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EL FENÇOMENO OCURRIRÁ EL PRÓXIMO DOMINGO POR LA MAÑANA

Argentina, un palco privilegiado para el próximo eclipse de sol

El mejor punto de observación estará cerca de Esquel.

La Argentina tendrá el próximo domingo un palco excepcional para observar el eclipse anular de Sol, que se podrá ver desde cualquier lugar de nuestro país. Si bien el mejor punto de observación estará sobre una franja de territorio que pasa al sur de la ciudad de Esquel, el fenómeno podrá disfrutarse también desde La Plata, aunque como un eclipse parcial.
Los eclipses de Sol, como muchos saben, se producen cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el disco solar; y según cuánto cubra la Luna al Sol se los identifica como un eclipse total, parcial o anular. El eclipse del próximo domingo será anular, lo que significa que durante un instante el Sol quedará visible de manera tal que se apreciará como un gran anillo brillante. Así lo verán sin embargo sólo quienes se encuentran en Chubut; para el resto será un eclipse parcial, que ocultará en mayor o menor medida una parte del disco solar.
En el caso de La Plata, las proyecciones astronómicas indican que el eclipse comenzará a las 9:31; alcanzará su punto máximo a las 10:54 y terminará a las 12:24. Aunque durante el fenómeno la luz solar no tendrá tanta intensidad como es habitual, desde la Facultad de Ciencia Astronómicas recomiendan no intentar observarlo de manera directa o con filtros, anteojos, ni binoculares inadecuados, ya que puede dañar la vista.
“El anillo de luz solar que rodeará a la Luna podrá observarse durante casi un minuto solamente en una estrecha banda de aproximadamente 50 kilómetros de ancho que cruza el sur de la provincia de Chubut. En el resto del país el eclipse será parcial ya que nuestro satélite cubrirá solamente una parte del disco solar. Como la porción cubierta disminuye con la distancia a la banda de anularidad, el Sol quedará cubierto entre un 98% y 85% en la Patagonia, alrededor del 80% en el sur de la provincia de Buenos Aires y un 50% en la región de Cuyo”, explica la doctora María Silvina De Biasi, docente de la Facultad de Ciencias Astronómicas de la UNLP e investigadora del Conicet.

No sólo un espectaculo
Mas allá de un espectáculo sorprendente, los eclipses de Sol ofrecen a los científicos una valiosa oportunidad para aprender más sobre él. “Debido a su baja densidad, la corona solar sólo puede observarse claramente durante los eclipses, fundamentalmente los eclipses totales”, cuenta la doctora en Física Cristina Mandrini, investigadora superior del Conicet.
“La corona es prácticamente invisible la mayor parte del tiempo porque su brillo se ve opacado por el de la superficie solar, que tiene una densidad unos 4-5 órdenes de magnitud mayor. El brillo total de la corona solar es menor a un millón de veces al brillo de la superficie solar. Durante un eclipse natural se ve claramente la estructura global de la corona y cómo la misma varía a lo largo de lo que se llama el ciclo solar. Esto nos ayuda a comprender la generación y evolución del campo magnético solar de gran escala. También se puede observar estructura de menor escala, como las protuberancias que eventualmente se ven por encima del limbo solar”, comenta la investigadora.
Pero además, en un eclipse solar existe una ocultación transitoria o total de la radiación solar incidente provocada por la trayectoria de la sombra de la Luna, y en consecuencia esto produce un decrecimiento en la densidad electrónica de la ionósfera. Gracias a los eclipses solares los científicos han podido estudiar ciertas propiedades de la ionósfera en condiciones únicas de laboratorio, que han ayudado a mejorar los modelos físicos existentes y con esto entender mejor el comportamiento de una capa fundamental para el desarrollo de la vida humana y las comunicaciones.

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