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Prueba para el socialismo de Ecuador

El ideario socialista implantado hace diez años en Ecuador será puesto a prueba el domingo en unas elecciones presidenciales en las que las políticas del mandatario saliente, Rafael Correa, son desafiadas por opciones moderadas o neoliberales.
El oficialista Lenín Moreno llega a las elecciones como favorito de las encuestas con promesas de continuar la obra que inició Correa en marzo de 2007, pero la diferencia que se le atribuye no parece suficiente como para asegurarle el triunfo en la primera vuelta.
El sistema ecuatoriano establece que habrá balotaje si ningún candidato consigue reunir la mitad más uno de los votos o el 40 por ciento de los sufragios con una diferencia de diez puntos porcentuales sobre su inmediato perseguidor.
El desgaste, los problemas en la marcha de la economía y una serie de denuncias que involucran a distintos funcionarios en casos de corrupción no despojaron al oficialismo del primer lugar en los sondeos, pero al parecer erosionaron sus posibilidades de asegurarse una continuidad del modelo en primera vuelta.
Si esos pronósticos se confirman, solo dos propuestas serán puestas al debate para un balotaje de resultado incierto, afirman los analistas.
Los principales desafiantes de Moreno son el banquero Guillermo Lasso, impulsor de una propuesta liberal para la economía, y la diputada opositora Cynthia Viteri, cuyos caudales electorales parecen parejos en los sondeos.
Moreno, quien fue vicepresidente del país entre 2017 y 2013 y padece una paraplejia que lo obliga a movilizarse en silla de ruedas a causa de un accidente automovilístico, pretende ampliar la base de electores con un discurso moderado y de consenso sobre el cuál profundizar y a la vez corregir el modelo que impuso Correa.

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