Umbral
MARKETING APLICADO

Umbral

Obviedades competitivas.

Muchas veces me entrevisto con emprendedores que, durante la primera media hora de conversación, enumeran con entusiasmo las características de su idea o proyecto. Es un momento delicado, cualquier devolución sincera puede terminar con la relación. En la columna de hoy, un nuevo concepto: el umbral competitivo. 

Sucede sobre todo en mercado saturados de propuestas, donde las energías del inicio están puestas en cuestiones estructurales. Vale decir, en aquellas condiciones que si bien son fundamentales, no conforman una propuesta de valor diferencial. 

En nuestra ciudad lo veo sobre todo en gastronomía. Un rubro que cambió mucho con el paso de los años. Antes, solo era condición la cantidad y el precio. Luego se sumó la calidad y paulatinamente conceptos como ubicación, ambientación y más recientemente el posicionamiento del lugar, entendido como una experiencia integral y que recuerda el cliente al retirarse. 

¿Qué elijen los juninenses al momento de salir a comer fuera de casa? 

Seguramente muchos optarán por una solución simple y rápida, sobre todo si la idea es no cocinar. Otros, tomarán su decisión en función del día o la compañía. No es lo mismo en pareja, con amigos o en familia. Tampoco si es lunes, jueves o sábado. El tema es cuál es el umbral a considerar, en algunos casos poco es mucho, en otros, mucho será muy poco. Una peña, con poco funciona. Una salida “de birras” requiere alguna condición más. 

Más allá de la vajilla, las sillas, las mesas, la carta y el prestigio del chef. ¿Qué otra cosa ofreces? Creo que en los últimos años si algo tenemos que destacar de la propuesta gastronómica juninense es su evolución hacia negocios que se encolumnan detrás de un concepto. Nombre, marca, ambientación, comunicación y en consecuencia, lo que la gente piensa de cada lugar. Eso es lo que define la propuesta de valor. Un plan de posicionamiento claro, para que la gente sepa a qué va a ese lugar y en qué situación puede elegirlo. 

Entonces, repasemos. El “umbral competitivo” es lo obvio, lo ya establecido. Lo que el cliente espera de nosotros. Si, entiendo que en este lugar puedo comer, pero ¿qué mas? El ejercicio es tomar como punto de partida un modelo y que todas las decisiones se consideren en función del escalón final, porque el peldaño inicial es el más simple. Demos el primer paso, siempre pensando en que no será el último.

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