Sarmiento ganaba y cerraba bien el año, pero el encuentro se suspendió por falta de luz

Sarmiento no lucía, pero ganaba. Era la mejor manera de cerrar el 2007 y abrir con mayores esperanzas el 2008. Hasta que llegó lo imprevisto. Una explosión y humo en la torre lumínica ubicada detrás de la platea descubierta.
La iluminación en el campo de juego comenzó a disminuir sobre el minuto veintinueve del complemento y el partido quedó interrumpido. Cuatro minutos después el nivel lumínico sufrió otro bajón y se hacía imposible seguir.
Tras las respectivas consultas del árbitro Gabriel Guillaume a directivos y allegados de Sarmiento, teniendo en cuenta que era imposible solucionar el desperfecto, resolvió la suspensión del cotejo y finalmente se confirmó que recién se lo reanudará el año próximo.
Se quemó el transformador de la mencionada torre y afectó también la iluminación de las demás por el sistema lumínico que posee el estadio. Una versión, no confirmada por ningún técnico, se refería al que el generador instalado por la televisión provocó una sobrecarga eléctrica y esto fue el origen del problema.
Se debió requerir la presencia de los bomberos que tuvieron que trabajar en el sector del desperfecto.

Controversias sobre la continuidad

En principio, Sarmiento había llegado a un principio de acuerdo con la dirigencia de Témperley, comunicándose con sus más altos directivos que estaban en Buenos Aires, para continuar el encuentro hoy, a las 10.30. Así lo informó inicialmente el vicepresidente segundo de Sarmiento y representante en AFA, Horacio Martig-noni.
Sin embargo, esa idea tenía la fuerte oposición de los integrantes del cuerpo técnico del «gasolero» y el ayudante de campo, Walter Parodi dijo «no queremos que siga mañana (por hoy). Si nosotros queremos poner siete delanteros, no vamos a poder. Ellos, que van ganando, sí pueden poner siete defensores si quieren». La declaración está vinculada a que, en la reanudación de un cotejo, se hace planilla nueva y se pueden cambiar los jugadores respecto al día de inicio del encuentro. Por ejemplo, en Témperley está lesionado -con un desgarro- el delantero Pablo Caballero (ex Sarmiento) y podría estar si el cotejo sigue dentro de dos o tres meses.
Minutos más tarde el presidente de Sarmiento, Fernando Chiófalo, confirmó que «el partido se reanudará el año que viene. Témperley decidió regresar a Buenos Aires».

El partido

Sarmiento comenzó muy bien el partido, con un buen trato del balón y se puso arriba en el marcador en su primera llegada a fondo. Fue una sorpresiva aparición en ataque de Mauro Navone para marcar el primer tanto en su carrera profesional.
Sin embargo, el local comenzó a entrar en el desorden que proponía Témper-ley. Porque le costó superar la presión rival y, además, los movimientos eran lentos y sin sorpresas. Zuleta apareció pocas veces con desequilibrio y Toledo dejó de gravitar como lo había hecho en los primeros minutos tirándose por la izquierda.
A su vez, el equipo «verde» mostraba problemas para la recuperación, sobre todo cuando la visita atacaba por los laterales. Claro que la seguridad del arquero Burela y la prolija tarea en el fondo de Juan Manuel García, que llegaba a todas, solucionaron gran parte de las fallas y el resto lo hacía la falta de precisión en el último toque de Témperley.
El «celeste» complicaba con las subidas por la derecha de Pajón (tuvo la más clara al estrellar un tiro en el palo izquierdo a los diecinueve minutos) y la movilidad en el ataque de Nuñez.
En el complemento, más allá de un disparo desviado por poco de Quevedo a los tres minutos, daba la sensación que Sarmiento tenía controlado el partido, aunque restándole claridad en los últimos metros del ataque porque seguía con dificultades para prosperar con un juego asociado. Mientras Temperley carecía de ideas y se reiteraba con centros ante una zaga de Sarmiento, que siguió exhibiendo principalmente la seguridad del golero Burela y Juan García. Sarmiento se iba encaminando al cierre de año esperado, con una victoria, y la suspensión le impidió concretarlo.
Ahora ya se debe pensar en 2008 y el desafío de afirmar lo que se venía consiguiendo en esta última parte del año, con cinco partidos invictos (tres triunfos y dos empates) y se iba por el sexto en tal condición.