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Darío Ozán, uno de los choferes reducidos por los delincuentes.
DISFRAZADOS DE POLICÍAS

Millonario robo en una terminal de micros

Seis delincuentes se apoderaron de más de $ 1.500.000 cuando había más de 30 empleados de El Rápido Argentino que esperaban para cobrar el sueldo.

Con falsos uniformes de policías, handies, armas y datos certeros, al menos seis hombres protagonizaron un golpe comando en la terminal de la empresa El Rápido Argentino, en el barrio Hernández de La Plata, donde redujeron a varias personas y escaparon con un millón y medio de pesos.
¿En qué se sostiene la sospecha de que tenían buenos datos? El ataque ocurrió en los instantes previos a que el personal de esa firma -ahora gerenciada por los dueños de la empresa La Plata Bus- cobrara parte de los sueldos del mes de junio.
Y, como lo revelaron algunos testigos del episodio, los asaltantes estaban al tanto de que uno de los dueños de la empresa iba a llegar en cualquier momento. Es más, sabían la marca y el color del vehículo en el que iba a ingresar en esas instalaciones.
Por eso, al cabo de por lo menos media hora de extrema tensión - encañonaron con un arma a un chofer creyendo que era el empresario y a éste le pegaron- los delincuentes lograron escapar de la escena con el dinero.
Algunos de los empleados del lugar coincidieron en estimar que los asaltantes “se habrán llevado alrededor de un millón y medio de pesos”, con el que estaba previsto pagar la mitad de los sueldos de junio a unos choferes, mecánicos y personal administrativo de esa compañía de micros.
La banda escapó en un Peugeot 307 de color gris, que dejaron abandonado a las pocas cuadras y desde ese lugar se les perdió el rastro.

Chalecos policiales
Todo empezó a las 15.30, cuando en la terminal había más de 30 personas, entre choferes, mecánicos y empleados administrativos. Uno de los colectiveros, Darío Ozán (62), estaba en el lugar cuando el terror irrumpió de la mano de seis hombres que decían ser policías.
“Nosotros estábamos preparados para que la empresa nos pagara la mitad de los sueldos del mes pasado”, contó Ozán, pero llegaron estos sujetos que “reclamaban ver la documentación de algunos micros incendiados en ataques de vandalismo”, recordó.
Aunque estos hombres tenían colocados chalecos como los que usa la Policía Bonaerense, “muchos de nosotros desconfiamos”, admitió el chofer, ya que, los usaban “debajo de camperas como las de cualquiera que anda por la calle. Algo bastante raro”, reflexionó el testigo.
Lo concreto es que con esa maniobra los ladrones lograron meterse en la terminal y tomar el control de la situación sacando las armas de fuego. A partir de ese momento se dividieron los roles.
“Cuatro subieron a la oficina administrativa de la planta alta con handies como los que usa la Policía y les pidieron a los dos que se quedaron en la entrada, que les avisaran cuando llegara un Toyota Corolla blanco”, reveló Ozán.
Ese el coche de Oscar Messmer, uno de los dueños de la empresa, que arribó unos 15 minutos después. Una vez que entró en el predio “lo abordaron para apuntarle y obligarlo a subir con ellos a la planta alta”, donde “también le pegaron, mientras le pedían que entregara la plata”, citó el chofer. “Uno le apuntó con un arma y le dijo a Messmer que si no se las daba le pegaban un tiro en un pie”, dijo otro de los conductores.

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