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DEBEN USARSE EN TODA LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Refuerzan las recomendaciones ante el uso incorrecto de los barbijos

Pese a las guías para su utilización, expertos detectaron errores frecuentes al usarlos. La necesidad de mantener otras medidas de prevención y cómo ponerse, usar, quitarse y desechar la mascarilla.

Las nuevas rutinas requieren, a su vez, nuevos aprendizajes que tienen sus complejidades.
El caso del barbijo es buen ejemplo de esto. Al principio de la pandemia, muchos expertos, e incluso la propia Organización Mundial de la Salud lo desaconsejaba para el común de la población por dos razones: se temía que la gente adquiriera una falsa sensación de seguridad que la llevara a relajar medidas más importantes, como el lavado frecuente de manos o el distanciamiento social. Y preocupaba la posibilidad de que se usara mal, lo que provocaría que aumente los riesgos de contagio en lugar de disminuirlos.

Las experiencias positivas de países como la República Checa o Corea del Sur y las dificultades para que se cumpla con el distanciamiento social en ámbitos como los medios de transporte públicos, llevaron a que muchos países, incluida la Argentina, impulsaran la incorporación de este implemento en el espacio público.
La obligación de utilizar mascarillas de protección facial comunitaria, entre otras provincias en la de Buenos Aires, no vino sola. Llegó acompañada de un cúmulo de recomendaciones que vendrían a sumarse a las otras rutinas ya incorporadas, para hacer más eficaz el recurso.
Esta insistencia en las formas tiene que ver con una realidad: en los primeros días de obligatoriedad de los barbijos caseros se pudo ver en la calle frecuentes errores en su uso.

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