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ACUERDO ENTRE EL MINISTERIO DE TRANSPORTE Y EL GOBIERNO PROVINCIAL

Tras casi una década de demora, Ferrobaires volverá a manos de la Nación

Desde Provincia confirmaron el acuerdo para que los trenes vuelvan a ser administrados por el Estado nacional, luego de más de dos décadas. El traspaso sería en seis meses. La voluntad databa del 5 junio de 2007, pero siempre fue postergada.

El final de una novela de más de nueve años podría estar cada vez más cerca, si es que finalmente, como se informó esta semana, los gobiernos de Provincia y Nación avanzan en la transferencia de la administración de los ferrocarriles bonaerenses al poder central.
A pesar de que no trascendieron los detalles de la operación, el Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires y su par de Transporte a nivel nacional habrían acordado la creación de una Unidad Operativa de Traspaso (UOP) para que en un plazo de 180 días los servicios ferroviarios bonaerenses, que hoy gestiona la firma Ferrobaires, pasen a manos del Estado nacional, una medida que es reclamada con insistencia por los gremios del sector.
Tal como se venía barajando en los últimos tiempos, el choque de trenes ocurrido el 30 de junio pasado en la localidad de Rawson, partido de Chacabuco, fue la gota que rebalsó el vaso, luego de una larga serie de accidentes y desperfectos en los que estuvieron involucrados los trenes de la empresa, que causaron muertes, heridos y suspensiones de los viajes por tiempo indeterminado.
Ese mismo día, apoyándose en las conclusiones de un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), el gobierno de María Eugenia Vidal decretó la interrupción de todos los servicios de Ferrobaires hasta nuevo aviso. El documento en cuestión advertía sobre “serias deficiencias en los sistemas de seguridad y comodidad para los pasajeros, debido a la falta de mantenimiento y escasa inversión en la infraestructura de los servicios".
Ahora, a poco menos de un mes de aquella decisión, los trenes de la Provincia volverán finalmente a la órbita de la Nación, más de veinte años después de su descentralización, decidida en 1993 por el gobierno de Carlos Menem.

Proyecto viejo, problemas nuevos

Tal como informó Democracia el pasado 2 de julio, la idea de devolver los trenes bonaerenses a la Nación no es nueva, sino que se remonta al menos al 5 junio de 2007, cuando la firma del Decreto Provincial N° 1021/07 ratificó un convenio firmado cuatro meses antes entre los gobiernos nacional (Néstor Kirchner) y provincial (Felipe Solá) para avanzar en el traspaso.
El acuerdo, al igual que el que acaba de anunciarse, contemplaba la creación de una Unidad Operativa de Transferencia para que en 180 días se completara la devolución. También incluía la necesidad de elaborar un inventario de los bienes patrimoniales y el personal activo, al tiempo que las partes involucradas se comprometían a "no suprimir ninguno de los ramales" que figuraban en el convenio. Sin embargo, el proyecto nunca se concretó.
“Parecería que ahora no hay vuelta atrás, porque hemos llegado a la situación de que Ferrobaires es absolutamente deficitaria y no puede brindar un servicio de mínima calidad”, sostuvo en diálogo con Democracia José García, secretario general de la filial Junín de la Unión Ferroviaria (UF), aunque a la hora de arriesgar cuál será el futuro inmediato de la compañía provincial, prefirió mantener una postura cautelosa.  
Por otra parte, desde la perspectiva gremial, el dirigente opinó que aunque el traspaso es una demanda histórica del sector, el proceso será “complejo”, teniendo en cuenta que hay “entre 2.500 y 3.000 puestos de trabajo en juego”. “Esperamos que Nación tome a su cargo el plantel de trabajadores que hoy pertenecen a la Provincia, pero nos preocupa que los pasos a seguir aún no estén definidos”, advirtió.  

La AGN y un diagnóstico lapidario
El informe de la AGN que motivó la decisión de Vidal de cancelar la actividad de Ferrobaires apenas se remite al período 2010-2013, es decir, durante la gestión como gobernador de Daniel Scioli.
Entre sus párrafos más salientes, el texto destaca que “la mayoría de las unidades poseían kilometrajes que excedían ampliamente lo recomendado, puesto que se acumularon reparaciones generales no realizadas equivalentes a 83.040.000 kilómetros de exceso”.
Además, enciende las alarmas al señalar que el estado de deterioro no alcanzaba sólo al material rodante, “sino también a la infraestructura de las vías, los señalamientos y las telecomunicaciones, debido en gran parte a la nula inversión en las tareas de mantenimiento”.
No obstante, las páginas del documento excluyen los últimos tres años de gestión de los ferrocarriles provinciales, en los cuales, por ejemplo, se suspendieron las actividades del ramal Constitución-Mar del Plata, en agosto de 2015, y se redujo el tramo Once-Bragado hasta Chivilcoy, luego de una crecida del Río Salado que ocasionó daños en un puente a la altura de Mechita.

Suspensión tras el accidente

La Subsecretaría de Servicios Públicos del Ministerio de Infraestructura bonaerense había resuelto, tras el choque de trenes en Rawson, suspender todos los servicios prestados por la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Ferrobaires), con el objetivo de “preservar la seguridad de los usuarios y operarios”.
La medida fue tomada después del incidente entre una formación de pasajeros y otra de cargas que dejó un saldo de 28 personas heridas en la localidad de Rawson, en el partido de Chacabuco. El accidente se produjo el 30 de junio alrededor de las 6.10 en el paso a  nivel que se encuentra en la entrada a la estación de Rawson, donde chocaron un tren de Ferrobaires y una formación de Belgrano cargas que se dirigía desde la ciudad de Junín hacia la terminal porteña de  Retiro.

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