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INTERNACIONAL

El airbag impidió que la masacre sea mayor

El airbag de la furgoneta con la que el terrorista Younes Abouyaaqoub mató a 14 personas e hirió a más de 100 impidió que la masacre en Las Ramblas de Barcelona fuera aún mayor. Los numerosos impactos recibidos por el vehículo en los 500 metros en los que embistió a las personas que paseaban por el centro de la rambla provocaron que el sistema de protección del conductor saltara automáticamente y se bloqueara el sistema eléctrico, según fuentes de la investigación.
Esta explicación aclara la incógnita de por qué el terrorista detuvo el vehículo en ese punto y logró escapar en medio de la confusión, cruzando el mercado de la Boquería, atravesando a pie el centro de la ciudad y robando un coche y matando a su propietario.
Según la investigación policial en marcha, todo indica que Abouyaaqoub improvisó el ataque en Las Ramblas después de que la noche anterior estallaran los explosivos con los que pretendían atentar de forma inminente en uno o más puntos de Barcelona. La célula terrorista estaba formada por doce miembros que iban a actuar el mismo día o los siguientes.
Los Mossos trabajan con la hipótesis de que la explosión, la noche del día 16, en la casa de Alcanar (Tarragona) donde los terroristas preparaban las bombas precipitó los atentados del día siguiente en Barcelona y Cambrils, que los terroristas "no pudieron hacer de la forma prevista, con el uso de explosivos, porque se habían inutilizado".
De esta forma, los terroristas tuvieron que cambiar de planes y no pudieron llevar a cabo su objetivo inicial, que era cometer de forma "inminente", el mismo jueves o en los días inmediatamente posteriores, uno o varios atentados en puntos centrales de Barcelona con furgonetas-bomba (habían alquilado tres furgonetas), con el objetivo de causar "bastante más daño" del que provocaron, con 15 muertos.
La vivienda de Alcanar, donde fallecieron al menos dos de los terroristas en la explosión que se produjo cuando preparaban las bombas, era la base de operaciones de la célula terrorista desde hace unos seis meses, cuando la habían ocupado, aunque los Mossos no recibieron en este tiempo ningún aviso ni tuvieron ninguna sospecha de lo que estaba ocurriendo.
En la casa de Alcanar, los Mossos localizaron más de 120 garrafas de butano y material habitual del ISIS para fabricar explosivos, como acetileno y TATP, y siguen buscando más material, aunque el proceso es muy laborioso porque existe el riesgo de que haya más detonaciones.
El imán no tiene antecedentes penales vinculados al terrorismo, aunque sí tuvo relación con un implicado en investigaciones sobre los atentados de Madrid del 11-M.
Los investigadores también están tratando de confirmar, con la colaboración internacional, los viajes previos que hicieron los integrantes de la célula a países como Marruecos (del que varios son originarios) o Suiza. De hecho, al menos uno de los miembros de la célula estuvo en Suiza a finales del año pasado, según la Oficina Federal de la Policía helvética.

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