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LA FERRETERIA

“El ferretero siempre está invirtiendo y comprando mercadería para su comercio”

Así lo aseguró Fernando Zárate, desde su local de calle Ramón Hernández, donde ofrece de todo un poco, para que el cliente encuentre allí lo que está buscando.

Fernando Gastón Zárate, de La Ferretería, ubicada en Ramón Hernández 805, destacó que se necesita invertir continuamente en esta clase de negocio para mantener un buen stock a fin de dar respuesta a la necesidad de la gente.
“Nuestra ferretería es para el hogar, no es ferretería industrial, pero contiene una gama importante de artículos. Podés trabajar vendiendo, no solo lo que es ferretería en sí  sino mucho más. Bulonería, tornillería, seguridad industrial, pintura, artículos de agua, para gas, cloacas, iluminación bajo consumo, todo se vende aquí, incluso alimentos para perros, artículos de pesca, ropa de trabajo (pantalones y camisas de grafa), herramientas eléctricas, cubiertas y cámaras de moto y muchísimas cosas más”, manifestó.
“De todo lo que tenemos siempre vendemos algo. La ferretería es un lugar al que se acude también en casos de emergencia, por ejemplo en lo que es cámaras y cubiertas de moto. Es decir no es que me dedico solamente a eso, sino que tengo cosas que sirven a la gente para salir del paso”, acotó.

Inversión
“La ferretería es un rubro muy amplio. Hace cinco años que estoy en esto y recién ahora puedo decir que me estoy acomodando. Desde afuera se ve como un negocio fácil, pero no, ningún trabajo lo es. Hay que estar acá y si sobra alguna platita hay que invertirla en la misma ferretería comprando mercadería”, explicó.
“Hay un dicho que dice que el ferretero vive pobre y muere rico, porque siempre está invirtiendo en la ferretería para tener stock de todo”, dijo.
“Nosotros vendemos, por ejemplo, dos lamparitas de bajo consumo pero para tenerlas tuvimos que comprar una caja de 50 por lo menos, para conseguir buen precio”, apuntó.
Zárate señaló que una ferretería es un comercio que siempre vendía, porque la gente en la casa “siempre tiene algo para hacer”, entonces el primer lugar que recurre es la ferretería donde encuentra todo.

De viajante a ferretero
“Antes de tener esta ferretería fui distribuidor de una marca importante durante siete u ocho años, entonces trabajaba como empleado, no era mío, me dedicaba a visitar ferreterías. En una ocasión voy a Chivilcoy y uno de mis clientes vendía la ferretería. Yo tenía una inversión consistente en un lote, entonces lo vendí y compré la ferretería. Me ayudó mucho porque ya estaba armada, todo lo que estaba adentro era porque se vendía, es distinto cuando tenés que arrancar de cero”, dijo.
“Además, el hecho de haber sido viajante me ayudó también, pude recuperar muchos contactos que sigo teniéndolos, para conseguir buenos precios, para hacer compras a medias: a más cantidad y más bajo precio”, apuntó.
Zárate explicó también cómo se hacía para poder progresar en este rubro. “Una vez – recordó- me enseñaron muy bien. En Venado Tuerto me dijeron que el negocio se hacía cuando uno compraba y no cuando vendía: comprar más barato y poder vender a precios más accesibles para la gente, que siempre está buscando precios. Se trata de cuidar el bolsillo a la gente”.

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