El gobierno socialista francés presentó ayer su "plan estratégico" para el sector automotor, con el que busca evitar el cierre de fábricas y limitar el impacto de los despidos anunciados por PSA Peugeot Citroën.
El plan hace hincapié en ayudas al desarrollo de los autos eléctricos e híbridos y ofrece ayudas públicas para pagar las deudas a las empresas y contratistas. Así, los fabricantes de estos autos recibirán importantes ayudas y el 25% de los vehículos que comprará el Estado serán de los denominados ecológicos.
Peugeot Citroën dio a conocer sus perdidas semestrales y un nuevo plan de ajuste, que se suma al anunciado el 12 de julio de suprimir 8.000 puestos y cierre de una de sus seis fábricas francesas. Dos mil obreros se manifestaron frente a la sede de la compañía.
COMENTARIOS