La tradicional panadería y confitería juninense dejó de pertenecer a la familia Miñones, quienes transfirieron el fondo de comercio en los últimos días. Los adquirientes, de apellido Agriano, son oriundos de la localidad de O´Brien y ya manejan las panaderías El Mortero y La Esperanza en Junín.
La transferencia incluye la fábrica ubicada Rivadavia 78 y la confitería localizada en Rivadavia y Alem. Tales lugares permanecen actualmente cerrados aunque serán reabiertos en los próximos días tras una serie de reformas. Los nuevos dueños aún no informaron si mantendrán el nombre comercial.
Un emblema local
La Genovesa, cuyo nombre es un homenaje al origen de la madre del fundador, Pedro Miñones, abrió sus puertas el 21 de febrero de 1963. Nació como una fábrica de pastas y, ante el gran éxito comercial, se amplió y se consolidó como uno de los principales comercios del rubro gastronómico en la ciudad.
ARRAIGADO COMERCIO JUNINENSE
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