Como publicó Democracia en la edición de ayer, el crecimiento de las estafas virtuales (también cometidas desde las cárceles, donde los presos tienen permitido utilizar teléfonos celulares -a raíz de la cuarentena por el coronavirus-) sigue generando debate y preocupación en Junín.
Es que la pandemia trasladó la vida al mundo digital, y también a los delincuentes, tras el rastro del dinero. El ciberdelito se multiplicó a tal punto, que en nuestro país se registraron al menos un 600% más de fraudes en línea que antes de ese período.
En este contexto, el fiscal especializado en Cibercrimen, Dr. Martín Laius, destacó la investigación que llevó a detener –esta semana- a 40 personas (tras 70 procedimientos) en las provincias de Buenos Aires y Córdoba, y en la Ciudad de Buenos Aires, acusadas de integrar una banda que cometía ciberdelitos, con miembros que operaban -a pesar de estar detenidos- en distintas unidades penales.
Pero advirtió que “generalmente, las estafas son delitos excarcelables, salvo que se dé una situación de una condena penal anterior o medida de coerción”, por lo que “en principio van a seguir en libertad, ya sujetos al avance de la causa e imputados en un proceso”.
En el marco de los 70 procedimientos, en el Departamento Judicial Junín “tuvimos 14 objetivos, de ocho denuncias distintas. Pudimos corroborar la hipótesis que nosotros teníamos, así que nos va a permitir avanzar”, agregó en una entrevista con TeleJunín Noticias.
Y destacó que “en cuatro sedes de unidades penitenciarias tuvimos participación de delincuentes, por lo que se pidieron allanamientos correspondientes y se efectivizaron secuestros de telefonía celular vinculadas con contraseñas y nombres de usuarios que usan estas personas para cometer las estafas y defraudaciones”.
“Tuvimos un éxito importante en la mayoría de los procedimientos con secuestros de dinero, documentos de identidad, granjas de minería de criptomonedas y otras modalidades que tienen que ver con el cibercrimen”, confirmó.
Las investigaciones
Por otro lado, Laius informó que “las investigaciones tienen un tiempo” y que “como todo crimen que se pergeña de una manera más dificultosa para el investigador, tenemos las herramientas digitales para pedir perfiles de las redes sociales, seguirles el rastro, con qué aparatos se conectan y en base a eso podemos llegar a una ubicación física de los autores”.
“La capacitación es continua y es importante esta tarea que venimos desarrollando desde el cibercirmen con el apoyo de la Fiscalía general. Hacemos talleres cada dos o tres meses y vamos compartiendo todas las experiencias y entonces nos permite intercambiar con otros referentes”, señaló.
Devolución del dinero
Con respecto a la recuperación del dinero, el fiscal del Departamento Judicial de Junín explicó que en varios casos “hubo devolución del dinero que se genera a raíz de un rápido accionar por parte nuestra, gracias a la comunicación de los hechos por parte de la víctima, ya que el dinero en cuentas o billeteras virtuales dura a veces minutos, o una hora”.
“Si a nosotros nos transmiten rápidamente la información por correo electrónico, que siempre tenemos para la recepción de denuncias, nos permiten, como ocurrió en muchos casos, embargar ese dinero en la cuenta de destino y devolverlo a las víctimas”, subrayó.
“Para eso necesitamos la autorización de los jueces de garantías con quienes -hasta este momento- tenemos un trabajo comprometido”, concluyó.
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