La falta de lluvias continúa demorando la siembra de trigo en Junín y la Región, y los productores agropecuarios afirman que se trata de una de las peores sequías de la historia, en la provincia de Buenos Aires.
Si bien la última lluvia del año tuvo lugar el 25 de mayo, con 10 milímetros de agua, la titular de la Federación Agraria filial Junín, Rosana Franco, recordó que “la última lluvia importante fue en marzo con un acumulado de 40 milímetros en el mes”.
Según alertó a Democracia el dirigente de Carbap Gustavo Frederking, están bajando las proyecciones de intención de siembra. Y ejemplificó que “el año pasado se sembraron 6,9 millones de hectáreas” y que en junio del corriente año “empezó a bajar a 6,2 millones y ya hoy estamos en 5,9 millones, pero estimamos que van a seguir bajando, porque pareciera que no va a llover”. “Esto va a generar una menor producción. El año pasado hubo una producción de 22,4 millones de toneladas y para este están calculando 18,5 millones, a nivel país, y en toda la campaña”, manifestó.
Y aclaró que en donde se nota más la caída de la siembra “es en Córdoba, donde bajaría un 35%, de un año a otro. Estamos de acuerdo que la sequía es algo tremendo que agrava la situación y no es menor que los costos de siembra aumentaron un 50% interanual. No solo cayó la intención de siembra por la sequía, sino también por los costos que aumentaron”, apuntó.
“Los fertilizantes, por ejemplo, aumentaron un 100 por ciento, que de alguna forma tiene que ver con la brecha cambiaria. Si bien uno lo compra al dólar oficial, el fertilizante que viene de afuera, hay una gran parte que lo tiene que pagar con el dólar blue, que es mucho más alto que el oficial que es el que tenemos como referencia en el campo, y al que le tenemos que descontar las retenciones”, concluyó.
“Van 60 días sin lluvias”
En la misma línea, el presidente de la Sociedad Rural de Chacabuco, Alberto Pasquini, recordó que “el último día que llovió en la zona fue el 25 de mayo, entre 10 milímetros de agua. Ya van 60 días sin lluvias”. Y aclaró que los productores que “sembraron ciclos largos hace dos meses, todavía tienen ese trigo, que tienen mucha cobertura. El problema va a ser cuando empiece a granar”.
“Los que no han podido sembrar fueron los ciclos cortos porque no se encontraron humedad en los perfiles del suelo y la están pateando para delante. De acá a fin de mes tenemos los últimos cartuchos para sembrar los ciclos cortos”, agregó.
Por ejemplo “yo sembré ciclo largo y me la jugué, arriba del rastrojo de maíz, que no lo hace nadie. Hoy los suelos que tuvieron trabajo con siembra directa y con mucha cobertura, están dentro de todo bien. Los que están más sufridos son los que tienen mucho laboreo y soja. Todo depende de cómo uno trabaja la tierra”, indicó.
“Los campos que están ‘desnudos’ que vienen con rastrojo de soja, son los que están más complicados y lastima los que todavía no pudieron sembrar. A principio de año no pudimos sembrar por los costos y después el número se fue acomodando y nos agarró la sequía”, afirmó. “A esto hay que sumarle el problema de combustible y el problema político, económico y social que está viviendo el país, que nos ataña a todos por igual. Estamos todos inmersos en el mismo lodo”, manifestó Pasquini.
“Cuando hay desdoblamiento cambiario, por ejemplo, en la producción de soja, nos queda un dólar a 87 pesos, tomando el oficial del banco nación a 135, por lo que tengo que vender tres veces más para poder comprar los productos e insumos que están atados al dólar Contado con Liquidación”, sostuvo. “Las empresas que venden fertilizantes, giran en dólares, por eso nos aumentó el fertilizante de 400 dólares a 1000 la tonelada. En qué cabeza cabe desacoplarse del mundo”, se cuestionó.
“A pocos días de perder la fecha de siembra”
Al respecto, el titular de la Sociedad Rural de Arenales, Matías Di Prinzio, informó a este diario que “en nuestra zona está complicado el trigo que no se pudo sembrar. Los que tuvieron la humedad justa para poder sembrarlo, nació, está medio desparejo y está chico, aguantando un poco de lluvia, pero por lo menos nació”.
“Pero hay muchos productores que tomaron la decisión de esperar la lluvia para sembrar y el panorama cada vez se complicó más y ya estamos a pocos días de perder la fecha de siembra óptima. Nos quedan 10 días y después no convendría más sembrar”, subrayó. “También está complicada la ganadería porque los cultivos de invierno, sin agua no tiraron nada. Los verdeos, y las avenas están muy chiquitas”, cerró.
“Va a haber muchas pérdidas”
“De seguir así, va a haber muchas pérdidas. El trigo seguramente va a rendir un poco menos y las vacas están comiendo las reservas forrajeras que se hicieron durante el verano, porque pasto no hay, pero bueno, hay rollos, hay granos que se les están dando a las vacas para poder sostenerlas, pero por suerte no estamos en una situación en la que se esté muriendo la hacienda por ahora”, afirmó Rodrigo Esponda, productor y concejal de Juntos de Junín.
Falta de pronósticos de lluvias
En su Panorama Agrícola Semanal (PAS), la Bolsa de Cereales señaló que el progreso intersemanal de siembra de trigo fue de 5,5 puntos porcentuales, y alcanzó a cubrir 90,7% de las 6,2 millones de hectáreas proyectadas para el ciclo 2022/23, precisó el trabajo. Según el informe, la falta de lluvias continúa demorando las labores de implantación, provocando una demora interanual de 5,5 puntos porcentuales.
La limitada oferta hídrica superficial provocó importantes demoras en el avance de las sembradoras sobre sectores del centro y sur del área agrícola. Así, las labores se concentraron en lotes donde se dispone de humedad para asegurar la emergencia, e incluso en seco a la espera de lluvias en el corto plazo.
Heladas recurrentes, junto a condiciones de humedad limitantes, agravan la condición de siembras tempranas, al tiempo que demoran la emergencia de los últimos lotes sembrados sobre el sur del área agrícola. Por ello, ante la falta de pronósticos de lluvias en las próximas semanas, no se descartan nuevos ajustes de la proyección de siembra, advirtió la entidad.
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