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ECONOMIA

La crisis griega se agrava y pone en jaque a la zona del euro

Pese a los buenos números de Alemania y Francia, los temores al derrumbe de la moneda única europea subsisten y hacen caer a los mercados.

Mientras Grecia busca en forma desesperada encontrar una salida a su enorme deuda, el deterioro social que acompaña al derrumbe financiero es cada vez más notorio, mientras las exigencias de nuevos ajustes parecen no tener fin.
La crisis ya ha generado la furia de la población, que se ve agravada por un aumento de las tensiones xenófobas, producto de una compleja situación social.
Un joven de 31 años de edad seguía hospitalizado al cierre de este informe en Atenas en estado grave, víctima del accionar policial durante una manifestación, el miércoles, contra la política de austeridad.
Y el recrudecimiento de la violencia se produce en un contexto social degradado por la profunda recesión que afecta el país por tercer año consecutivo y que hace temer no sólo un descontrol en las calles, sino también la profundización de la crisis, ante la falta de perspectivas de poder hacer frente a las obligaciones por parte del Estado.

Una buena

Con todo hubo una buena noticia el viernes, ya que se informó que la economía creció en los tres primeros meses del año un 0,8% por primera vez en 9 trimestres consecutivos, es decir que la crisis económica sigue siendo profunda. De esta forma se sumó a los buenos datos de Alemania y Francia, que también crecieron más de lo esperado 1,5% y 0,9%, respectivamente.
Sin embargo, las drásticas medidas de ajuste presupuestario y el aumento de los impuestos destinados a demostrar a los países acreedores que Grecia es capaz de administrarse y evitar una reestructuración de la deuda, que alcanzará el 152% del PBI del país a fines de año, no han hecho más que agravarla.
Esas medidas se traducen en un rápido aumento del desempleo, que en febrero se elevó al 15,9% (12,1% un año antes).
Además, la crisis coincide con un aumento de la violencia xenófoba en los barrios populares del centro de Atenas, transformados en verdaderos guetos a raíz del intenso flujo migratorio que registra el país, convertido en principal puerta de entrada de la inmigración ilegal en la Unión Europea.
Según una estimación de Médicos del Mundo, unos 30.000 emigrantes irregulares y en tránsito viven en esos barrios, donde conviven con toxicómanos y prostitutas y sufren las agresiones de “milicias” del grupúsculo neonazi Alba de Oro.
Y sin embargo, la policía parece estar sumamente presente y bien equipada en el centro de la capital griega, donde se realizan casi diariamente manifestaciones contra la austeridad, mientras las estadísticas sobre la criminalidad aumentan vertiginosamente desde primeros de año, señala Theodoro Papatheodorou, profesor de política criminal y presidente de la Universidad del Peloponeso.

Alarma

Pero si el cuadro de situación de Grecia es grave, peor aún son las perspectivas. La Comisión Europea presentó este viernes previsiones pesimistas para la economía de Grecia en 2012, que indican que ese país registrará un aumento de la deuda pública de hasta el 166,1 por ciento del PBI y un déficit público de 9,3 por ciento.
Y si la deuda pública griega fue en 2010 de 142,8 por ciento, en 2012 estará en torno de 166,1 por ciento, cuando el Pacto de Estabilidad de la UE tolera un máximo de 60 por ciento del PBI de deuda estatal. Paralelamente el déficit público apenas se reducirá, según el mismo informe. Será en 2011 de 9,5 por ciento, comparado con el 10,5 por ciento de 2010, y para 2012 se colocará en 9,3 por ciento. Y todo ello, asumiendo que las duras medidas de austeridad del Gobierno “sigan su curso sin cambios”, comentó Bruselas.
Lo cierto es que el objetivo de Atenas es tener su déficit bajo control, por debajo del límite del 3 por ciento del PBI, para 2014, parece una utopia.
Mientras tanto, siguen las especulaciones en torno de una posible reestructuración de la deuda, y a la necesidad de un segundo rescate de la economía más frágil y expuesta de entre los 17 socios de la eurozona.
Una alternativa que el Gobierno rechaza de plano pero que cada vez parece estar más cercana. En abril del año pasado, Grecia tuvo que apoyarse en un paquete de salvataje de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 110.000 millones de euros para no caer en default. Todo ello, a cambio de un durísimo paquete de ajuste, que según algunas fuentes, podría ser insuficiente.
Mientras tanto, las autoridades europeas reclaman más ajustes, según declaró el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn. El responsable de la economía de la Unión lanzó estas advertencias en la presentación de las previsiones económicas semestrales. Los datos de la Comisión pronostican que el déficit público de este año alcanzará el 9,5% del PBI, casi dos puntos por encima de lo comprometido.
Rehn reconoció que Grecia estaba efectuando un esfuerzo de ajuste “sin precedentes”, aunque insistió en que Atenas debe aplicar estas políticas y reformas, comprometidas por el gobierno de Yorgos Papandreu que alcanza a los 23.000 millones de dólares y poner en marcha un plan de privatizaciones de 50.000 millones.
Los nuevos datos sobre la deuda griega abonan las tesis de los partidarios de la reestructuración o suspensión de pagos de la deuda, postura que choca sobre todo con los responsables del Banco Central Europeo, lo que genera un clima de incertidumbre en la eurozona, donde además de Grecia, Irlanda, Portugal y España pasan por situaciones difíciles y que hace temer que alguna de estas economías puedan declararse en cesación de pagos, pese a los enormes paquetes de ayuda, que llegaron a todos estos países salvo España.
Y es precisamente la economía española, por su magnitud la que más preocupa, porque podría impactar en forma terminal sobre sus vecinos mayores, que pese a recuperarse, apenas están saliendo de la peor recesión en décadas.

Latinoamérica el ejemplo


Lo cierto es que la crisis de la deuda latinoamericana a inicios de los 80’s comienza a ser cada vez más un punto de referencia en la búsqueda de respuesta a la situación financiera que enfrentan países europeos, particularmente Grecia.
En agosto de 1982, México hizo temblar el mundo financiero internacional cuando declaró que no estaba en condiciones de pagar su deuda, y lo propio hicieron posteriormente Brasil, Venezuela, Argentina y Chile. Las circunstancias de cómo se llegó a ese punto no son necesariamente las mismas del caso griego, pero pese a esto, cada vez más los analistas económicos están trazando paralelos entre la crisis de la deuda latinoamericana y la crisis financiera europea. Y cada vez son más los analistas que ven en un default generalizado la única salida.
Es más, la revista británica The Economist también ha resaltado la similitud de estas crisis: “Grecia está tan quebrada como lo estaba México y otros países latinoamericanos en 1982”, y destaca que las lecciones de la crisis latinoamericana no pueden ser ignoradas.
Para algunos de estos expertos, la principal lección de Latinoamérica es que “tratar de retrasar la reestructuración no ayuda y más bien hacen que un eventual default sea de mayores proporciones y mucho más doloroso”.
El problema, según resalta la revista The Economist, es que cuando llegó la reestructuración de la deuda, América Latina había perdido ya una década, y señala que lo mismo podría suceder con Grecia si su deuda no se reduce a niveles sustentables.
Claro, la sóla perspectiva de una cesación de pagos griega genera pánico en los mercados. En especial porque temen que el contagio llegue pronto a Portugal y a Irlanda. Y temen que de alcanzar a España el deterioro alcance a los 27 miembros de la Unión Europea.
Por ahora, países como Alemania y el Reino Unido, donde están los principales bancos acreedores griegos resisten, pero las dudas subsisten. A tal punto que los mercados cada vez están más inquietos.

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