Perfil del violador

Si bien no existe un único perfil de un violador podríamos destacar algunos conceptos básicos que nos ayudaran a aproximarnos al mismo.
Se trata en la mayoría de las veces de personalidades de tipo psicopáticas con rasgos perversos. No son enfermos mentales, si bien es posible encontrar casos de violación en estados psicóticos, maníacos o personas con discapacidad intelectual no es lo frecuente.
En los violadores se destacan estos tres elementos: básicamente control-poder-humillación. Su placer no radica en el acto sexual en sí mismo, sino en el poder ejercido sobre el otro, la víctima. Su dominio, su humillación, el daño.
Es por eso que la elección de la víctima no es al azar ya que sus blancos son niños, discapacitados, mujeres, obteniendo placer de aprovecharse de quienes no pueden defenderse o le temen y a quienes consideran como objetos.
Estos individuos, no pueden ponerse en el lugar del otro, no sienten culpa ni les interesa el sufrimiento de la víctima.
Aunque reconocen las características de la situación y juzgan correctamente lo que están haciendo, no asumen su responsabilidad, no sienten arrepentimiento, culpa o remordimiento.
A veces suelen ser seductores, mostrándose agradables, con trabajo, familia, hijos y buena imagen social, pero son manipuladores, mentirosos, manejadores, doble fachada (violaciones con conocidos: padres, tíos abuelos, profesores maestros etc., de niños). Otras son impulsivos, irritables, con bajo control de los impulsos, promiscuos (violaciones con extraños) . 
Esto no es una regla es solo una aproximación, por tal motivo no se puede hablar de un único perfil del violador pero sí se puede afirmar que el común denominador es el placer que obtienen en el poder, dominio y denigración sobre la víctima. 
En algunas ocasiones suelen justificarse ellos mismos por la ingesta de alcohol o drogas o bien culpabilizando a la víctima por haber sido provocados por ella.
Otro dato importantísimo a tener en cuenta (especialmente para la justicia) es su alto grado de reincidencia, debiendo tener un control y seguimiento estricto
Cabe señalar por último que la información, capacitación y prevención deben ser eje para toda la sociedad como medidas de protección.

(*) Especialista en psiquiatría y psicología médica. 

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