estamos ‘con el pie izquierdo’ y no nos comportamos como padres misericordiosos”.

“Todos tendríamos que ser padres misericordiosos, salir al encuentro de esa persona que viene, abrazarla, y así escucharla, saber por qué llora, habla o grita. Estamos en constante movimiento. Se cambiaron las épocas”, explicó.


Los chicos


“Cuando éramos chicos no teníamos psicólogos, ni psicopedagogos, pero ahora a los 3 años los chicos ¿necesitan un psicólogo? Lo que falta es que el chico tenga una familia que lo contenga, que lo acompañe. Se ha perdido la noción de familia. Los colegios, los clubes, las parroquias se han convertido en depósitos de chicos muchas veces. Entonces, a los que van a leer esta nota y se van a casar, o no, en esto soy bastante abierto viendo que hoy todo el mundo se junta, les digo que antes de traer una vida al mundo, piensen, porque después ese chico va a estar en manos de la abuela, del club, del colegio, de la parroquia. A las mujeres les pregunto: ¿vos querés ser mamá o querés decir que fuiste mamá, porque la naturaleza te da la capacidad de ser mamá? ”, manifestó Barchietto.

“Por otro lado, vemos también la actitud de algunos padres ante el docente, por ejemplo. Antes si a mí me retaba el docente, mi padre decía que el docente tenía razón y además yo recibía el reto de mi padre; ahora el docente me reta y yo le pego, y por las dudas, mi padre le pega al docente, o al directivo, o al preceptor…Me parece que estamos mal”, advirtió.

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