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BAJA DE LA ACTIVIDAD

La venta de inmuebles con créditos hipotecarios cayó un 38% en un año

Referentes inmobiliarios de nuestra ciudad remarcaron en diálogo con Democracia la drástica baja de las operaciones inmobiliarias con los UVA y las expectativas para lo que resta del semestre y el próximo año.

La caída de la actividad económica comenzó a mostrar sus efectos y el mercado inmobiliario comenzó a sufrir consecuencias más marcadas en los últimos meses. 
En el mes de julio último, la venta de propiedades cayó un 9% comparada con el mismo mes del año pasado; y las que se realizaron a través de un préstamo hipotecario disminuyeron un 38% en el mismo periodo, según datos proporcionados por el Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires.
Si bien julio profundizó la caída de las ventas que, aunque leve, había comenzado en junio, el impacto más fuerte en la actividad es el descenso en tobogán de las operaciones realizadas a través de créditos hipotecarios.
Democracia dialogó con referentes inmobiliarios de nuestra ciudad quienes remarcaron la drástica baja de operaciones con créditos en el mercado y las expectativas para lo que resta del semestre, de cara a 2019. 

“Los créditos desaparecieron del mercado. No hay compradores, ni posibilidades, ni consultas con créditos hipotecarios”.

Los créditos, “desaparecidos” del mercado
La crisis cambiaria iniciada en abril y su efecto recesivo posterior, comenzaron a enfriar la actividad inmobiliaria. Sobre todo en la toma de préstamos hipotecarios.
Daniel Di Palma, presidente del Colegio de Martilleros local explicó que en los últimos sesenta días “los créditos desaparecieron del mercado” y agregó que “no hay compradores, ni posibilidades, ni consultas con créditos hipotecarios”.
Lejos de haber solo un motivo, el titular del Colegio aseguró que hay varios factores que influyen para que eso ocurra. 
“Es muy improbable que alguien tome un crédito con la variación que han tenido los UVA, porque se ajusta capital, se ajusta la cuota y en consecuencia el mercado está dolarizado y el crédito sigue siendo dado en pesos por lo que se produce un desfasaje en el ingreso de la gente, la inflación, el valor de los inmuebles. La poca demanda del crédito en la gente es por los cambios que ha tenido de intereses y capital de los que ya sacaron”, indicó.
Por su parte Claudio Roggero, dueño de Roggero Propiedades aseguró que “en los últimos sesenta días han bajado un 100% las operaciones con créditos”.

“Mermó mucho en general y el crédito se frenó. Hoy casi no hay consultas. Antes tenías varias al día. Te diría que se fue dando en los últimos 60 días”.

El martillero destacó que “desde que comenzó a moverse el dólar, de 20 a 22 pesos ya las líneas de crédito quedaron fuera del circuito pero no solo por los valores de las propiedades sino más por los tiempos que tienen los bancos de liquidar los créditos, que en un momento de determinada estabilidad te permitían comenzar la operación y cerrarla. Pensá que en el momento en que firmabas un boleto tenías en algunos casos hasta 120 días hasta que firmabas la escritura y hoy sería inviable desde  todo punto de vista”.
Respecto de los créditos UVA, Roggero destacó que “no aumentaron su valor de cuota de la misma manera que devaluó el dólar, pero es imposible tomar un crédito y no saber si vas a poder pagar la casa cuando te lo den. Esa es la realidad”.
Juan Manuel Bonanni, de Bonanni Propiedades, coincide en líneas generales con la situación planteada.
“Mermó mucho en general y el crédito se frenó. Hoy casi no hay consultas. Antes tenías varias al día y hoy eso cambió mucho. Te diría que se fue dando en los últimos sesenta días”, aseguró.
Según Bonanni, hubo quienes desistieron del UVA: “Muchos clientes y conocidos que habían sido beneficiados con el UVA lo terminaron dejando de lado. Es mucho el valor que tienen que afrontar y eso los echó para atrás”.

“Desde que comenzó a moverse el dólar, ya las líneas de crédito quedaron fuera del circuito más por los tiempos que tienen los bancos. Hoy sería inviable”.

Remontar expectativas
La difícil situación acentúa el temor, que según Bonanni “se da por los cambios constantes que se ven a diario y genera un temor. Hasta que no se acomode este cimbronazo que estamos viviendo, va a haber incertidumbre”. 
Para el presidente del Colegio de Martilleros, “estamos ante un mercado que se está reacomodando. Estamos viendo cuál va a ser el precio definitivo del dólar y en consecuencia, tomar medidas y valuación de las propiedades nuevamente”.
“Se avizora un año político”, recordó Di Palma, “y a partir de marzo hay una carrera política electoralista que va a influir en los mercados, todo depende de que se puedan cumplir las metas y mantener un dólar medianamente estable. Entraríamos en un año que tal vez vislumbraría un repunte si se dan las condiciones para principio del año que viene”.
Roggero aseguró que buscarán “en estos días, entre todos los profesionales de la ciudad consensuar un esquema que bien luego te lo marca el mercado, si se vende o no se vende, si no se vende se baja el precio y si se vende, se sostienen los valores”.
“Hay incertidumbre pero en este tipo de devaluaciones hay un nido de oportunidades importantes y hay quienes las están aprovechando. Si disponías de una cantidad de dólares, hoy con un poquito menos te podés hacer de la misma casa y no deja de ser un momento de oportunidad”, apuntó.
Para lo que resta del año refirió “creo que va a ser una etapa de acomodo de valores y de darle certidumbre al mercado. Tenemos expectativas de lo que pueda pasar el año que viene”.

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