Miguel Todd: “La Iglesia no es para lucrar ni para hacer circo”

Michael Todd, el pastor que está al frente de la Iglesia Bautista Nueva Vida, nació en Statesboro, un pueblo muy pequeño del estado de Georgia, en Estados Unidos.
Tenía apenas once meses cuando la familia se mudó a la Argentina: “Mis padres son misioneros y como tales, vinieron a este país”, explica.
Los Todd se instalaron en San Antonio de Padua, donde se crió Michael, aunque a esa altura todos los conocían como Miguel. Su padre abrió una iglesia y él hizo su escolaridad en la Escuela Cristiano Evangélica Argentina (ECEA).
A los 19 años, aún sin un rumbo fijo en su horizonte, decidió ir a un seminario en Missouri, Estados Unidos. “Para mí se trataba de un estudio más profundo de la religión y cuando me decidí a ser pastor, el estudio fue más específico”, comenta.

Pastor
Permaneció algunos años en Estados Unidos, se casó y a principios de los 90 regresó a Argentina.
En ese tiempo sus padres iniciaron un recorrido por otras iglesias y Miguel tomó su lugar como pastor.
Un par de años después, decidió iniciar su propio camino. Primero pensó en irse a vivir a Viedma. Pero la ciudad no lo convenció. En uno de los viajes de reconocimiento del lugar pasó por Junín y le gustó.
En 1994, abrió la Iglesia Bautista Nueva Vida.
“Empezamos alquilando un local en Paraguay 45 –recuerda–, unos años después se nos abrió la puerta de alquilar un local en Álvarez Rodríguez, donde estuvimos también algunos años, hasta que no pudimos sostener más el alquiler. En ese entonces tuvimos la posibilidad de comprar un terreno en calle Alemania y mantuvimos la iglesia en mi casa durante dos años, hasta que pudimos construir nuestro templo e inaugurarlo en junio de 2011”.
Todd afirma que “cada lugar fue un nuevo comienzo”.

Iglesia Bautista
Al momento de explicar las características de la Iglesia Bautista, Todd señala que la diferencia con otros grupos evangélicos en que su fundamento es la palabra de Dios: “Nosotros adherimos de una forma más literal a la interpretación de las doctrinas. Tratamos de hacer las cosas seriamente basándonos en esa enseñanza. Creemos que la Iglesia no es para lucrar ni para aprovecharse de la gente, ni para hacer circo, es más un compromiso. No es tanto una práctica religiosa, sino una forma de vida, una relación personal con Cristo. La gente a veces se asombra cuando le digo que no somos religiosos, sino que somos gente de fe, porque según mi definición, una religión es una lista de cosas, pero cumplir con una lista de reglas no te hace más espiritual, ni más santo, te hace religioso. No enseñamos una religión sino una relación personal”.
Para el pastor, “uno puede cumplir una lista de reglas por fuera pero por dentro no tener ningún cambio”, y para ratificar su postura, recuerda que “la discusión más grande que tenía Jesús en la tierra era con los líderes religiosos que eran muy severos al cumplir la ley, pero por dentro estaban podridos”. Y remarca que “Él los llamó ‘sepulcros blanqueados’ porque por afuera se decoraban y tenían toda su ornamenta oficial pero por dentro eran hipócritas y no les importaba la gente, sino que cumplían la lista de reglas”.
La obra y Junín
Para Todd es importante “trabajar en sociedad en la que estamos insertos y ofrecer ayuda” en la medida de sus posibilidades. Su esposa, comprometida con actividades de ese tipo, forma parte de Sentir la Vida, un grupo de apoyo a mujeres con cáncer.
Es por todo el trabajo realizado durante años que Miguel cree que quienes saben de su trabajo “tienen una mirada positiva” sobre la obra.
Aunque también sabe que puede haber recelos: “Algunos nos mirarán de reojo, con sospechas, porque hay tantas organizaciones que se han aprovechado de la fe de la gente que siempre está el que te observa pensando ‘qué me van a sacar’, o que al ver lo que hacemos pensará ‘algún curro debe haber’, pero siempre que uno trata de hacer algo bueno va a tener una oposición: se le opusieron a Jesús, mirá si no se nos van a oponer a nosotros”.
Con todo, Todd remarca que en general tienen “una buena reputación”, y eso es algo que tratan de cuidar.

Objetivos
Miguel asevera que el que realiza es “un trabajo de paciencia”, y amplía: “Este es el lugar donde Dios me puso y uno trata de serle fiel. Uno hace lo que le corresponde, trata de cumplir y Dios es el que da el fruto, que es en definitiva el que hace la obra. De a poco vamos creciendo, vamos adelantando, Dios nos ha dado mucho, nos ha bendecido en este lugar”.
Finalmente, señala que los objetivos de su proyecto son a largo plazo: “Uno quiere dejar una iglesia autónoma y el objetivo final es quedarme sin trabajo y que esta iglesia pueda seguir con otro pastor, que continúe creciendo y si termina mi carrera acá o si voy a empezar en otro lado, eso está en el Señor. La idea es seguir progresando y comunicando el mensaje y la palabra de Dios”.