EN EL MARCO DE UN ALZA EN TODO EL PAIS

Luego de una caída histórica, mejora el stock de ganado bovino en la Provincia

Según el Gobierno nacional, la cantidad de cabezas subió un 5% en Buenos Aires, respecto al año anterior. No obstante, hoy existen casi 5 millones de animales menos que en 2007

Con un tono que rozó el triunfalismo, el gobierno nacional acaba de anunciar que sigue aumentando el stock bovino en la Argentina, lo que supone una recomposición de la existencia de ese ganado que se utiliza para la producción de carne vacuna y todos sus derivados. Comparando marzo de este año con el mismo mes del anterior, la suba fue de 1,3% a nivel nacional.

En la provincia de Buenos Aires el aumento fue porcentualmente mayor: un 5% respecto al año anterior. Según esos números oficiales, en el territorio bonaerense el total de cabezas bovinas llega hoy a 17.476.258. Eso representa 863.569 “existencias” más que en marzo de 2013. La mala noticia es que en el 2008, como para citar un año más o menos reciente, había unos 21 millones. Prácticamente 3,5 millones más de las que se ven ahora. Y eso que, teóricamente, se evidencia una tendencia alcista desde hace un tiempo.

El stock bovino se divide entre vacas, vaquillonas, novillos, novillitos, terneros, terneras, toros, toritos y bueyes. En el cálculo total, la vaca propiamente dicha es la que más números de ejemplares aporta. De acuerdo a los datos recientes, en todo el país las cabezas totales –de todos los tipos de ejemplares- ascienden a 51.646.544. 

Todos los datos se desprenden de un informe de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación en base a información suministrada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

Según Jorge Dillon, subsecretario de Ganadería del Ministerio de Agricultura de la Nación, ese crecimiento de la cantidad de cabezas en la Provincia de Buenos Aires, que supera a la media nacional, encuentra su clave en que “en la Cuenca del Río Salado en su conjunto es donde mayor fue el aumento de la hacienda ya que se destaca como una región donde se dio una suba de un 10% por encima del resto, algo que pudo comprobarse en 20 de los 24 partidos que la integran”.

En criollo: el crecimiento de las cabezas en esa zona de la Provincia hizo que subiera el porcentaje a nivel provincial.  


Una caída estrepitosa


Pero la verdad es que, la Provincia en particular y la Argentina en general, vienen de un período de sistemática pérdida de cabezas de ganado bovino. Gremios del sector y asociaciones patronales le endilgan esa baja a las políticas que ha implementado el Gobierno en el área, en especial durante la segunda presidencia de Cristina Fernández.

Siempre según los números oficiales disponibles en el SENASA y en el ministerio de Agricultura nacional, en el 2007 –cuando la Presidenta inicia su segundo mandato- en la Provincia de Buenos Aires se registraban 22.379.473 cabezas de ganado bovino, en un  marco de cifras bastante elevadas a nivel nacional (eso representa casi 5 millones de cabezas menos de las actuales).

Unos meses antes de la reelección de la Presidenta, el Gobierno comenzó un proceso en todo el país de sistemática intervención en el sector ganadero, buscando priorizar el consumo interno a precios accesibles y desalentar las exportaciones, que en el año 2005 habían alcanzado la segunda marca histórica.

Es así que la Casa Rosada tomó una serie de medidas, como el aumento en el peso mínimo de faena (a 280 Kg), acuerdos con la industria para reducir el precio de los cortes más populares y un aumento en los derechos de exportación del 10%. 

Sin embargo, las exportaciones no menguaron en la medida que esperaba el Gobierno y entonces se creó, con espíritu de filtro, el Registro de Operaciones de Exportación y luego se anunció el cierre total de las ventas al extranjero por seis meses.

A partir de 2008, y con el disparador que supuso la idea de las célebres retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias, comenzó la recordada guerra frontal entre el campo y el Gobierno en un contexto donde la rentabilidad de los productores cárnicos caía mientras aumentaba el precio de los granos, en especial la soja. Lo inevitable: muchos productores prefirieron ocupar la superficie donde criaban vacas con plantaciones sojeras. 

Sólo en Buenos Aires, la caída de existencias bovinas entre 2007 y 2008 representó más de un millón de cabezas, según los datos oficiales disponibles en la web. El pico más bajo, a nivel nacional y provincial, se dio en 2011: el país finalizó el año con un stock de 48 millones de cabezas de ganado bovino, lo que significó una pérdida de unos 10 millones con respecto a los números que se registraban en 2006, antes de la fuerte intervención gubernamental en el área. En la Provincia se arañaban en aquel momento los 16 millones de ejemplares.


Establecimientos 


Otra variable para graficar la caída de esta actividad –un sello de la Provincia, con rica historia ganadera- es la cantidad de establecimientos o unidades productivas que trabajan el ganado que han desaparecidos en estos años. 

Según SENASA, se define como establecimiento la superficie de tierra contigua, aunque fuese atravesada por algún accidente geográfico como arroyos, ríos u obras de infraestructuras, donde se realiza cualquier tipo de producción agropecuaria. Los establecimientos se estratifican de acuerdo a la cantidad de ganado que trabajan (Ejemplo: hasta 100 bovinos; de 101 a 250 bovinos, y demás).

El concepto de unidad productiva se utiliza para individualizar e identificar a cada uno de los titulares –personas físicas o jurídicas- que poseen ganado dentro de un mismo establecimiento agropecuario. 

En números: entre 2007 y 2013 desaparecieron unos 7 mil establecimientos a los largo y a lo ancho del territorio provincial. 

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