Mauricio Madrea
Mauricio Madrea.
PRUEBAS EN PAÍSES DE LA REGIÓN DE 2019

Evaluaciones a alumnos argentinos: por debajo del promedio y en retroceso

En el Estudio ERCE, Argentina no tuvo un buen desempeño. Democracia consultó al director de la Unidad Académica de la Escuela Normal e Instituto N° 129, Mauricio Madrea, y a la vicerrectora de la Unnoba, y diputada nacional electa por Juntos, Danya Tavela, sobre la situación.

La Unesco dio a conocer los resultados de las pruebas ERCE -Estudio Regional Comparativo y Explicativo-, que se realizaron en el año 2019 para evaluar los aprendizajes en los países de la región y en esta medición la Argentina no solo no tuvo un buen desempeño sino que experimentó un retroceso con respecto a años anteriores, ya que por primera vez en 13 años se ubicó por debajo de los promedios en disciplinas como Matemática, Lectura y Ciencias Naturales.
Democracia consultó al director de la Unidad Académica de la Escuela Normal e Instituto N° 129, Mauricio Madrea, y a la vicerrectora de la Unnoba, y diputada nacional electa por Juntos, Danya Tavela, sobre el desempeño y la situación de la educación en nuestro país.

Promedios más bajos 
Las pruebas ERCE, que abarcan a 16 países del continente, evalúan aprendizajes de estudiantes de tercer y sexto grado de la educación formal en las áreas de Lenguaje y Matemática, en tanto que la prueba del área de Ciencias Naturales es rendida solo en el nivel de sexto grado de la educación primaria.
Por un lado, el retroceso de Argentina quedó evidenciado por situarse entre los promedios más bajos en cuatro de cinco pruebas. 
Y por otro, hubo una regresión en términos comparativos, porque algunos países han mejorado respecto de años anteriores.
Las pruebas se realizaron en 2019, por lo que no contempla los impactos durante la pandemia. 
“Un primer aspecto a considerar en relación a las pruebas de rendimiento educativo es el recaudo de evitar simplismos en su interpretación. Hablar de calidad educativa remitiendo a valoraciones parciales y cuantitativas evaluadas solo en años puntuales de escolaridad puede resultar engañoso”, advirtió Madrea.
Para el director de la Unidad Académica, al hablar de calidad educativa, “es preciso incorporar otras miradas del proceso educativo. La inclusión escolar, las condiciones de trabajo en las escuelas, la generación de vínculos humanos en nuestras comunidades educativas, el abordaje de situaciones problemáticas y de conflicto, el reconocimiento y la atención a las particularidades y problemas de nuestros estudiantes, la disponibilidad de recursos institucionales, la capacidad de promover procesos de integración socio-afectivos”, que son solo algunas de las otras posibles tramas de la calidad educativa, según refirió.


No obstante, aseguró que “hay una realidad insoslayable”, y es que “desde 2016 a 2019, la inversión educativa cayó rotundamente a valores del año 2003. Retrocedimos de una inversión del 6,4% del PBI -lograda por la ley de financiamiento educativo- a poco más del 4% en tan solo cuatro años de gestión durante el gobierno de Macri. Nuestras instituciones vieron fuertes restricciones y limitaciones presupuestarias con impacto directo en la formación”.
Para Madrea, “las garantías de calidad de nuestra escuela pública están sujetas, fundamentalmente, a variables de inversión. Revertir las dificultades que nuestro propio sistema educativo atraviesa en contextos actuales, supone otorgar líneas de continuidad a las políticas públicas”.
“Hoy vemos una recuperación gradual de la inversión en nuestro sistema, pero el daño que el neoliberalismo produce en nuestras instituciones, deja heridas difíciles de reparar. Debemos trabajar en la conciencia pública para visibilizar los impactos irreparables que la desinversión y los recortes presupuestarios dejan en nuestra escuela pública. He aquí el fundamento y la importancia de nuestro trabajo docente”, destacó.

La educación “acumula déficits”
Los países que han mejorado significativamente fueron Perú y Brasil. También República Dominicana registró crecimiento y se ubicó por encima de Argentina.
En Lectura, para el tercer año, Argentina obtuvo 689 puntos, algo menos que el promedio que arrojó 697 puntos. En sexto año, el puntaje fue de 698, alcanzando el promedio regional. 
En tanto, en Matemática, Argentina obtuvo, para tercer y sexto grado, 690 puntos, por debajo de los 698 de promedio. Asimismo, en Ciencias, el país se quedó con 682 puntos, muy por detrás de la media que fue de 702 puntos.
Tavela reconoció que “los datos del estudio ERCE  no hacen más que reflejar  una problemática estructural de nuestro país y que nos obliga a pensar en políticas de Estado”. 
Asimismo, resaltó que “los problemas de la educación no son nuevos. Argentina desde hace muchos años acumula déficits en esta área y la pandemia no hizo más que visibilizarlos e intensificarlos. En un país donde seis de cada diez niñas y niños son pobres, sin lugar a dudas necesitamos que estén en las aulas con una educación de calidad e inclusiva, para igualar oportunidades”.
Tavela hizo hincapié en que uno de los temas a resolver, es el abandono de los alumnos: “Luego de lo que, creo, es la crisis educativa más sustantiva de nuestra historia, uno de los principales problemas en términos globales que la Argentina debe resolver es la deserción escolar. En la prepandemia, uno de cada dos estudiantes secundarios no se graduaba; en la pospandemia, se estima que quedarán excluidos 1 millón y medio de niñas y niños. Debemos tomar conciencia de que estamos hipotecando el futuro de los jóvenes y de nuestro país”.
Por último, en lo inmediato, destacó que “algunas líneas a trabajar para garantizar la calidad, la inclusión y la innovación a través de una transformación integral del sistema educativo son la evaluación de la calidad de las carreras de formación docente, la emergencia educativa para garantizar la inversión estatal de todos los niveles de gobierno y un  plan de revinculación después de dos años de escuelas cerradas”.

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