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COSTOS Y PRECIOS

Del productor a la góndola, un abismo

La brecha en los valores de las materias primas con lo que se paga en el supermercado llega hasta el 1400%.

El productor recibe poco por las materias primas que obtiene de la tierra y el consumidor paga mucho cuando compra  en la góndola de los supermercados. Sin embargo, en general la población no imagina la enorme diferencia que existe y que en algunos casos puede trepar -en promedio- un 1.400%, según un estudio realizado por la entidad Confederaciones Rurales Agropecuarias (CRA).
Los economistas de la entidad hicieron un análisis de las diferencias en la cadena de producción que se dan en los productos lácteos, el trigo, el pan y las medialunas, y las frutas cítricas, entre otros.
En los lácteos, por ejemplo, las diferencias son más bajas que en el resto de los productos. Sin embargo, también superan el 200% en los quesos y el 300% en la leche. “En cuanto a los productos procesados, donde la materia prima precisa de instancias de elaboración más complejas, las brechas son aun más amplias”, explicó María José Maisterrena, una de las economistas responsable del trabajo.
En el caso del tomate pelado enlatado, el productor percibe 18 centavos por una lata de 400 gramos que el consumidor paga a razón de $ 6,50. La brecha asciende, en este caso, al 3.511%, según el informe.
Otro caso: por el trigo necesario para hacer una docena de medialunas el productor recibe 30 centavos, mientras que el producto final en las panaderías tiene un costo aproximado de $ 23 la docena.
El trabajo de CRA, titulado “De la tierra a la mesa”, intenta deslindar la responsabilidad de los productores en cuanto a la formación de los precios y a la abultada inflación que constatan los consumidores -diariamente- en los comercios.
Entre otros puntos, el trabajo expone, por ejemplo, que lo que se le paga a los productores por la materia prima sólo incide en un 16% (promedio) en el precio final de las góndolas.
Este número indica una participación menor a la que se mide en otros dos países destacados como productores de alimentos. En EE.UU., por caso, la incidencia es del 26%, y el 75% restante es explicado por otros factores como fletes, servicios, alquileres, salarios y comisiones, entre otros.
El caso de Nueva Zelanda es similar, explican los economistas de CRA: “22% del precio final de góndola es la incidencia del precio al productor, mientras que el resto es explicado por los demás factores”, explican.
El trabajo que analizó los precios al consumidor y al productor en más de 20 productos fue presentado el jueves pasado en la sede de la Sociedad Rural de Rosario.
En esa presentación, Juan Rey Kelly, también economista de CRA, remarcó: “Existen cuatro puntos que marcan el relato oficial y que tienen que ver con los mitos falsos ligados al sector agropecuario como que éste es responsable de la inflación, no agrega valor, no es generador de empleo y no aporta recursos tributarios”, señaló. l

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