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TENDENCIA EN AUMENTO

Por la inseguridad y la inflación, crece la construcción de edificios en nuestra ciudad

Además de ser un negocio rentable para los inversionistas, los crecientes índices de delitos también contribuyen a que cada vez más juninenses se “refugien” en departamentos.

Desde hace ya algunos años se advierte en nuestra ciudad un proceso de construcción de edificios de departamentos, al que muchos especialistas no dudan en calificar como un boom, que obedece a diferentes razones vinculadas con la oferta y la demanda.
Por un lado, para los inversionistas resulta una opción muy interesante puesto que las utilidades son superiores a prácticamente cualquier otro tipo de negocio de niveles equiparables.
Además, cuestiones que tienen que ver con los comportamientos sociales y con las etapas de la vida de un ser humano también influyen directamente en esta nueva tendencia impuesta en Junín.
Por último, una problemática tan actual y preocupante como lo es la inseguridad, tiene su correlato en esta alternativa a la que mucha gente ve como un paliativo para lo que considera un estado de indefensión.

Inversiones

En un contexto dominado por la inflación en el que anualmente se registran subas que superan el 20% en los precios (siempre de acuerdo a las medidoras que se tengan en cuenta), el negocio inmobiliario pasó a ser un importante generador de ganancias para quienes tengan la posibilidad de invertir en él.
De esta manera, la construcción de edificios de departamentos se transformó en una de las vedettes de los últimos tiempos.
El martillero y corredor público Claudio Roggero explica que esto es así porque se trata de una manera de “poner a resguardo las inversiones”.
Es que dentro de este proceso inflacionario, los inmuebles acompañan esa tendencia pero con aumentos porcentuales en dólares, lo que permite obtener un rédito más importante que en cualquier otro tipo de inversión de características comparables.
“El metro cuadrado estaba hace un año entre 900 y 1.000 dólares y hoy está alrededor de 1.300, es decir que hubo un aumento del 30% en dólares, es una renta superior a la de cualquier banco”, grafica Roggero.
Por esta razón, en los últimos años se construyeron muchos departamentos para alquilar, en lugar de casas, dado que, como señala el martillero consultado, “la gente demanda unidades de 50 o 70 mil dólares como resguardo de inversión”.
A eso hay que agregar que en nuestra ciudad hay una gran cantidad de gente que necesita alquilar porque no alcanzan sus ingresos para comprar un inmueble. “Acá hay inquilinos de excelencia -asevera Roggero- que no pueden comprar porque no hay acceso a créditos que les permitan adquirir su casa propia”.

Aspectos sociales

Más allá de las posibilidades de inversión, para que se haya dado esta explosión de construcción de edificios, también fue necesario que haya una demanda que requiera de este tipo de viviendas.
El martillero Mario Garzillo sostiene que hay cuestiones sociales y culturales que influyen para que esto se haya producido y que quienes buscan estos departamentos son -por distintas razones- los jóvenes y los adultos mayores: “Hay que entender que en la elección de un determinado inmueble influye la etapa de la vida que se esté transitando. Cuando uno es joven y se independiza de sus padres se va a vivir a un departamento pequeño, que es lo que generalmente puede costear en ese momento. Más adelante, al formar una familia, quiere vivir en una casa más grande, si es posible con patio. Posteriormente, los chicos crecen y con ello la necesidad de ampliar esa vivienda. Finalmente, cuando los hijos ya son adultos y se van de esa casa, quedan los propietarios originales, solos, con una casa grande, por lo que suelen preferir mudarse a un lugar más pequeño y, en ese sentido, los departamentos son alternativas ideales”.
En ello influyen cuestiones de practicidad: un departamento generalmente está bien ubicado, es menos sucio y cuesta menos mantenerlo limpio, y resulta más económico calefaccionarlo en invierno o refrigerarlo en verano.
Aunque también es necesario aclarar que tienen sus contras en materia de costos, dado que se debe pagar entre $130 y $400 pesos de expensas, dependiendo de los edificios, y en algunos casos en los que no cuentan con cochera, a los gastos mensuales habrá que agregar entre $150 y $300 por el alquiler de un espacio para guardar el auto.
En este proceso también ha tenido un peso muy importante la consolidación de la universidad en Junín, dado que hay muchos estudiantes que se vienen a vivir a nuestra ciudad para seguir una carrera que requieren de esos departamentos, normalmente de uno o dos ambientes.
Garzillo recuerda que “hace algunos años, cuando la gente más o menos pudiente mandaba a sus hijos a estudiar a Buenos Aires o La Plata, los padres si podían compraban un departamento. Hoy sucede lo mismo con muchos jóvenes de la zona que vienen a Junín”.

La seguridad

También está el tema de la inseguridad, que resulta un asunto determinante en algunos casos para decidirse a vivir en un departamento.
El martillero Cristian Márquez coincide con Garzillo en que uno de los factores que inciden en que numerosos adultos mayores se vuelquen a estas opciones es la ida de los hijos de la casa, pero agrega que “mucha gente grande elige irse a vivir a departamentos por la inseguridad”.
De acuerdo a su análisis, Márquez puntualiza que “al tener dos entradas, una al edificio y otra al departamento, se supone que es más difícil que suceda algún robo; además, en muchos casos hay encargados de edificios, en otros -los menos- hay personal de seguridad, lo que da una sensación de mayor protección. Eso, sumado a que si uno vive en un piso alto, ya es mucho más difícil que entren por el exterior”.

Aumentos

Todas estas circunstancias conforman un coctel que le da un impulso fenomenal a la construcción de edificios en Junín.
“Es impresionante la cantidad que se están haciendo, basta con dar una vuelta por la ciudad para verlo”, enfatiza Garzillo.
Aún cuando los alquileres hayan aumentado en el orden de un 20 a un 25%, y mientras los costos de construcción se hayan incrementado en los mismos parámetros, esto no impide que la demanda se mantenga estable y, por consiguiente, la oferta persiga ese requerimiento del mercado, construyendo cada vez más y más edificios.

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