unidad de genero
Roxana y Julieta representan un paso adelante para la inclusión laboral.
INCLUSIÓN LABORAL

El Hospital de Junín incorporó a dos trabajadoras mediante el cupo trans

Se trata de Roxana, que se desempeña en el área de administración, y Julieta, que integra la Unidad de Género.

Con la decisión de ajustarse a la normativa que establece que el uno por ciento de la totalidad de cargos y contratos en la administración pública debe ser para personas travestis, transexuales y transgénero, la dirección del Hospital Interzonal de Junín incorporó a dos trabajadoras mediante el cupo trans.
Según destacaron desde el nosocomio en su portal, se trata de Roxana, que ingresó como empleada administrativa y en la actualidad se desempeña en el área de atención al público de los Consultorios Externos, y de Julieta, quien integra el equipo de trabajo de la Unidad de Género.

Historias de vida
En relación con su historia, Roxana contó: “Mi ingreso al hospital se dio de una manera particular porque yo vine a hacer una consulta y la terminé conociendo a Florencia (Riera), que es la coordinadora de la Unidad de Género. Ella me asesoró y me explicó que estaba la posibilidad de ingresar a trabajar”.
“Me llamó poderosamente la atención, pero me gustó la idea y decidí que sí. Y acá estoy, trabajando con un grupo que la verdad no puedo quejarme de nada. Todos me han recibido muy bien”, agregó.
Sobre los cambios que se produjeron en su vida al contar con un trabajo estable, Roxana expresó: “Me siento totalmente agradecida, obviamente, gracias a Florencia que gestionó todo esto y gracias a la dirección del hospital. El buen recibimiento fue absoluto”.
Sobre su primer sueldo aseguró: “Cobré hace poco y el solo hecho de ir al banco y de tener una tarjeta de cobro me genera mucha emoción. No sabía manejarla porque nunca pensé que iba a tener una, tampoco pensé que iba a poder llegar a tener una mutual. Todo esto nos cambió y mucho”.
“Para nosotras esta oportunidad es importante y también es una gran responsabilidad porque tenemos que demostrarle a la gente que nosotras también podemos exigir respeto, podemos dar respeto y podemos ocupar un lugar sin desmerecer a nadie y sin perjudicar a nadie”, finalizó.

Un cambio rotundo
Por su parte, Julieta contó: “A mitad de este año me enteré que en el hospital se había conformado una oficina de género y me acerqué con la idea de conseguir trabajo”.
“Después de luchar varios meses logré la aprobación y comencé a trabajar justamente en la Unidad de Género. Mi trabajo consiste en aportar mi experiencia en las distintas problemáticas que van surgiendo. Estamos pendientes de las problemáticas de violencia y de las chicas que por ahí no pueden acceder a la salud por discriminación o por el maltrato”.
Reconoció que haber conseguido trabajo ha generado un cambio rotundo en su vida: “Yo me dedicaba a la prostitución y lo hacía porque es lo único que nos queda a la mayoría de las chicas del colectivo trans”.
“Antes a las 10 de la mañana recién me estaba acostando. Y ahora es otra vida. Me acuesto temprano, me levanto temprano, desayuno como corresponde y vengo a cumplir con mi trabajo. Es un cambio que nunca pensé que podía llegar, pero se dio. Lo soñé siempre, luché y se me dio. Y sinceramente estoy muy agradecida”.

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