El miedo a la hambruna crece en Gaza mientras niños demacrados son atendidos en los hospitales, en un contexto en el que casi el 16% de los menores de esa región vapuleada por Israel sufren ya desnutrición aguda, según alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El deterioro del estado nutricional de la población de Gaza —en particular la del norte— en los cuatro meses transcurridos desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás “no tiene precedentes a nivel mundial”. Es el rotundo mensaje que ha lanzado este martes en Ginebra la Organización Mundial de la Salud (OMS, en sus siglas en español), la agencia sanitaria de la ONU, tras visitar, en algunos casos por primera vez desde el 7 de octubre, varios hospitales del norte de la Franja.
La tasa de desnutrición aguda —la que provoca una emaciación o adelgazamiento irreparable— de los menores en el enclave ha pasado en este periodo del 0,8% al 15,6%.
El 90% de los niños y el 95% de las mujeres embarazadas y lactantes se enfrentan a una situación de penuria alimentaria extrema.
Un informe dramático, divulgado pocas horas después de que se conociera otro informe de la ONU que apunta a la probable violencia sexual ejercida por Hamás contra las rehenes, e ilustrativo del infierno en que se ha convertido la vida en la Franja.
En ese sentido, la ONU obtiene “información clara y convincente” de violencia sexual contra los rehenes en Gaza, en un informe que señala además “motivos para creer” que se produjeron violaciones durante el ataque del 7 de octubre organizado por Hamás. Israel, en tanto, acusa a António Guterres de “intentar silenciar” los hallazgos y llama a consultas a su embajador.
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