El pasado lunes el establecimiento celebró un año más de vida institucional.
El pasado lunes el establecimiento celebró un año más de vida institucional.
INSTITUCIONES

Jardín de Infantes 905 Mercedes de San Martín: 50 años acompañando y educando a los niños juninenses

El pasado lunes el establecimiento celebró, con mucha alegría y emoción, un año más de vida institucional. Alumnos y docentes repasaron los principales hitos del establecimiento y destacaron el arraigo y la importancia del mismo.

La comunidad educativa del Jardín de Infantes 905 "Mercedes de San Martín" celebró sus 50 años de vida institucional. En el acto se destacó el arraigo y la importancia del mismo para los vecinos, no solo del barrio Prado Español, sino también de muchos otros del sector.

Al respecto, María Soledad Ginzo, directora de la institución, en diálogo con Democracia, recordó cómo comenzó la historia del establecimiento y cuáles fueron los cambios que tuvo y cómo se encuentra hoy. "Todo empezó hace un poco más de 50 años, cuando una docente decidió hacer un censo sobre la población infantil que no accedía al jardín y ahí, en ese compromiso asumido, se comenzó a idear esta institución, gracias al esfuerzo y compromiso de muchos", destacó la docente.

Institución

En junio de 1972, hace 50 años, nació el Jardín de Infantes 905 Mercedes de San Martín. “El barrio no contaba con un jardín de infantes, si tenía escuela primaria. En el censo que se hizo se evaluó que números de niños quedaban por fuera de este nivel, y se notó que había una gran cantidad que no tenía acceso a la educación por la falta de una institución”, indicó la directora.

Y agregó: “Se empezó la gestión del establecimiento y se creó la primera sala que fue la de cinco años, que en ese momento serían no más de 20 chicos”.

En un momento la institución llegó a tener seis salas, pero por una caída de matrícula se redujo a cinco, “En el 2005 pudimos volver a sumar una sala más. La incorporación de la salita de 2 años al nivel, que fue la primera que se inauguró en Junín y con ella y ese aumento de alumnos, en 2011, fuimos recategorizados, pasando a ser un jardín de primera categoría".

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Hoy el Jardín cuenta con 150 chicos en cada turno, con un total de seis salas. Y además, cuenta con 15 docentes, siendo una por sala, menos la sala de dos, que está a cargo de la preceptora y la docente.

Al respecto, Ginzo resaltó: “Hoy contamos con personal a la mañana, que también tiene a cargo una sala a la tarde. Después tenemos un equipo de conducción donde participo yo y el año pasado se sumó la secretaria y un equipo de orientación escolar conformado por una orientadora escolar y otra social, y al plantel docente se sumaron el profe de música y el de educación física”.

Y agregó: “Hoy a la institución lo que le puede faltar es lo edilicio porque lo fundamental lo tiene. Es un edificio muy viejo, pero lo importante está, las familias nos acompañan mucho y confían en nosotros, sumado a que los profesores nos preocupamos por los chicos, haciendo de esta manera un vínculo de carácter afectivo, recíproco”.

Post pandemia

Las instituciones educativas fueron uno de los rubros más afectados por la pandemia, los alumnos tuvieron que realizar las clases de manera virtual y los profesores reinventarse para poder brindar el material de cada cursada, pero a nivel inicial, los más pequeños extrañaban ver a sus compañeros y a las maestras.

Sobre el tema, la directora del Jardín 905, remarcó: “La pandemia dejó muchas cosas de las cuales pudimos aprender, yo trato de ser positiva. En su momento nos costó, pero la necesidad de volver a reencontrarse los alumnos, el volver a habitar el jardín, el poder hacerlo propio, poder disfrutarlo, realmente hacía falta”.

“Notamos que volvieron con muchas ganas y que todo lo disfrutaban, sobre todo los vínculos, de cómo se disfrutan y aprenden entre ellos. Nosotros cuando volvimos de la pandemia no trabajamos basándonos en ver si le dábamos las clases por áreas, nos avocamos el primer tiempo a hacer cosas recreativas, a estimular esto, de volver a verme con mi compañero, el tomarnos de la mano para jugar”, indicó.

Y agregó: “Una vez que trabajamos todo eso, ya comenzamos a trabajar la grilla de materias, pero lo importante era el reencuentro entre ellos y que puedan volver a vincularse después de tanto tiempo. Ningún niño aprende si no circula el cariño y el afecto entre su docente y grupo de pares”.

Acto 50 años

El pasado lunes el establecimiento celebró con mucha alegría y emoción, otro años más de vida institucional. Alumnos y docentes repasaron los principales hitos del establecimiento y destacaron el arraigo y la importancia del mismo.

Al respecto, María Soledad Ginzo, directora de la institución, manifestó: "Siento una gran responsabilidad y honor por ser quien representa al jardín en esta fecha tan importante. Soy la voz de muchas docentes que pasaron por este jardín y que fueron parte importantísima de su crecimiento y de su posicionamiento en la comunidad". 

"Todo esto fue gracias a todos y cada uno de los que fueron y son parte de esta institución, docentes, auxiliares, inspectoras, consejeros escolares, papás, mamás, que siempre están presentes y alguien que incondicionalmente siempre ayudó al jardín de su barrio, Osvaldo Giapor", agregó. Por último, Soledad Ginzo, aseguró que "son muchos los recuerdos como docente y directora, todos bellos y felices, podría contar muchísimas anécdotas, pero lo que más interesa es agradecer a todo el grupo docente, sin ellos, muchos logros no hubiesen sido posible. Por último, agradezco a todos los niños de este jardín, quienes todos los días me regalan la magia de sentirme un poco niña, mamá de ellos y hasta un poco abuela, en definitiva ser feliz. Gracias a todos por acompañarnos".

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