El guitarrista Víctor Bertamoni es uno de los cofundadores de la banda de rock/pop Estelares.
El guitarrista Víctor Bertamoni es uno de los cofundadores de la banda de rock/pop Estelares.
MÚSICO DE RECONOCIDA TRAYECTORIA

Víctor Bertamoni: “En Estelares somos trabajadores de la canción”

Junto a Manuel Moretti fundó, hace más de 20 años, la banda con la que grabó ocho discos y que actualmente se mueve dentro de la constelación en la que juegan las grandes ligas de la música popular.

Si Manuel Moretti es el líder, poeta, voz y frontman de Estelares, el papel que le tocó al cofundador de la banda, Víctor Bertamoni, es el del sostén musical de esa conjunción pop-rock-melódico que arrancó en los primeros 90, explotó a mediados de 2000, para consolidarse en esta década como una agrupación importante dentro de la constelación en la que juegan las grandes ligas de la música popular.
Lejos de considerarse un partícipe secundario, el de “Torio” –como se lo suele llamar a Bertamoni– es un rol que disfruta interpretar porque está puesto al servicio de la música. Más específicamente: de la canción. Y eso es lo que busca Estelares, en palabras del guitarrista: “Somos trabajadores de la canción”. Un género que exploran tan bien, que los mantuvo en la ruta por más de veinte años, en un constante ascenso.

Peregrino
La madre de Bertamoni estudió guitarra clásica y desde que él era chico el instrumento “estaba ahí”, en su casa. Pero no fue hasta el secundario cuando Víctor acercó sus dedos a las cuerdas, luego de escuchar a dos compañeros del Colegio Comercial que tocaban canciones de rock nacional.
Entonces estudió con Osvaldo Moris y con Raúl Saldías. También pasó por bandas como Café Tokio, La Academia de la Intuición o El Cuerpo Limitado.
Luego, se fue a estudiar diseño gráfico a Buenos Aires, pero al año se trasladó a La Plata.
Al tiempo volvió a cambiar: arrancó la carrera de Composición Musical en Bellas Artes y allí se acercó a Moretti. “Yo lo conocía de Junín –recuerda–, lo vi con su banda Licuados Corazones y me pareció un gran intérprete que tenía algo para decir. Me parecía muy interesante cómo escribía, aunque todavía era todo muy primitivo y catártico. Ya se había separado de esa banda, tenía canciones, a él le gustaba cómo tocaba yo la guitarra, y así arrancamos. Fue en 1991 y desde entonces no paramos más”.
Fundaron Los Peregrinos, grupo que en poco tiempo se ganó un lugar en la escena platense.

“Fue todo muy lento, no fue un éxito rotundo, eso estuvo bueno”.

Estelares
Los Peregrinos no habían cumplido su primer aniversario cuando se separaron. Torio y Manuel quedaron “otra vez solos, tocando con músico prestados”, hasta que lograron conformar una nueva banda: Estelares.
Gustavo Gauvry, dueño de Del Cielito Récords, los vio tocar y les dijo que le interesaba editarles un disco. Y en 1996 lanzaron su álbum debut: “Extraño lugar”.
“Todo eso era hermoso, el disco tuvo buenas críticas y todo”, recuerda Bertamoni, que “no podía creer” lo que les estaba sucediendo.
Dos años más tarde grabaron “Amantes suicidas”, también en Del Cielito, y al tiempo se fueron de la compañía.
Más adelante Juanchi Baleirón se interesó en lo que hacían y el guitarrista de Los Pericos les produjo el tercer disco. Fue un proceso de años porque “era todo muy artesanal, sin método ni compromiso”, ya que Juanchi lo hizo para darles una mano. Así surgió “Ardimos”, editado por Pop Art, como todos sus discos siguientes.

“La banda es un resultado de las facultades y los bares de La Plata”.

El salto
La edición de “Sistema nervioso central” significó un gran salto para Estelares: “Pasamos de esa cuestión independiente, de tocar cuando se podía, de autoproducir las fechas, a que nos llamen, porque temas como ‘Un día perfecto’ o ‘Ella dijo’ eran hits”.
Eso les permitió empezar a vivir de la música y Bertamoni pudo dejar su trabajo de gestor y quedarse con la banda y algunos alumnos.
“Una temporada en el amor” continuó el camino del disco anterior y les permitió seguir creciendo. “Era todo muy asombroso –comenta Víctor–, tal vez porque suponía que no se podía vivir de la música, y veía que con esto me podía a ir a España, Uruguay, Paraguay”.
El camino fue siempre en ascenso, pero peldaño a peldaño: “Fue todo muy lento, no fue un éxito rotundo, así que eso estuvo bueno”.
El siguiente trabajo, “El costado izquierdo”, lo produjo el propio Bertamoni porque Baleirón no podía por compromisos que había asumido.
Finalmente, el año pasado editaron “Las Antenas”, otra vez con Juanchi: “Es un disco que nos trajo muchas satisfacciones, estamos muy contentos. Y fue el disco con el que empezamos a ir a México y queremos seguir yendo a Latinoamérica”.

“Nos gusta el formato canción, nos jugamos por eso, siempre lo defendimos y nunca nos interesó un género en especial: la canción tiene que sonar y estar bien”.

La banda
Para Torio, la evolución de Estelares en el tiempo permitió que se consolidara la química entre sus integrantes. Y hoy tiene claro quiénes son: “En Estelares somos trabajadores de la canción. Hicimos la banda para que las canciones que tenía Manuel en el tintero suenen como tenían que sonar y se vistan como se tenían que vestir. Hemos laburado para eso, nos gusta el formato canción, nos jugamos por eso, siempre lo defendimos y nunca nos interesó un género en especial, sino que la canción tiene que sonar y estar bien. Para eso trabajamos”.
Finalmente, admite que, más allá de que él y Moretti sean juninenses, cree que “la banda es de La Plata”. Y profundiza: “Estelares nació acá. Aunque la semilla fue de allá y Manuel tiene un montón de imágenes que se reflejan en las letras, creo que la banda es un resultado de las facultades y los bares de La Plata, de un entrecruzamiento que se dio acá”. 

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