Sus principales referentes y dirigentes de confianza comenzaron a recibir una notificación. Mañana, en la sede del Ministerio, habrá un encuentro para ir definiendo lineamientos y responsabilidades con vistas a la campaña. La actividad no parece ser una más: hay quienes interpretan que debería leerse como la virtual confirmación de que Esteban Bullrich, el titular de la cartera educativa nacional, ahora sí se encaminaría a encabezar la lista de candidatos a senadores nacionales del oficialismo por la Provincia.
En apariencia, esa convocatoria parece poner fin a las especulaciones que rodearon al ministro en las últimas semanas. Una declaración fallida anticipando la estrategia de Cambiemos y el hecho de no estar convencido de transformarse en una figura central de la campaña, generaron terreno fértil para que algunos actores del PRO entraran en escena con la idea de retomar el plan original de colocar al frente de esa nómina a una figura no tan conocida para conformar “con el pasado” que, a su juicio, tiene rostro de peronismo.
En sectores del macrismo le adjudican al gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba y a Carlos Grosso ser los principales impulsores de esa movida. La figura de Gladys González, la ex interventora del gremio de los portuarios que terminó llevando a la cárcel a Omar “Caballo” Suárez, encajaba justo en ese esquema. Cuentan que para subir a esa movida al poderoso jefe de Gabinete, Marcos Peña, aconsejaron ubicar segundo en esa nómina a Federico Suárez, el secretario de Comunicaciones de María Eugenia Vidal cercano al influyente funcionario del gobierno de Mauricio Macri.
El intento, al parecer, no habría prosperado. Aunque a juzgar por la ascendencia de algunos de sus impulsores sobre el pináculo del poder nacional, no todos en el PRO se animan a darlo por muerto y enterrado.
Por lo pronto, Bullrich no sólo prepara aquella cumbre propia con sus laderos: en las próximas horas se reunirá con Vidal, se supone, para avanzar en la definición del rol que tendrá en la campaña.
De todas formas, las chances de González siguen intactas como segunda de Bullrich. Suárez, en tanto, tendría como destino la Cámara baja nacional.
Un nombre radical
Quienes conocen la entretela del poder aseguran que la otra nómina de peso, la de diputados nacionales, podría incluir, además de Facundo Manes, a otro profesional de origen radical: se habla de que el economista platense Martín Tetaz tendría un lugar asegurado en esa lista.
No esta tan claro ni seguro qué ocurrirá con el sindicalista Gerónimo Venegas. El titular del gremio de los peones rurales había conseguido el compromiso oficial de tener un lugar a salir en esa nómina. Pero la reactivación de una causa judicial en su contra ahora rodeó de interrogantes esa certeza.
Cambiemos va, de a poco, llenando casilleros sin confirmaciones oficiales, acaso para analizar lo que ocurre en campamentos adversarios. En esa lista de diputados, no obstante, se descuenta que estarán Graciela Ocaña y el lilito Héctor “Toty” Flores.
Los lugares que tendrá el radicalismo siguen siendo motivo de malestar y enojo. Una gestión de Vidal que trascendió demasiado rápido enervó aún más los ánimos en la UCR.
Acaso para intentar reducir las diferencias que anidan en el oficialismo, la Gobernadora le ofreció la candidatura a diputado nacional a Ricardo Alfonsín.
El hijo del ex presidente viene planteando objeciones a diversas decisiones del gobierno nacional y de vez en cuando lanza algunos desafíos un poco más filosos a la Casa Rosada.
Por caso, en los últimos días se mostró junto a Martín Lousteau, obligado a enfrentar a Cambiemos en capital federal. Toreó además con una foto incómoda junto al intendente de San Martín, Gabriel Katapodis, uno de los laderos de Florencio Randazzo.
Alfonsín no sólo rechazó esa propuesta. También, la de ocupar la embajada de Ecuador que dejaría el cordobés Luis Juez.
La propuesta de Vidal profundizó el malestar con el PRO de los radicales bonaerenses, que no sólo exigen lugares en las listas sino también autonomía para elegir sus candidatos. La UCR no gana para sustos: todavía no sabe si el lugar de Manes en la lista de diputados se los facturarán a su cuenta y tras cartón, apareció el fallido operativo seducción que involucró a Alfonsín y del que los negociadores del centenario partido se enteraron una vez consumado.
La etapa caliente de las definiciones envuelve también al peronismo, acaso, una de las pocas fuerzas que se encamina dirimir sus candidaturas en las Primarias de agosto.
La embestida de varios intendentes del Conurbano para que el kirchnerismo y el randazzismo sellen una lista de unidad parece haber entrado en una meseta.
Las versiones son múltiples. Hay quienes hablan de que los K ofrecerían a Randazzo la primera candidatura a diputado nacional. Cristina, en ese caso, se quedaría con la de senadores. También se menciona la alternativa inversa: Cristina diputada y Randazzo senador.
Oferta
El ex ministro rechaza la oferta, convencido de que su única alternativa para transformarse en uno de los posibles conductores del PJ en la etapa post electoral pasar por enfrentar a Cristina Kirchner o a la lista que la ex mandataria termine bendiciendo.
“No habrá unidad ni aunque Cristina lo llame”, blanqueó ayer el intendente de Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca, uno de los armadores del ex ministro.
El alcalde dijo un poco más cuando habló de la necesidad de ampliar la convocatoria a otros sectores partidarios. “No nos conformamos con hablarle al 30% de la población”, disparó.
Ese es, justamente, el techo que cerca de Randazzo le adjudican a una eventual candidatura de Cristina y otro motivo por el cual rehúyen, hasta ahora, de abrazarse a la unidad que le ofrecen.
Esa postulación sigue rodeada de enigmas y especulaciones. Numerosos intendentes del Conurbano empujan la idea de que la ex presidenta encabece la lista de senadores nacionales, pero no descuidan el doble juego de hablar con Randazzo.
En ese proceso de idas y vueltas, la jefa comunal de La Matanza, Verónica Magario, sigue siendo el nombre que mejor rankea en el kirchnerismo para el caso de que Cristina no sea candidata.
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